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Economía mexicana crecerá 1% en 2023; inflación y condiciones financieras empeoran perspectivas

13-12-2022, 6:00:00 AM Por:
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La economía mundial crecerá en 2022 un poco más de lo que se tenía previsto en julio: del 3.0% al 3.2%. Sin embargo, esperamos un mayor golpe para 2023, con un repunte menor, del 2.7%.

Por Manuel Aguilera*

En nuestro informe Panorama económico y sectorial: perspectivas para el cuarto trimestre, los datos apuntan a que se empezará a notar el enfriamiento económico a principios del próximo año, lo cual ya podemos empezar a ver como consecuencia de la elevada inflación, el precio de la energía, el endurecimiento de la política monetaria y la guerra en Ucrania. Además, han aumentado las posibilidades de que cristalice un peor escenario, que rebajaría el crecimiento económico global al 2.7% en 2023.

El golpe será mayor en Europa que en Estados Unidos. Las estimaciones de los expertos de MAPFRE Economics apuntan a que la Eurozona tendrá tres trimestres consecutivos de contracción, lo que implica que el PIB quedará en torno al cero el próximo año.

En contraste, se espera que el país norteamericano inicie 2023 en recesión y que se recupere para la primavera, de forma que terminaría el próximo año con un modesto crecimiento del 0.2%. Estas cifras, sin embargo, podrían empeorar en caso de que no cese la escalada inflacionaria y se sigan endureciendo las condiciones financieras; en tal circunstancia se prevé una contracción del -0.5% para EU y del -0.3%, para la zona euro.

Al menos un tercio de las economías mundiales entrarán en recesión técnica el año que viene, entre ellas la de Alemania y Reino Unido, cuyo PIB caerá hasta el -0.4%.

El caso de México

La economía mexicana creció un 2.0% año con año (0.9% trimestre contra trimestre) en el segundo trimestre de 2022, con el consumo privado ya en contracción a nivel intertrimestral, -1.4% trimestre contra trimestre (3.5% año contra año), igual que las exportaciones (-0.2% trimestre contra trimestre, 9.8% año contra año); los tipos de interés más altos, la inflación persistente y la contracción económica en EU estarán entre los principales factores para ello; la producción industrial creció (2.7% año contra año), notándose desaceleración en la construcción y fabricación textil.

En las ventas al por menor, que en agregado crecen (5.7% en julio), ya presentan una contracción en la alimentación (-5.8%) y en bienes duraderos del hogar (-1.9%), mientras que las ventas de textiles se mantienen (14.7% año contra año).

Referente a las encuestas que ayudan a prever el desempeño económico, la expectativa de pedidos de fábrica se sitúa en 51.2 positivo y la confianza de las empresas está ahora solo marginalmente en positivo (50.1). El índice de gestores de compras del sector manufacturero (PMI) de septiembre recupera hasta los 50.3 puntos, desde los 48.5 de agosto. Asimismo, la producción de automóviles se está recuperando, reflejando una mejora en las cadenas de suministro, mientras que las ventas están en una tendencia decreciente desde hace seis años.

En este contexto, nuestra nueva previsión de crecimiento para la economía mexicana mejora ligeramente el crecimiento en 2022, al 2.0%, mientras que en 2023 se prevé el 1.0% (-0.9 puntos porcentuales respecto a nuestro informe previo).

Por otra parte, la inflación sigue su escalada, situándose en 8.7% en septiembre, con la subyacente en 8.3%; la alimentación sube un 14.8%, hoteles y restaurantes un 10.9%, servicios un 5.5% y energía un 8.1%.

El Banco de México, en su reunión de septiembre, subió los tipos de interés de política monetaria en 75 puntos básicos (pbs), hasta el 9.25%, afirmando que su tasa de inflación objetivo es el 3%, e indicó que en las próximas reuniones las subidas al alza serán valoradas en función de las circunstancias en ese momento.

El riesgo para el crecimiento de la economía mexicana se centra en la desaceleración de la demanda interna y externa, por la alta inflación y por las condiciones financieras más restrictivas, así como en la incertidumbre en materia de política económica, que lastra el dinamismo de la inversión.

Por el lado positivo, está la normalización de las cadenas de suministro y cierto impulso originado por el inicio de la relocalización de las industrias a una mayor proximidad con EU.

*Manuel Aguilera es director de MAPFRE Economics

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