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Liderazgo

Tres claves para vencer al ‘virus’ de la desesperanza en la crisis

20-05-2020, 6:00:08 AM Por:
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Esta pandemia trajo desesperanza para muchas personas y en diversos sentidos. Están quienes cerraron su empresa, perdieron su trabajo o perdieron clientes.

“Lo que de verdad necesitamos es un cambio radical en nuestra actitud hacia la vida. Tenemos que aprender por nosotros mismos y después, enseñar a los desesperados que en realidad no importa que no esperemos nada de la vida, sino si la vida espera algo de nosotros”. Viktor Frankl

El año pasado, Linkedin lanzó el ranking de las habilidades más demandadas por las empresas. En materia de “soft skills”, o habilidades blandas, se enlistaron competencias como: creatividad, persuasión, colaboración, adaptabilidad y gestión del tiempo. ¿Qué competencias crees que debería de haber en ese mismo ranking después del Covid-19?

Haciéndome esta misma pregunta, lo primero que vino a mi mente fue la palabra esperanza. Un término inimaginable dentro de las empresas. ¿Cómo concebirlo como una competencia o habilidad que deben de desarrollar los líderes y colaboradores?

¿Qué es la esperanza?

La RAE define la esperanza como el estado de ánimo que surge cuando se presenta como alcanzable lo que se desea. Vaya que es un estado de ánimo que nos viene bien en estos momentos de incertidumbre, pero también nos vendrá bien en los momentos de gloria. Siempre es bueno estar cerca de alguien que ve posibilidades donde nadie más las ve.

Esta pandemia ha traído consigo desesperanza para muchas personas y en diversos sentidos. En materia profesional, exclusivamente, están quienes cerraron su empresa, perdieron su trabajo, perdieron clientes o, simplemente, debieron detener sus planes y proyectos.

¿Cuál podría ser la vacuna que termine con el virus de la desesperanza? El cual, por cierto, también puede ser sumamente contagioso.

Viktor Frankl, autor del libro “El hombre en busca de sentido” y creador de la Logoterapia, define la desesperanza de una manera poco convencional, como una ecuación matemática, y dice que desesperanza = sufrimiento (o adversidad) – propósito.

Esta ecuación, explica Frankl, significa que en la medida en que un individuo no pueda ver ningún propósito en su sufrimiento, estará hundido en la desesperanza, en cambio, en el momento en que pueda ver un sentido a su sufrimiento, podrá moldearlo en un logro. Podrá convertir sus tragedias y predicamentos en un triunfo personal.

Lee: Amor de lejos: ¿Cómo mantener comprometidos a tus colaboradores?

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3 claves para darle sentido al sufrimiento o a la adversidad

  1. Define qué puedes crear a partir de esta adversidad.

Los momentos de crisis y desesperanza requieren de un alto grado de creatividad y sensibilidad para transformar las cosas, pero no sólo para beneficio propio, sino para hacer algo por los demás. Es una gran oportunidad para brindar al mundo nuestros talentos y habilidades (aquello que nos hace únicos, irrepetibles e irremplazables).

  • Lleva un registro de todo aquello que disfrutas y agradeces

Aún en los momentos difíciles, la vida siempre nos da recompensas. En medio de una tragedia, siempre podremos encontrar momentos de conexión con los demás. Podremos ser conscientes de muchos regalos que quizá siempre han estado ahí, pero que la cotidianidad nos impedía ver y sólo el sufrimiento nos da la sensibilidad para percibir este tipo de satisfacciones.

Es en la adversidad que nos será más sencillo valorar una puesta de sol, un momento de meditación en la naturaleza, una canción, una lectura o cualquier otro tipo de manifestación artística y/o espiritual que nos conecte con algo que está muy por encima de nuestros predicamentos.

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  • Diseña la mejor versión de ti mismo a partir de tu actitud frente a la adversidad

Desde el enfoque logoterapéutico, el ser humano siempre tendrá a su alcance la libertad suprema, es decir, la libertad de elegir una actitud ante cualquier condición que enfrenta. Dependerá de él la forma en que reacciona ante situaciones que no pueden ser cambiadas.

Ante cualquier adversidad, el hombre podrá reconocer en él la responsabilidad de hacer algo o alguien de sí mismo. De tomar la oportunidad para no sólo superar sus predicamentos, sino para salir aún más fuerte de éstos.

Esta crisis nos ha sacado de nuestra zona de confort, llevándonos a replantear nuestras metas y prioridades y así poder reinventarnos a partir del sentido que le demos a esta adversidad o sufrimiento. Dicho sentido deberá de partir desde dos premisas principales: encontrar el ¿para qué? de esta situación y definir ¿qué debo hacer yo con esto que me está sucediendo?

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autor Coach ontológico e instructora en temas de desarrollo humano y empresarial.
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