La industria mexicana de entretenimiento retoma su dinamismo
La industria del entretenimiento ha retomado su ritmo de crecimiento en 2023, luego de una etapa retadora por la pandemia. Ahora, la competencia está entre los modelos físicos y digitales. Todos los jugadores compiten por ser la mejor opción para el tiempo libre de las personas.
Por María Elena Zúñiga*
Los participantes de la industria del entretenimiento viven un reacomodo en su participación en el mercado nacional, considerado uno de los más importantes a nivel global. El segmento de videojuegos o gaming es uno de los de mayor demanda. Hasta 2022, según The Competitive Intelligence Unit (The CIU), había 65.9 millones de gamers de seis años o más en el país, lo cual coloca a México como uno de los 10 mercados más relevantes a nivel global.
La industria de videojuegos se desarrolla de manera importante, igual que las competencias virtuales, como eSports, dice Radamés Camargo, especialista en The CIU.
Las perspectivas de auge de esta actividad en los próximos años son alentadoras, en México y a nivel mundial. Según el último Tablero del Consumidor de la firma de servicios profesionales Deloitte, realizado este año, la mayoría de las personas (69% de los encuestados) destinará recursos a la recreación y entretenimiento en plataformas digitales, televisión, eventos, deportes, cine, videojuegos, streaming, etcétera, en lo que resta de 2023.
El análisis Global Entertainment & Media, panorama 2022-2026, de la consultora PwC, indica que los servicios de video Over-The-Top (OTT), que engloban los servicios de streaming y video transaccional (renta o pago por contenido), tendrán un incremento constante en México los próximos cuatro años. Para finales de 2023, se espera que sus ingresos alcancen 1,434 millones de dólares (mdd) y 1,899 mdd para 2026, lo que representa un incremento de 25%.
El CEO en The CIU, Ernesto Piedras, hace hincapié en que las nuevas opciones digitales provocaron casi la extinción de la piratería en CD y DVD, reduciendo en este campo el comercio informal. “La industria creativa y cultural se posiciona como el cuarto sector en importancia en la economía nacional; delante de ella solo están la manufactura, el petróleo y el turismo”.
Para Giselle Escalante Castillo, coordinadora de la licenciatura en Dirección de Empresas de Entretenimiento de la Facultad de Comunicación de la Universidad Anáhuac, México es puntero en el consumo del entretenimiento en todo el planeta. Esto explica que las marcas líderes de las plataformas a nivel mundial están en México: Netflix, Amazon Prime, Disney Plus, HBO Max y Star+. “En México hay mucha oportunidad para los negocios porque existe mucho potencial de consumo. El entretenimiento se ha sofisticado, dirigiendo al consumidor al pago por evento”, dice. Por ello, se pronostica que la diversión on demand tendrá larga vida, ya que las nuevas generaciones, como la alfa y siguientes, no hablan de un canal de televisión abierta, ni de televisión de paga o plataformas de streaming, sino de redes sociales como YouTube.
El cine va viento en popa
En cuanto a los modelos tradicionales, como el cine, Ramón Ramírez Guzmán, director general de Relaciones Públicas de Cinépolis, comenta que en muchos momentos de la historia de este medio de comunicación han aparecido posibles epitafios, pero su importancia dentro del esparcimiento es enorme. “Es un espacio para desconectarse de la realidad y también una necesidad de convivencia física. Además, aporta a la salud mental”.
Los indicadores económicos del quehacer cinematográfico van bien, sobre todo en el eslabón de la exhibición. Las perspectivas son optimistas para 2023, de acuerdo con Avelino Rodríguez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine). La película Super Mario Bros. fue un fenómeno inesperado en el territorio nacional. Después de Estados Unidos, México fue la plaza que más boletos vendió en el mundo (20 millones), con lo cual los mexicanos demostraron que les gusta mucho asistir al cine.
“La industria mexicana del cine no va mal; sigue estando en el cuarto lugar de asistencia global y su tendencia es positiva”, agrega el directivo de Cinépolis. México tiene de las mejores salas del mundo. Hay cadenas que en este momento están invirtiendo para que en sus complejos haya restaurantes, boliche y videojuegos, con el fin de aumentar la diversión de los consumidores.
El impacto de la pandemia fue muy fuerte para las empresas de cine, pero la recuperación del 60% de la asistencia que obtuvieron en el primer trimestre de 2023, respecto al mismo periodo de 2019, mantiene el optimismo de las empresas. Una de sus preocupaciones es que los productores ofrezcan productos de calidad y los envíen rápidamente a la pantalla grande.
Además, se espera que plataformas como Netflix, Apple y Amazon comiencen sus estrenos en cine. Por ello, “hay una enorme responsabilidad en traer historias que gusten a las audiencias”, dice Rodríguez.
