Así será el futuro de la medicina, según Abbott México
Desde aliviar el dolor de una punción en el dedo, cuando se lleva un registro de glucosa, hasta vincular a las personas con el profesional de la salud en tiempo real a través de la información, Abbott está creando tecnologías sanitarias que ayudan a las personas a vivir mejor.
Por Héctor Rendón
Cuando Andrés Díaz comenzó a trabajar en Abbott México, hace siete años, tenía claro el papel que juega la industria farmacéutica: salvar vidas y desarrollar soluciones a través de la innovación para atender las necesidades de salud de la población.
“Esta industria es pilar para el desarrollo social y económico del país. Uno de los objetivos que tenemos en la compañía es atender a 3,000 millones de personas al final de la década; es decir, a 1,000 millones más de las que atendemos actualmente. Nuestro compromiso es con el presente y con el futuro; con el medio ambiente, la innovación, las cadenas de suministro y la fuerza laboral”, dice el director general de la firma en México.
En entrevista con ALTO NIVEL, habló del regreso a la normalidad tras el COVID, de la investigación y desarrollo de medicamentos, así como de la apuesta de la empresa en 2022.
Al abordar la importancia del trabajo entre gobierno y el sector farmacéutico, Díaz aclara que la autoridad es un aliado para brindar acceso a la salud; por tanto, es necesario trabajar de la mano para llevar soluciones a todos los lugares del país. De ahí la importancia de seguir apostando por la investigación clínica para atender las necesidades específicas de la población.
Desde su punto de vista, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) es importante en esta tarea. “Ha habido cambios, pero [la Cofepris] nos ha ayudado con aprobaciones y con tener confianza en los productos que traemos. Estamos trabajando con diversas autoridades para ofrecer soluciones. Por ejemplo, en el tema de diabetes tuvimos una junta con el gobierno de Nuevo León para hacer llegar productos a niños que tienen problemas de salud, como obesidad”, comenta el ejecutivo.
La farmacéutica, con sede en Chicago (Estados Unidos), cuenta con varios centros de investigación en diferentes partes del mundo. En los últimos cinco años ha invertido 12,000 millones de dólares (mdd) en investigación y desarrollo a escala global. Tan solo en 2021 inyectó 2,700 mdd.
“Siempre estamos tratando de anticiparnos a los cambios, necesidades de salud de la gente y la tecnología. Colocamos a nuestros clientes en el centro de todo lo que hacemos. Estratégicamente conformamos portafolios relevantes para los médicos y las personas. Nuestras inversiones se enfocan mucho en pruebas de diagnóstico (COVID-19 y glucosa sanguínea). También estamos viendo soluciones alternativas en deportes y dispositivos médicos; por ejemplo, aparatos para tratar problemas del corazón de los lactantes prematuros”.
Abbott ha sido pionera en fórmulas infantiles y en esta área ha desarrollado moléculas que generan inmunidad para los bebés; lo cual, con la presencia de los virus, se ha convertido en un tema relevante.
Enfrentando El bicho
“La pandemia nos dejó muy claro a todos —empresas, gobiernos y sociedad— la importancia de la salud. En nuestro caso, la innovación demostró ser sumamente eficaz para mantenernos resilientes. Cuando llegó COVID, Abbott respondió inmediatamente. Por ejemplo, en un par de meses nuestra unidad de diagnóstico tenía lista la primera prueba de COVID. Hemos generado más de 12 pruebas que funcionan en una variedad de entornos y etapas de la infección. A la fecha, se han enviado más de 1,000 millones de pruebas a todo el mundo. Esto muestra nuestra capacidad para enfrentar el desafío”, explica.
No es la primera vez que la farmacéutica reacciona positivamente a un virus letal. En 1984 desarrolló la prueba del VIH, cuando la gente se moría y no sabía qué estaba pasando. Abbott ha sido un parteaguas en la detección y tratamiento de esta enfermedad.
Para el directivo, quien es ingeniero industrial por la Universidad Panamericana y cuenta con una maestría en Administración de Empresas por el ITAM, un desafío —en plena pandemia— fue adaptar la fuerza laboral para atender las citas y no detener la cadena productiva.
