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Opinión

Los 6 principios de una dirección empresarial efectiva

19-11-2021, 6:00:00 AM Por:
© depositphotos

No es fácil ser un buen Director, pero comprendiendo lo importante de dirigir vidas, seguramente esta función se ejecutará con la suficiente exigencia, empatía y justicia.

Por Mtra. Miriam Paniagua Pinto*

La dirección de personas es un arte, una habilidad que se va perfeccionando con los años, pero que conlleva una enorme responsabilidad.

En muchos casos la dirección se puede abordar como algo rutinario que incluso se puede llevar a cabo de forma automática, parecido a levantarse en las mañanas, lavarse la cara y los dientes y entrar a la ducha. No obstante, un director siempre debe estar consciente que esta es la labor más importante a llevar a cabo dentro de una empresa. Ya que a través  de la dirección se impulsan las metas y los objetivos de esta.

A través del tiempo han existido diferentes formas de dirigir una empresa. Esto se debe a que las empresas evolucionan a la par del pensamiento humano, el comportamiento de la sociedad y los avances tecnológicos. La dirección ejercida por las generaciones pasadas difiere en muchos aspectos de la dirección de las empresas actuales. Sin embargo, existen ciertas características y aptitudes que se han conservado a través de los años como competencias básicas para desempeñar una buena dirección.

El Director –en principio- es ejemplo de honestidad; su asesoramiento y orientación son fundamentales para los miembros de la organización. Es capaz de unir voluntades que mantienen a la organización en un estatus que nadie más podría lograr.

El Director predica a través de sus acciones, muestra dedicación al trabajo y disgusto por la   pereza, los dimes y diretes y por el trabajo mal hecho. Es el ejemplo a seguir, consciente de su posición, es claro en sus órdenes, justo en su trato y confiable en todo sentido. A su vez, es exigente con su equipo, rígido con las fechas límite e implacable cuando se habla  de calidad o servicio al cliente.

El Director tiene principios sólidos y los sostiene ante cualquier situación. No da discursos vacíos, está comprometido con el logro de objetivos, y trabaja día a día para la permanencia en el tiempo de la organización.

A continuación, comparto 6 elementos para tener una Dirección efectiva de personas:

1.      Claridad en los que se espera de cada persona

  1. Entendimiento amplio de las funciones, objetivos y metas con enfoque de impacto a la planeación estratégica.
  • Capacidad de análisis e impacto en caso de lograr o no, los objetivos previstos. Es importante que los colaboradores estén involucrados en la consecución y alcance de los objetivos planteados.

2.      Comunicación efectiva

  1. Simplificación de temas complejos para el entendimiento de todos.
    1. Apertura para poder “rebotar” ideas por parte de cualquier persona de cualquier nivel; las personas que realizan el trabajo, seguramente dominan los pasos de elaboración o, en su caso, los procesos de ejecución, incluso a mayor profundidad que el director del área, por lo que hay que escucharlos con atención, su aportación podría acotar tiempos y agilizar el logro de objetivos.
    1. La “escucha efectiva”, provoca compromiso de las personas a realizar el proyecto, cualquiera que este sea.

3.      Inteligencia emocional

  1. Creación de un ambiente natural, favorable y confortable para todos los involucrados
    1. El Director debe ser lo suficientemente empático para entender que sus colaboradores tienen diversos estilos de aprendizaje, por lo tanto se debe dirigir de forma flexible sin caer en lo disfuncional

4.      Preocupación y atención por los demás

  1. Estar al pendiente de los colaboradores es crucial. La relación no debe ser estrictamente laboral. Ya que conocer las competencias y cualidades de un colaborador puede ser de mucha ayuda para realmente aprovechar su potencial
    1. Sentido de preocupación por la adaptabilidad de los demás a cambios o situaciones imprevistas. Saber cómo se sienten, si se han adaptado a los cambios, si requieren de algún apoyo especial.
    1. Hacerles saber que su trabajo vale y que son una parte esencial de la empresa

5.      Motivación interna y externa constante

  1. Encontrar nuevas formas para instigar la motivación grupal. Puede ser un informe anual donde se resalten los logros de cada área, juntas de planeación estratégica donde se planteen nuevos proyectos, despachos individuales donde se resalta la importancia del o los proyectos que esa persona ejecutará, etc.
    1. Alentar la generación de ideas alrededor del grupo.

6.      Retroalimentación concisa

  1. Instaurar sesiones de feedback iniciando por los logros, y posteriormente indicando las acciones de mejora o las fallas encontradas.
    1. Usar lenguaje asertivo, explícito, completo y comunicativo
    1. Trata de proveer una explicación detallada para el entendimiento del otro.

Finalmente, un Director hace que las cosas sucedan porque dirige asertivamente a su equipo de trabajo. Una sola persona no puede hacer mucho por ella misma, pero sí a través de la gente si existe una dirección exitosa.

El Director sabe comprometer a su equipo, sabe cómo cambiar sus posturas negativas por positivas, logra que se apasionen por su trabajo porque, finalmente, logra que SUS ideas (las de sus colaboradores) emerjan y se implementen. Si se trabaja con pasión, alegría y entendiendo que lo que hacemos impacta de forma positiva en la sociedad, se traduce en productividad.

No es fácil ser un buen Director, sin duda es una tarea complicada, pero comprendiendo lo importante de dirigir vidas, seguramente esta función se ejecutará con la suficiente exigencia, armonizada con empatía y justicia.

*Miriam Paniagua es Director de Posgrados de la Facultad de Empresariales de la Universidad Panamericana.

Nota del editor: Este texto pertenece a nuestra sección de Opinión y refleja únicamente la visión del autor, no necesariamente el punto de vista de Alto Nivel.

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