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Así afecta la división sexual del trabajo a las empresas

05-03-2024, 6:05:00 AM Por:
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La división sexual del trabajo estereotipado es perjudicial para los resultados financieros de las empresas: limita la diversidad, la innovación y la adaptabilidad, y genera costos adicionales relacionados con la contratación, la retención y los litigios.

Por Isabel Pérez Guerrero

La División Sexual del Trabajo (DST) ha sido una característica arraigada en la sociedad durante siglos. Se refiere a la asignación de roles y responsabilidades basados en el género, perpetuando estereotipos y sesgos de género. Estos estereotipos y sesgos también tienen un impacto significativo en el mundo de los negocios, pues influyen en la toma de decisiones, las oportunidades profesionales y la igualdad de género en el ámbito empresarial.

¿De dónde surge la división sexual del trabajo?

Por décadas, las mujeres se han visto relegadas dentro del ámbito privado a roles de cuidado familiar y tareas domésticas, mientras que los hombres han asumido roles de liderazgo y responsabilidades económicas en el ámbito público. Aunque ha habido avances en la igualdad de género en muchos países, la DST persiste de diversas formas como el espacio laboral, el protagonista.

En su origen, la división tradicional del trabajo se basó en la idea de que las mujeres, por su “naturaleza maternal”, son “naturalmente adecuadas” para el trabajo doméstico y cuidados de terceros. El estereotipo en contra de los hombres ha marcado que ellos no lo son. Esta idea ha influido en la percepción de las mujeres en el mundo de los negocios, a menudo siendo consideradas menos “adecuadas” para roles de liderazgo.

Los estereotipos de género desempeñan un papel importante en la continuación de la DST en el mundo de los negocios. A menudo, las mujeres son vistas como emocionales, pasivas y menos competentes, en comparación con sus colegas masculinos. Las mujeres se enfrentan a estereotipos como ser demasiado agresivas cuando buscan roles de liderazgo o demasiado suaves cuando intentan ser empáticas. Se enfrentan, además, al rol social de la maternidad, la doble jornada laboral, la ausencia de modelos de liderazgo femenino y el eufemismo de la igualdad; todo ello en el mismo paquete de retos a vencer.

Los sesgos de género también afectan las decisiones empresariales. Estudios han demostrado que los inversionistas tienden a ser más escépticos cuando las emprendedoras buscan financiamiento, y las mujeres empresarias a menudo reciben menos financiamiento que sus homólogos masculinos. Esta tendencia se conoce como “sesgo de género en la financiación de empresas” y surge debido a la falta de familiaridad con la idea de que las mujeres pueden ser líderes empresariales exitosas. Es un hecho que los estereotipos de género juegan un papel importante en la percepción de las competencias y la adaptación de las mujeres para los roles de liderazgo.

Es esencial abordar estos estereotipos y sesgos de género en el mundo de los negocios que propician la división sexual del trabajo. No solo es una cuestión de justicia y equidad de género, sino que también tiene un impacto en la economía global. McKinsey Global Institute informó que la igualdad de género en el lugar de trabajo podría aumentar el Producto Interno Bruto global en un 26% para 2025. Esto, por ende, afecta a todo tipo de negocios.

Es importante también entender que el liderazgo femenino aporta cualidades valiosas, como la colaboración y la empatía, que son esenciales en un mundo empresarial con la presencia de la diversidad, cada vez más interconectado y orientado hacia la sostenibilidad.

¿Cómo se ve la DST en un negocio?

En los negocios, la división sexual de trabajo estereotipado se manifiesta de diversas maneras:

1. Brecha salarial de género

A nivel global, las mujeres suelen ganar menos que los hombres en trabajos similares. Las mujeres enfrentan discriminación salarial, debido a estereotipos que las perciben como menos ambiciosas o como personas que eventualmente dejarán el trabajo para cuidar a sus familias.

La sociedad, a menudo, espera que las mujeres sean más modestas, sumisas o cuidadosas en sus interacciones laborales, lo que puede llevar a que se sientan incómodas al pedir un aumento de sueldo. Además, los estereotipos de género pueden llevar a que se asuma que las mujeres son menos asertivas en la negociación.

Una forma de cerrar esta brecha es implementar la transparencia salarial, promover la igualdad salarial y establecer políticas de igualdad salarial, asegurándose de que las mujeres reciban el mismo salario que sus colegas masculinos por trabajos de igual valor. Esto debe ir acompañado de transparencia en los salarios, lo que implica que se divulguen los rangos de salarios para cada puesto; lo que permite, tanto a hombres como a mujeres, comprender que están siendo compensados(as) de manera justa.

