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Redes sociales: Cuando los linchamientos saltan al mundo real

20-02-2020, 6:20:16 AM Por:
© Depositphotos

En su primer libro como autora, Ana María Olabuenaga, una de las mentes más brillantes del mundo de la publicidad, aborda el fenómeno social más controversial de nuestra era: los linchamientos digitales.

¿Qué puede hacer Twitter con la vida de una persona? ¿Qué sucede cuando un tuit se convierte en tendencia, salta a la vida real y determina la suerte de alguien? ¿Dónde termina la burla y comienza el acoso?

En su primer libro Linchamientos digitales, Ana María Olabuenaga, una de las mentes más brillantes y creativas del mundo de la publicidad, aborda el fenómeno social más controversial de nuestra era: los linchamientos digitales.

Ana María Olabuenaga
Arturo Aguirre

La idea de este libro surgió cuando Ana María volvió a la academia para tratar de entender el impacto social, político, mercadológico y vivencial de las nuevas tecnologías. “Me sorprendió e incluso me conmovió el constante linchamiento a personas, marcas y causas; la indignación desbordada y constante en las redes sociales; la falta de compasión de la gente. Entonces empecé a estudiar el tema y después de tres años de investigación escribí este libro”, explica la publicista más reconocida del país y la primera mujer en sumarse al Salón de la Fama de Iberoamérica, un homenaje a los hitos de la industria publicitara, organizado por el Festival Iberoamericano de Publicidad (Fiap).

En las redes sociales, cualquier persona puede ser acosada (troleada o buleada) con mensajes negativos o molestada por el “tren del mame” [cuando un grupo numeroso de gente ataca o insulta a una persona, compañía o institución con el único propósito de molestarlo –“mamarlo”–. La persona o institución puede merecer esa crítica o no, pero muchas personas se “suben” al “tren del mame” no solo en busca de justicia, sino simplemente por el placer de fastidiar].

Hasta ahí, todo se mantiene en “dimes y diretes”, pero en el momento en que la opinión colectiva –el jurado colectivo– exige que el acosado sea separado de su trabajo; como fue el caso del académico Marcelino Perelló, que en 2017 fue despedido de la UNAM, luego de que se viera envuelto en un escándalo porque algunas de sus declaraciones fueron consideradas misóginas, o sea, se está solicitando su linchamiento.

“Hay una clara solicitud del ‘tribunal moral de las redes’; se están pidiendo acciones concretas. Y esas acciones o ese linchamiento ya no ocurren dentro del mundo online (digital), sino que es una realidad palpable en el mundo cotidiano. Esta es una de las aportaciones del libro: para que un linchamiento sea considerado como tal ha de pasar al mundo offline”, explica la especialista, quien actualmente estudia el doctorado en Sociología de las Redes Sociales Digitales para analizar el desbordamiento de indignación y de ira constante en las redes y que, desafortunadamente, cada vez es mayor.

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Linchamientos digitales es un libro serio en el que se ha recopilado mucha información para futuros análisis. También es un libro entretenido que habla de cuatro casos de linchamiento, relatados en forma de crónica periodística. Al final del libro, Ana María hace una revisión de los elementos que las nuevas tecnologías han puesto sobre la mesa.

Ana María Olabuenaga, linchamientos digitales
Ana María Olabuenaga linchamientos digitales

“Lo más complicado de mi investigación fueron los casos. [El académico y activista estudiantil mexicano] Marcelino Perelló está muerto, así que tuve que reconstruir todo el contexto. Las redes sociales eliminan el contexto. En un titular definen la vida de las personas: ‘Él o ella es tal cosa’. Y como nadie va a revisar más allá de ese titular, la vida de la persona se reduce a ese titular”.

Con la metodología que usó Ana María en su libro intenta reconstruir, precisamente, el contexto en el que las personas dijeron las frases por las que fueron linchados: en dónde se dijeron dichas esas frases, qué sucedía en el país, por qué había tanta tensión y tanta sensibilidad. “Reconstruir el contexto te da una visión diferente de los hechos; una visión que siempre habíamos tenido, pero que estamos perdiendo. Estamos perdiendo los contextos y eso puede llegar a ser muy peligroso”.

De acuerdo con la publicista, todos los que tienen una cara pública: personas, empresas e instituciones tienen que estar conscientes de los linchamientos digitales, pero también las personas comunes y corrientes que utilizan las redes, pues ahí la cara privada se vuelve pública.

“Hay que emplear las redes sociales con mucho cuidado; pensar muy bien lo que se postea; darle una segunda lectura a lo que se comparte. También es importante tener en las redes a gente que no piensa como uno. Los algoritmos de las redes han sido diseñados para presentarnos los temas que nos gustan y la gente que opina igual que nosotros. Así, parece que el mundo nos aplaude. Por eso es importante tener gente que opine diferente de nosotros y, de esta manera, podamos entender mejor qué ocurre en este mundo”.

Las dos caras de la moneda

Desde su creación, las redes sociales han mostrado dos caras. Una que ha sacado a la luz temas y causas importantes que antes estaban en la oscuridad y que han dado voz a personas que tampoco tenían cómo expresarse. La democratización ha sido muy positiva.

Ana María Olabuenaga, linchamientos digitales
Arturo Aguirre

Con la hiperdemocratización, las redes han mostrado su otra cara al facilitar el desarrollo de micropoderes, muchas veces crueles y tiranos, que terminan por imponerse. Y la tensión se vuelve cada vez mayor. Ana María dice que el año pasado hubo más de 100 movimientos sociales que llegaron hasta las calles de todo el mundo. ¿La consecuencia? Un desbordamiento de indignación.

“El lado positivo es que las causas tienen visibilidad; el lado negativo es que a veces son exageradas o demasiado sangrientas. Es momento de discutirlas y generar un nuevo pacto social”, finaliza la experta.

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