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Economía

Estos son los pros y contras de bajar las tasas de interés en Banxico

30-07-2019, 7:20:11 AM Por:

Curiosamente, AMLO no es el primer presidente que pide bajas las tasas a Banxico, antes ya lo había hecho Felipe Calderón Hinojosa

El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo este lunes en entrevista con la agencia de información financiera Bloomberg que el Banco de México (Banxico), debería bajar las tasas de interés para impulsar a la economía.

Fue más allá al señalar que no vería con malos ojos que la institución monetaria se encargara no solamente de vigilar el desempeño de la inflación, tal como es su mandato constitucional, sino que también velara por el crecimiento económico. Es decir, el presidente pidió en los hechos una ampliación del mandato del Banco central consignado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Vayamos por partes y analicemos lo que significa cada una de las peticiones o deseos del presidente de México para la economía y para Banxico.

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AMLO y sus revelaciones a Bloomberg
Notimex AMLO y sus revelaciones a Bloomberg

Disminución de tasas, los pros y contras

Curiosamente Andrés Manuel López Obrador no es el primer presidente que pide al Banco central mexicano, en determinado momento de su mandato, que baje las tasas de interés para estimular el crecimiento económico.
En alguna ocasión el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa hizo la misma petición en forma directa, lo que en su momento fue duramente criticado por los intentos de manipulación e intromisión presidencial en un organismo autónomo, como en los viejos tiempos en los que la política económica del país se decidía desde la entonces casa presidencial de Los Pinos. Además, justamente en esa etapa de la historia las tasas de interés en el mundo marcaban más bien una trayectoria de incremento que una de decremento, poco después estallaría la crisis subprime. 

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Ayer, Andrés Manuel López Obrador manifestó su respeto a la autonomía del Banxico, pero ahí dejó la petición.
Falta ver si el Banco de México se pronuncia al respecto, mientras dejamos algunas ideas sobre si es posible un ajuste de tasas a la baja en México, los pros y los contras, para tratar en otra ocasión el relevantísimo tema del mandato constitucional de nuestro Instituto monetario central.

1) Es cierto que en este momento el Banco de México tiene mucho margen para bajar la tasa de interés. En múltiples ocasiones hemos señalado que el nivel actual de los réditos es como un imán para los capitales extranjeros y explica la fortaleza del peso. Un rango de 8.25% de los bonos mexicanos contra el 2.25% de los bonos estadounidenses genera un atractivo premio financiero para los grandes fondos extranjeros, imposible de despreciar en muchos casos. En los hechos, las tasas nominales actuales de México están entre las más altas del mundo.

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2) No cabe duda que se viven otros tiempos y que pese al fracaso del neoliberalismo del que tanto se asegura, nuestro país está muy lejos del nivel de tasas que otras generaciones de mexicanos observamos, de hasta 3 dígitos. Sí, si es usted un lector de menos de 40 años es necesario que sepa que en México alguna vez se pagaron tasas de más de 100%, una auténtica locura.

Banxico
archivo Banxico

3) Ya de regreso a los tiempos actuales, la pregunta que deberíamos hacernos es ¿porqué Banxico no baja su tasa de interés si tiene tanto margen? Más aún, porque no la baja si incluso se habla de que en los próximos meses el Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), reducirá su nivel de rédito, o tasa de interés.

4) La respuesta está en lo que Banxico llama “riesgos asociados para la economía”, y que algunos llamarían teorías neoliberales. En la más reciente reunión de política monetaria uno de los subgobernadores ya, de hecho, votó para bajar la tasa, pero mayoritariamente la decisión sigue para que se mantenga, debido a los riesgos que se vislumbran.

5) Algunos de los riesgos asociados a la economía mexicana son: el entorno de guerras comerciales que se vive en el mundo, la volatilidad global de los precios del petróleo, la inestabilidad cambiaria o guerra de divisas, las amenazas arancelarias que siguen vigentes, aunque parezca lo contrario. Mientras que en el escenario interno destacan la fuerte desaceleración de la economía mexicana, la inestabilidad política, el cambio de régimen económico que se pretende sin que al menos se conozca públicamente el rumbo que deberá tomar la economía, más otros adicionales.

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Las tasas de interés podrían subir más.
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6) Son estos riesgos asociados los que han impedido al banco central mexicano bajar la tasa de interés, basta con leer sus minutas emitidas días después de cada reunión de política monetaria. Se puede o no estar de acuerdo con Banxico, pero no se puede negar su transparencia ya que desde hace muchos años explica los porqués de sus decisiones.

7) Por supuesto que una reducción de tasa de interés estimularía al menos en un inició y teóricamente la dinámica económica, y lo decimos porque la otra pregunta sería ¿cuánto deberían bajar las tasas en México para impulsar la actividad económica de manera sostenida, es decir, por un largo periodo de tiempo?; en otras palabras, que la tasa sea tan baja que los agentes económicos dejen de invertir o inviertan menos para gastar más. Eso siempre y cuando México se convierta en el único país sobre la faz de la tierra para que los llamados “riesgos asociados globales” desaparezcan y no haya la menor posibilidad de que algún factor externo nos afecte, algo que se antoja realmente imposible.

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Crecimiento económico
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8) Así, uno de los contras más profundos sería que la reducción en tasas de interés en el país sea solamente simbólica o muy marginal, de unos cuantos puntos base, que para nada desestimularán las inversiones financieras ni detonarán el gasto público y privado, el crecimiento inicial solamente sería un espejismo, ya que después la economía volvería a caer en el mismo pantano.

9) Como conclusión, estamos en un dilema. Banxico y la mayoría de sus miembros podrían ser tachados de neoliberales insensibles por no bajar la tasa de interés, pero tendrían que aguantarse, ya que su mandato constitucional es el de preservar el poder adquisitivo de la moneda, ese tema, el de la inflación, es otro de la mayor relevancia, ya sin considerar los factores externos.

Si decide bajar la tasa de interés en algún momento de los meses siguientes, es muy poco probable que lo haga con la profundidad necesaria para que México crezca al ritmo prometido desde Palacio Nacional de 4% anual, a menos que quiera que los capitales financieros se vayan del país y el peso deje de estar “fortachón”, con el consecuente impacto sobre la inflación. Todo un dilema no cabe duda.

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