2. Falta de representación en roles de liderazgo

A menudo, las mujeres están subrepresentadas en puestos de liderazgo y toma de decisiones en las empresas, debido a estereotipos que las ven como menos aptas para roles de alta responsabilidad. Para contrarrestar esto es necesario fomentar la diversidad, en los procesos de selección y promoción, ofrecer programas de mentoría y desarrollo para mujeres y establecer metas específicas de representación de género en la alta dirección. Un programa de apoyo a emprendedoras, por ejemplo, que busque fomentar el espíritu empresarial entre las mujeres, proporcionando acceso al financiamiento, capacitación y recursos específicos para emprendedoras. Esto puede incluir la creación de programas de mentoría y la facilitación de redes de apoyo empresarial.

3. Sesgo en la contratación y promoción

Los estereotipos de género pueden llevar a sesgos inconscientes en la contratación y promoción, donde los empleadores pueden favorecer a candidatos masculinos, basados en estereotipos de liderazgo. Implementar entrenamiento en sesgo inconsciente para quienes participan en procesos de selección y promoción, y utilizar criterios basados en méritos y competencias, en lugar de género, puede contribuir de manera favorable en la eliminación de estos sesgos. Las empresas deben promover activamente la diversidad de género en todos los niveles de la organización. Esto incluye establecer metas específicas de representación de género en roles de liderazgo y emplear prácticas de contratación que minimicen los sesgos de género. Además, se deben crear entornos de trabajo inclusivos que fomenten la participación plena y el desarrollo profesional de las mujeres.

4. Cultura de trabajo tóxica

Los estereotipos de género pueden crear un entorno de trabajo tóxico en el que las mujeres enfrentan hostigamiento y acoso sexual, discriminación, mobbing [ataques en chusma] y falta de respeto debido a su género. La Dirección debe establecer y fomentar una cultura empresarial inclusiva, estableciendo políticas de tolerancia cero para el hostigamiento y acoso, brindando los recursos necesarios para denunciar incidentes de manera transparente, segura y confidencial.

5. Falta de flexibilidad laboral

Las mujeres suelen ser las principales responsables del trabajo doméstico y del cuidado de las hijas y los hijos, lo que a menudo limita su capacidad para mantener un equilibrio entre trabajo y vida personal. Si el trabajo de cuidados se dividiera entre hombres y mujeres, y las empresas, además, contribuyeran con programas de apoyo para esta actividad dentro de su personal; se podrían repartir de una manera mucho más equitativa y no recaería en su mayoría sobre las mujeres. De esta manera, ellas podrían tener un trabajo mejor remunerado y con mayor estabilidad. Parte de la solución estaría en implementar políticas de trabajo flexible, como teletrabajo y horarios flexibles, para permitir a las mujeres (y a los hombres) gestionar mejor sus responsabilidades familiares.

6. Estereotipos de género en industrias tradicionalmente masculinas

Algunas industrias, como la tecnología y la ingeniería, han sido históricamente dominadas por hombres, debido a estereotipos que excluyen a las mujeres de ciertos campos. Fomentar la educación y la capacitación en áreas STEM (por las siglas en inglés Science, Technology, Engineering and Mathematics) en las mujeres desde una edad temprana y crear un ambiente inclusivo en estas industrias. Fomentar una cultura empresarial inclusiva que celebre la diversidad y la igualdad de género. Considerar la implementación de políticas de igualdad, la creación de comités de diversidad y la promoción de eventos y programas de becas o educativos que respalden la inclusión de todas las identidades de género en todas las actividades y áreas de la organización.

Estas soluciones abordan una serie de desafíos específicos relacionados con la división sexual del trabajo en los negocios y se centran en promover la igualdad de género, eliminar estereotipos de género y garantizar que las mujeres tengan igualdad de oportunidades en el mundo empresarial.

La división sexual del trabajo estereotipado tiene un efecto perjudicial en los resultados financieros de las empresas al limitar la diversidad, la innovación y la adaptabilidad, así como al generar costos adicionales relacionados con la contratación, la retención y los litigios. La implementación de estas medidas puede ayudar a cerrar las brechas de género y a crear un entorno más equitativo y productivo en México.

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autor Equipo de jóvenes periodistas cuyo objetivo es explicar las noticias más relevantes de negocios, economía y finanzas. Nos apasiona contar historias y creemos en el periodismo ciudadano y de servicio.
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