Desde su óptica, existe una gran presión en los productores, para quienes es imperdonable no hacer buenas películas y guiones, teniendo las oportunidades que ofrece México. A diferencia de las compañías internacionales, que desarrollan temas y segmentos socioeconómicos específicos, los estudios mexicanos pueden producir todo lo que se les ocurra. “La mira bien puesta del productor mexicano está el género de terror y la oportunidad en todo lo demás”.
La competencia entre las salas de cine y las plataformas fue muy agresiva durante el evento sanitario, pero no hostil. A final de cuentas hubo comunicación entre todos y hoy existe una narrativa de complementariedad. En el futuro inmediato, habrá una selección en las producciones, porque “hay películas que justifican ir al cine y otras no”.
Durante la pandemia, las cadenas de exhibición se movieron también a las plataformas o ya tienen, a través de sus propios distribuidores, vinculación con plataformas para integrar verticalmente las ventanas de salida. Sin embargo, estas combinaciones de negocios son muy recientes y todavía llevará un tiempo au evolución.
La historia de Cinépolis
Las salas de cine han recobrado la asistencia del público porque, al salir del encierro, las personas quisieron regresar a esta forma de distracción colectiva, cuenta Ramírez Guzmán, ejecutivo de Cinépolis. Si bien en las plataformas hay un contenido interesante, este no se compara con la experiencia de estar con 200 personas, bajo un mismo techo, viviendo la misma emoción. “Riendo, llorando o teniendo miedo al unísono”.
Durante los años de la crisis de salud pública, cuando despuntaron las plataformas de streaming, los exhibidores dudaron mucho acerca de si los estudios cinematográficos tendrían títulos para el cine, pero después de vivir un trienio diferente, reconocieron que estos espacios generan mejores ingresos, dada la asistencia del público y, por ende, regresaron a las salas los grandes lanzamientos fílmicos.
Los empresarios de las cadenas de cine también tenían la incógnita sobre el impacto del streaming en la disminución de visitantes al cine; sin embargo, la gente regresó con fuerza a los grandes establecimientos. Ramírez Guzmán constata que Cinépolis empezó a normalizar sus operaciones a partir del primero de enero de 2023.
El estreno de Avengers: Endgame, en 2019, llevó a Cinepólis a romper todos los récords de asistencia. Hasta el primer trimestre de 2023, la película tuvo números cercanos a los de ese año, lo cual mantiene entusiasta al corporativo. Super Mario Bros. afirmó la importancia que tiene el cine como forma de entretenimiento fuera de casa, siendo la tercera película más taquillera de la historia en México.
Después de Estados Unidos, nuestro país se ha colocado como el mercado número uno en términos de concurrencia para las grandes compañías de cine, como Sony. Además, en el territorio nacional están dos de las 10 cadenas más importantes del mundo: Cinépolis y Cinemex.
Ramírez Guzmán reitera que todo ha cambiado radicalmente en los últimos 29 años que tiene como colaborador de la compañía, la cual cuenta con 6,775 salas en 19 países. Una prueba es que en 1993 sus primeros conjuntos (considerados los más grandes) poseían hasta cinco salas, y ahora existen complejos que concentran hasta 22 salas.
De igual forma, de tener menos de 500 salas en 1994, la empresa pasó a 1,000 en 2003. En 2009 abrió la sala 2,000; en 2012, la 3,000; en 2019, la 6,000. En 220 ciudades de la República Mexicana la firma cuenta con más de 4,000 recintos.
Cinépolis está presente en Asia, Europa y Centro y Sudamérica. Todos los países son importantes para la compañía, pero España, Brasil e India son mercados muy fuertes.
Como se sabe, los exhibidores dependen mucho de los contenidos que ofrecen los productores; sin embargo, no disponen de una gran oferta de títulos. Esta es una de las razones por la que Cinépolis creó el concepto Más que Cine, a fin de ser una opción para la audiencia que gusta de ver clásicos del séptimo arte. También incluyó los segmentos de anime y K-pop para otros nichos de público.
Como estrategia comercial para complementar su cartelera, la marca sumó obras ligadas al deporte, la música, el ballet clásico, etcétera. Sobre este aspecto, Ramírez Guzmán dice que, como el cine se ha vuelto más sofisticado y complejo, la empresa debe atender diferentes nichos de mercado.
Desde su punto de vista, cada vez hay más gente que gusta del cine de arte o de terror: por esta razón, Cinépolis incorpora en su cartel uno o dos títulos de estos géneros cada semana. Especialmente, el cine mexicano genera un gran atractivo.
El directivo sostiene que el negocio de los exhibidores va más allá de difundir un contenido, por lo que buscan que la experiencia de asistir al cine sea cada vez más inmersiva. En el caso de Cinepólis, lo más importante es el disfrute del cliente.
