¿Qatar, FIFA y los jugadores, ¿quién ganó más con el Mundial 2022?
Para cuando finalice la copa de futbol de la FIFA, se estima que la mitad de la población mundial lo habrá visto.
Por Dr. Eduardo Durazo Watanabe*
Para cuando finalice la copa de futbol de la FIFA, se estima que la mitad de la población mundial lo habrá visto.
El mundial de futbol es el evento deportivo más grande del planeta. Para cuando finalice, se estima que la mitad de la población mundial lo habrá visto. Esta edición ha tenido particularidades que vale la pena analizar. Qatar es el primer país árabe en ser sede del evento. Con apenas 3 millones de personas, es el país organizador más pequeño que ha sido anfitrión de la Copa Mundial.
Si bien este país es ampliamente conocido por poseer la tercera mayor reserva de gas natural y ser un gran productor de petróleo, ha seguido la tendencia de países vecinos en diversificar su economía hacia otras fuentes de ingresos. Una de las áreas por las que ha apostado es por el sector de deportes. Previo al evento mundialista compró acciones en diversos clubes, siendo el más conocido el Paris Saint-Germain F.C., quien con su aparente ilimitado presupuesto, cuenta con la mayor nómina que suma 351.3 millones de euros y que han usado para firmar a las mayores estrellas del momento: Lionel Messi, Neymar y Kylian Mbappe.
De acuerdo con la consultora PWC, el futbol, junto a los deportes virtuales, son el área deportiva de mayor crecimiento en el Medio Oriente y que la Copa Mundial FIFA se haya organizado en esa zona, resultará en un crecimiento de este deporte que también es un negocio sumamente rentable para sus inversionistas.
Se estima que Qatar ha invertido 300 mil millones de dólares que resultaron en un desarrollo de infraestructura sin precedentes en tan corto tiempo. Se construyeron 7 estadios nuevos, se desarrolló un nuevo metro como parte del transporte público, un moderno puerto de embarque, la ampliación de su principal aeropuerto y la construcción de una ciudad planificada, Ciudad Lusail, al norte de Doha que han transformado el país.
Si bien la ganancia para este país en el evento, con duración de un mes, se estima en 17 mil millones de dólares, la infraestructura quedará como una inversión de largo plazo, mientras que la exposición al resto del mundo como un destino turístico es parte de la estrategia para atraer 6 millones de visitantes anuales para el 2030, comparados con los 2 millones del 2019.
Sin embargo, no queda duda que el gran ganador de este evento es la FIFA. Se estima que esta organización ganará $7.5 mil millones de dólares aportados por las más de 200 naciones asociadas. Las empresas del país anfitrión, Qatar Energy, Qatar National Bank y la firma de telecomunicaciones Ooredoo QSC, son los principales patrocinadores. Este año la FIFA también ha incluido entre sus patrocinadores firmas de criptomonedas como crypto.com y Algorand.
A estos patrocinios debemos sumar los contratos por los derechos de transmisión del evento firmados con Fox en Estados Unidos y la empresa emisora Qatari BeIN Sports. Sin embargo, no todo ha sido exitoso en el rubro de los patrocinios. Las estrictas leyes musulmanas en el consumo de alcohol dictaron dos días antes del inicio del evento que no hubiera venta de alcohol en los estadios; solo permitiendo la venta de alcohol en los sitios denominados fan zones, en las suites VIP de los estadios y en unos 35 bares de hoteles y restaurantes.
Esta medida tomada intempestivamente generó incertidumbre por otros cambios de última hora, por lo que el patrocinador Budweiser, quien pagó un estimado de £60 millones de euros por los derechos exclusivos, es muy probable que toque este tema de cara a renovar su contrato rumbo al mundial 2026 en Estados Unidos, México y Canadá.
Estos números son grandes en comparación con los premios para las selecciones ganadoras. Estos suman $440 millones de dólares, siendo el ganador quien se lleva el mayor premio que es de $44 millones de dólares. La FIFA está dando como mínimo la cantidad de 9 millones de dólares solo por asistir al torneo y participar en la Fase de Grupos, por lo que ese será el monto final que recibirá México al no haber avanzado a la segunda fase. Sin embargo, para los países específicos la atención que generan las selecciones nacionales se capitaliza a nivel local, por lo que el impacto en las firmas, publicidad, venta de mercancía y derechos televisivos genera una derrama económica que es muy esperada por la industria deportiva. Es por ello que, a pesar de que los resultados en lo deportivo no sean los esperados, los resultados en lo económico siguen siendo muy atractivos para las empresas involucradas y todas ganan.
*Eduardo Durazo es profesor e investigador y miembro del Instituto INNSIGNIA de CETYS Universidad Campus Internacional Ensenada.
Nota del editor: Este texto pertenece a nuestra sección de Opinión y refleja únicamente la visión del autor, no necesariamente el punto de vista de Alto Nivel.
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