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El ‘pedazo de pastel’ que, por decreto, el AIFA se quedará con el transporte de carga

03-02-2023, 10:13:23 AM Por:
© Especial

El impulso operativo al AIFA llegará por decreto y con la captación del mercado de transporte aéreo, más atractivo que el de pasajeros.

El jueves 2 de febrero finalmente se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF), edición vespertina, el decreto presidencial por medio del cual se eliminará el servicio de carga del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), dándoles a las compañías que operan ahí un periodo de 108 días hábiles para mudarse a otro aeropuerto.

Al margen de la evidente intención política con un decreto cuya dedicatoria es especial para el Aeropuerto Internacional Felipe ángeles (AIFA), una de las obras magnas de esta administración, a la que busca inyectarle dinamismo y operación a toda costa, la decisión es muy relevante porque se acabará toda una era en la industria carguera del sector de la aviación, en poco más de 3 meses todo se habrá reconfigurado, solamente el tiempo nos dirá si fue para bien o para mal.

Otros factores, como la conectividad, también tendrán mucho que decir en la nueva faceta del transporte de carga aérea, ya que lo de menos será llegar al AIFA o a algún otro de los aeropuertos del pretendido sistema aeroportuario regional (AIFA, Puebla, Toluca y Querétaro); el asunto será mover a partir de algunos de estos aeropuertos vía terrestre miles o millones de toneladas de diversos productos para el interior del país, así como la propia Ciudad de México y su zona metropolitana.

Pero, ¿de qué tamaño es el pastel que tentativamente se repartirán otros aeropuertos de la región?, al quedar prohibido por decreto el transporte aéreo de carga hacia la Ciudad de México; evidentemente la intención del gobierno federal consiste en que la gran mayoría de esa carga se reoriente a su obra magna, el AIFA.

Estas son algunas de las cifras oficiales más relevantes:

Este es el tamaño del pastel

De acuerdo con cifras de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), que a su vez recoge datos y cifras de los distintos grupos aeroportuarios que operan en México, el año pasado la carga doméstica de los principales aeropuertos de nuestro país tuvo una reducción de 17.3 por ciento para una cifra preliminar de 1 millón 58 mil 364 toneladas en los principales aeropuertos y grupos aeroportuarios que operan en el país.

No es novedad decir que el aeropuerto de la Ciudad de México y su grupo aeroportuario es el que más opera carga aérea en México, al contar con una elevada concentración poblacional; pero lo que resulta interesante es el tamaño del mercado porque es el que en su gran mayoría se pretende que se vaya al AIFA. Dicho sea de paso, el decreto abre la puerta para que, con el paso del tiempo, el AIFA sea un aeropuerto esencialmente especializado en transporte de carga, con cargueras operando, mientras que el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), al parecer, se mantendrá para operaciones de aerolíneas para transporte de pasajeros, ante lo que parece será una inviabilidad en este sentido por parte del AIFA.

En cuanto a transporte de carga, solamente en diciembre del año pasado se movieron por el AICM 7 mil 460 toneladas de carga, lo que representó el 22.70 por ciento de la carga a nivel nacional, casi una cuarta parte del total se concentró en el aeropuerto metropolitano; esta cifra es apenas superior a la suma de los otros dos aeropuertos que más carga mueven en nuestro país.

El aeropuerto de Querétaro movió en diciembre pasado 3,981 toneladas, mientras que el de Guadalajara registró un total de 3,478 toneladas; la suma de ambas fue de 7,459 toneladas, 22.69 por ciento del total nacional; la suma de los tres aeropuertos más importantes es de 45.39 por ciento, casi la mitad de toda la carga aérea nacional se concentra en estos tres aeropuertos, de ese tamaño es el pastel que se moverá del AICM, cuando menos de una cuarta parte de todo lo que se opera en el país.

Es evidente que las cargueras buscarán la opción más cercana al gran mercado de consumo nacional, es decir la Ciudad de México y su zona metropolitana. El AIFA debe resultar claramente favorecido; ya sea por razones políticas o no, este aeropuerto recibirá un gran impulso con el decreto publicado el jueves. Si no fue por el lado del transporte de pasajeros, sí lo será por el lado del transporte de carga.

En este segmento el otro aeropuerto que destaca es el de Toluca, que curiosamente también cuando entró en operación (1985) se contemplaba como una opción para el transporte de pasajeros y con ello desahogar lo más posible al de la CDMX que desde entonces ya mostraba problemas de saturación. Todos sabemos la historia, dicha terminal aérea es utilizada cuando mucho para vuelos charter y en otra proporción para carga aérea.

De acuerdo con cifras de la AFAC, este aeropuerto transportó en diciembre pasado 1,503 toneladas de carga aérea, equivalente a 4.57 por ciento del total nacional, muy por debajo de lo que recibe el AICM; lo interesante será saber si con el decreto que elimina el transporte de carga del AICM este aeropuerto incrementa sus operaciones, aunque la desventaja que tiene es que se encuentra más lejos del gran núcleo poblacional que el AIFA.

Carga internacional, el verdadero negocio

Sin duda, el transporte de carga proveniente del extranjero es el verdadero negocio o, como se dice coloquialmente, “la joya de la corona” de este mercado de carga área, evidentemente también la mayor concentración poblacional en la Ciudad de México y su zona metropolitana determina todo.

De acuerdo con las cifras de la AFAC, solamente en diciembre pasado el aeropuerto capitalino recibió la cantidad de 44 mil 535 toneladas de productos provenientes del exterior, lo que representa el 65.30 por ciento del gran total nacional. Es decir, más de la mitad de la carga aérea proveniente del exterior se concentra en el AICM y es la que ya no podrá llegar dentro de 108 días hábiles a ese destino.

Este gran negocio es el verdadero atractivo para los aeropuertos alternos que supuestamente podrán captar dicha carga; es claro que el AIFA tendrá la mayor ventaja por su relativa cercanía con la CDMX, sin considerar el estado de las vías de comunicación que serán necesarias para mover la mercancía.

El resto de la carga proveniente del exterior se dirige a otros aeropuertos, pero en realidad cualquier cifra palidece ante lo que se recibe en el AICM y que como decimos es en realidad la “joya de la corona”; el aeropuerto que más carga internacional recibe después del de la CDMX es el de Guadalajara, con 11,276 toneladas registradas en diciembre, equivalente al 16.53 por ciento, lejos muy lejos del AICM, más lejos todavía el aeropuerto de Monterrey y el de Querétaro.

En resumen, el impulso operativo al AIFA llegará por decreto y con la captación del mercado de transporte aéreo de carga más que el de pasajeros, al menos en una primera etapa que durará algunos años. Pero este cambio total tendrá consecuencias, no sabemos qué tan positivas o negativas. El decreto parece una especie de “golpe en la mesa” sin medir efectos, todo en aras de impulsar y hacer operativa y rentable antes de que termine el sexenio una de las obras magnas de la administración.

Ojalá con el paso de los años los beneficios sean mucho más que los perjuicios, México necesita obras y acciones planeadas y de largo plazo que le proporcionen eficiencia, rentabilidad y desarrollo, veremos qué sucede con esta que, en primera instancia, parece una medida autoritaria, ojalá sea la solución.

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