Actualmente, el mayor de la empresa es la migración de la proyección tradicional a láser, proceso que culminará en 2024.
No será sino hasta el próximo año cuando la compañía mexicana retome su crecimiento en número de salas, pues recientemente se ha dedicado a instalar las sedes comprometidas antes de la pandemia. Con 33,000 colaboradores, hoy Cinépolis está enfocada en la parte operativa, de servicio y en consolidar su sello en los mercados en los cuales participa.
Como la industria enfrenta un momento desafiante porque los centennials y las generaciones más nuevas pasan muchas horas en TikTok, Ramírez observa que el gran reto de los exhibidores es convertir estos grupos en público. Otro objetivo es la capacitación del personal, aumentar su número y llevar a cabo mejores prácticas de gestión.
Los casinos vuelven a brillar
Luego de sufrir los estragos económicos, el mercado del juego de apuestas en México, que rebasa los 10,000 millones de pesos, también se ha reactivado. Los casinos hoy en día operan con normalidad. En 2021, la recuperación de estos centros de entretenimiento fue desigual por la operación de los semáforos de salud en cada estado, pero en 2022 comenzó la estabilización y en 2023 verán la luz al final del túnel, con un crecimiento en ingresos de 8%, de acuerdo con el presidente de la Asociación de Permisionarios, Operadores y Proveedores de la Industria del Entretenimiento y Juego de Apuesta en México (AIEJA), Miguel Ángel Ochoa Sánchez.
El juego en línea, por su parte, sigue creciendo de manera importante. Las actividades más solicitadas son los casinos en línea, apuestas deportivas y el mundo de los eSports. Sin embargo, según el representante de la AIEJA, 60% de la oferta de juego por internet es ilegal, es decir, no está reconocida por la Secretaría de Gobernación. Por ello, insiste en elaborar una regulación que bloquee las señales de internet a los operadores ilegales.
“La industria del juego en México tiene un potencial tremendo, pero debe reglamentarse con mayor claridad el otorgamiento de permisos, limitando el carácter discrecional que aún existe”, dice Ochoa Sánchez.
De igual forma, el sector solicita una política de Estado para evitar la competencia desleal y una reforma fiscal que establezca un impuesto único en materia de juego, a nivel federal, estatal y municipal.
Asimismo, el gremio sugiere crear un ente intersecretarial de vigilancia y supervisión, que incorpore, además de la Secretaría de Gobernación, a cuatro secretarías más: Economía, Turismo, Hacienda y Crédito Público, y Seguridad Pública.
Los negocios de apuestas compiten principalmente con sorteos públicos, como la Lotería Nacional y Pronósticos Deportivos, entidades que no están reguladas por la Secretaría de Gobernación, y también —aunque con sus diferencias— con comercios que tienen máquinas ilegales, como papelerías, farmacias y tendajos que son una competencia desleal.
Como los negocios del ramo desean atraer más turismo internacional, sería deseable que el gobierno declarara las playas, como Cancún, Los Cabos, Acapulco, Huatulco y Puerto Peñasco, como “zonas geográficas preferentes”, a fin de abrir casinos en los hoteles all inclusive y sumar opciones de entretenimiento para los huéspedes, comenta el líder de la AIEJA, que afilia 56 empresas, sobre todo nacionales.
En los próximos tres años, Ochoa Sánchez estima que el juego atraerá nuevos capitales nacionales e internacionales. “Actualmente tenemos inversiones de países europeos (España, Italia, Francia, Inglaterra, Alemania, Bulgaria, Hungría y Suecia), de Estados Unidos y Canadá, así como de Sudamérica, particularmente de Argentina y Colombia”.
Para ser más atractivos a los clientes, las empresas buscan mejorar sus instalaciones y servicios, tratando de personalizar la atención. Asimismo, han dinamizado su transición digital, persiguiendo la omnicanalidad, para la combinación de actividades tradicionales con el mundo en línea.
Cabe destacar que la industria en México es todavía incipiente. La Ley Federal de Juegos y Sorteos data de 1947, pero su Reglamento se creó en 2004. Ochoa Sánchez dice que han luchado contra viento y marea para ocupar el tercer lugar en América Latina, luego de Argentina y Chile.
“México tiene todo para ubicar este sector entre los más atractivos del mundo y aportar más al desarrollo económico del país”, señala. Los mercados de juego en América Latina parecen tener las mejores perspectivas de crecimiento en los próximos años. La participación de esta región es de 8%.
En México operan 400 casinos reconocidos por la Secretaría de Gobernación y localizados en 29 estados. Siete de ellos (Baja California, Nuevo León, Ciudad de México, Jalisco, Sonora, Estado de México y Chihuahua) concentran casi 60% de la oferta total que existe en el país.
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