El mundo, atrapado en la “trampa del crecimiento” los próximos 5 años: FMI
El organismo considera que las economías deben hacer más, pero las crisis constantes y diversas son un obstáculo permanente.
La economía mundial experimentará en 2023 uno de los periodos de crecimiento más débiles de las últimas décadas, por debajo de 3%, dijo el jueves la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.
Más allá, sin decirlo en esas palabras, la funcionaria explicó que “la trampa del crecimiento” es el gran reto para la economía global, al realizar advertencias que deberían ser tomadas muy en cuenta por todas las economías del planeta.
La funcionaria explicó en su discurso, a propósito de la apertura de las reuniones de primavera del organismo que preside, lo siguiente: “A pesar de la fortaleza de los mercados laborales y del gasto de los consumidores en la mayoría de las economías avanzadas, así como de la recuperación tras la reapertura de China, esperamos un crecimiento inferior al 3% para 2023”.
Asimismo, advirtió que la economía global tendrá problemas para crecer a tasas suficientes para impulsar el desarrollo, al menos el próximo lustro.
“Con las crecientes tensiones geopolíticas y una inflación aún alta, una recuperación sólida sigue siendo esquiva”, añadió Georgieva en la reunión en Washington. “Eso perjudica las perspectivas de todos, especialmente para las personas y países más vulnerables”, señaló.
De acuerdo con la funcionaria, el crecimiento global se redujo casi a la mitad el año pasado, llegando al 3.4 por ciento, a medida que el impacto de la invasión rusa de Ucrania se propagó a la economía mundial, deteniendo abruptamente la recuperación tras la pandemia de covid-19.
En este contexto, a pesar de que se espera que los mercados emergentes de Asia aumenten sustancialmente la producción económica, toda vez que India y China registrarán la mitad de todo el crecimiento este año, las buenas noticias se verán contrarrestadas por una desaceleración en el 90 por ciento de las economías avanzadas del mundo.
En términos generales, para la principal directiva del FMI “el crecimiento sigue siendo históricamente débil, tanto ahora como a mediano plazo, especialmente en regiones como América Latina”.
Kristalina Georgieva fue tajante al señalar que el crecimiento mundial probablemente se mantendrá en niveles aproximados de 3 por ciento durante el próximo lustro, es decir, prácticamente lo que resta de la década, tratándose de la previsión a mediano plazo más baja desde la década de 1990.
Asimismo, el FMI espera que los países de bajos ingresos sufran un golpe doble por los altos costos de endeudamiento y una disminución en la demanda de sus exportaciones, lo que podría provocar un aumento de la pobreza y el hambre, según Georgieva.
“Alrededor del 15 por ciento de los países de bajos ingresos ya están en una situación de estrés financiero y otro 45 por ciento están cerca”, indicó, al tiempo que pidió a los miembros más ricos del FMI que hagan más para brindar apoyo.
Apenas en octubre pasado el FMI había advertido que la desaceleración mundial para este año sería de base amplia, y la proyección para 2023 sería también inferior a la mitad de la expansión de 2022.
En ese entonces, el FMI estimaba que los países que representan aproximadamente un tercio de la economía mundial registrarán durante dos trimestres consecutivos una contracción del producto interno bruto real este año.
Asimismo, las perspectivas estaban plagadas de incertidumbre desde el año pasado; según los cálculos del FMI existía una probabilidad de 25 por ciento de que el crecimiento mundial se situara por debajo de 2 por ciento en 2023 y de 10 a 15 por ciento de que quede por debajo de 1 por ciento.
Las anteriores expectativas no fueron validadas en esta ocasión, pero sí la posibilidad de una gran desaceleración y sobre todo, un crecimiento muy bajo, demasiado bajo no solamente para este año sino para cuando menos el siguiente lustro.
Década perdida, cada vez más real
Con estas perspectivas por parte del principal organismo financiero del mundo, si llegaran a concretarse, la “década perdida” que tanto se anticipó al inicio del periodo será toda una realidad.
Sí, hay una gran probabilidad de que la presente década sea un periodo de bajo crecimiento, con crisis constantes y diversas, además de conflictos que no se resuelven y que abren la posibilidad de extender los efectos negativos más allá de esta década.
Hay algo muy relevante, para el mundo será una década perdida si se concretan las expectativas, incluyendo a México, por más que el discurso oficial vaya en sentido contrario.
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