“Afortunadamente, las autoridades determinaron las actividades primarias en el país y nosotros, junto con otras empresas, fuimos parte de ese grupo. Eso nos permitió operar siguiendo todos los lineamientos gubernamentales de protección; los cuales, además, coincidían con lo que hacemos en Abbott: uso de cubrebocas y pruebas para los empleados. Además, impulsamos varios proyectos, como el que llamamos ‘Liderando con impacto’, enfocado en hacer que todas las personas se sientan valoradas, escuchadas y acompañadas. Les ayudamos a identificar las experiencias y habilidades necesarias para alcanzar sus objetivos. Mucha gente no sabía usar herramientas como Zoom, pero tuvieron que desarrollar nuevas habilidades”, menciona Díaz.
Otro reto fueron las visitas médicas y cómo hacer llegar a los doctores la información que necesitaban para la toma de decisiones. Abbott desarrolló canales de comunicación virtual para mantener reuniones, capacitación y contacto con los médicos. “Te das cuenta de que con la tecnología puedes llegar a más personas. Antes, reunir a 100 doctores, a la fuerza de ventas o a toda la planta de producción era un reto importante tan solo por la falta de capacidad de espacios físicos. Ahora aprendimos que uno se puede comunicar más rápido a través de la tecnología”.
Para el regreso a la oficina se aplican pruebas de COVID a todos los empleados de manera semanal y se apoya a las personas que, por alguna razón, no pueden trabajar de manera presencial.
Los tres ejes del futuro
Para el directivo de Abbott, el mundo seguirá enfrentando amenazas en materia de salud: desde las distintas variantes de COVID, hasta otras enfermedades infecciosas, desnutrición y los crecientes padecimientos crónicos, como diabetes, obesidad e hipertensión.
Para seguir adelante y lograr su propósito de impulsar una vida más plena, Abbott sabe que se necesita innovación y accesibilidad. La tecnología actualmente permite que las personas tomen el control de su salud y Abbott está creando un futuro para brindar una atención más precisa y personalizada; es decir, la población podrá controlar sus padecimientos de una manera más proactiva.
Este futuro de la salud tiene tres ejes. El primero es la convergencia entre la salud y la tecnología digital; por ejemplo, dispositivos que permitan monitorear la glucosa en el brazo y escanear los niveles de azúcar con el teléfono. “Nosotros ya tenemos dispositivos de este tipo; así que, si eres un paciente con diabetes, ya no tienes que pincharte. Puedes obtener esta información en tiempo real”.
El segundo eje es el empoderamiento a través de la tecnología portátil. “Si una persona conoce cómo están sus niveles de glucosa en sangre, puede saber qué comer y controlar sus raciones de comida. Con inteligencia artificial, un doctor puede utilizar estos datos y recomendar al paciente que se cuide más, porque puedes caer en una hipoglucemia o hiperglucemia”.
Y el tercer eje es hacer que las tecnologías estén disponibles y sean asequibles; que todos tengan acceso a ellas y los servicios de salud operen con equidad. “Ese futuro va a ser de personas más seguras y empoderadas. La ciencia va a abrir caminos a nuevos tratamientos, que hoy apenas podemos imaginar”.
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Este año, Abbott trabaja fuertemente en digitalizar, centralizar y democratizar la salud. Su portafolio de nutrición integra nuevas presentaciones y nuevos ingredientes para niños sanos y hasta nutrición especializada. Asimismo, mantiene un plan agresivo en su portafolio de productos para personas con diabetes.
En el área farmacéutica, la apuesta está en cardiología, neurología, enfermedades respiratorias, salud femenina y gastroenterología. “Estamos trabajando en soluciones que permitan a las personas mantener el control de su salud. En el área de diagnóstico, hoy el reto es el SARS-CoV-2, pero mañana podría ser otro virus y necesitamos que nuestros científicos estén listos con soluciones para diagnosticar enfermedades más rápido”, finaliza el ejecutivo.
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