Llegó el impuesto a empresas e individuos más ricos en EU y así se aplicará
Es un programa por 1.7 bdd; la ruta que siga la economía de nuestro vecino, será con mucha probabilidad la misma que sigamos nosotros.
Finalmente, ayer jueves se llegó a un acuerdo definitivo en torno al paquete fiscal en Estados Unidos, con características relevantes que impactan en varios frentes.
De entrada, el monto del paquete es muy inferior a lo planteado originalmente por el presidente Joe Biden, con un total de 1.75 billones de dólares, mucho más modesto de la cifra originalmente planteada de hasta 3 billones, de la que ni siquiera los propios demócratas estaban convencidos.
El presidente Biden insistió mucho en la responsabilidad fiscal del plan, al asegurar que este se pagará por sí mismo y no aumentará el déficit de las finanzas. De hecho, lo reducirá en un plazo de 10 años, según las palabras del mandatario.
Sin embargo, hay detalles que no necesariamente reflejan lo dicho por el presidente Biden, uno de ellos es precisamente este asunto del financiamiento del plan, los puntos finos son los que, como siempre, aportan más información.
¿Cómo se financiará?
El tema del financiamiento del plan o paquete fiscal es de la mayor relevancia porque tiene impactos económicos inmediatos y con toda seguridad futuros, además de que también podría pesar en los mercados de valores.
La forma en la que el gasto se financiará será con impuestos a los más ricos. El presidente Biden señaló la baja aportación que hacen a las arcas del país las 55 empresas más ricas, con impacto directo año con año al presupuesto federal.
De esta manera, el acuerdo plantea un 15 por ciento de impuestos mínimos a corporaciones que tengan más de mil millones de dólares en ganancias, adicionalmente habrá un impuesto de 5 por ciento para los individuos que tengan ingresos arriba de 10 millones de dólares y 3 por ciento extra, si ese ingreso rebasa los 25 millones de dólares.
Se estima que el paquete generará ingresos por 2 billones de dólares durante la década. Según el presidente Joe Biden, nadie que gane menos de 400 mil dólares anuales pagará más impuestos, muchos de ellos incluso pagarán menos.
Estos ajustes tendrán profundas repercusiones con el paso del tiempo. Estados Unidos es el país más rico del planeta y también el que más multimillonarios tiene, con 724, mismos que con toda seguridad serán sometidos a nuevos gravámenes junto con sus empresas.
La reducción de impuestos fue el eje de impulso para el rally de la bolsa de valores de Nueva York durante los primeros tres años de la administración del presidente Donald Trump, hasta que la pandemia descompuso el panorama.
Los nuevos impuestos, que entrarán en vigencia a partir de 2022, llegan cuando los mercados de valores en Wall Street están en niveles históricos, impulsados por la recuperación de la economía, que se ha visto reflejado en grandes ganancias para los corporativos, especialmente los relacionados con la tecnología.
Quedará por ver si el aumento de impuestos a los más ricos genera desincentivos, o también si los programas sociales, como las guarderías, generan los retornos económicos esperados.
Responsabilidad fiscal y empleo
Llama la atención que el presidente Biden puso énfasis en temas como el gasto en cuidados para adultos mayores y discapacitados, guarderías, salud, educación y medio ambiente, una óptica social que pocas veces se había observado en otros planes o programas.
Biden dijo que las guarderías serían un factor determinante para impulsar el empleo femenino; asimismo, se detalló que las familias estadounidenses recibirán 300 dólares mensuales por cada niño menor a 6 años que tengan, y 250 dólares por cada niño menor de 18 años.
El presidente estadounidense resaltó el gasto que se hará en la política de preescolar de calidad universal (por su efecto en mediano plazo), así como en universidades comunitarias y para grupos étnicos desfavorecidos. También mencionó el gasto en internet de alta velocidad, como herramienta para impulsar la educación.
¿En qué le afecta o beneficia a México?
Como sabemos, todo lo que suceda en Estados Unidos es relevante para México, por decirlo de alguna manera. En este caso, el impacto no es inmediato ni directo, pero todo dependerá de cómo le vaya a Estados Unidos con este paquete fiscal que busca reimpulsar a la mayor economía del planeta una vez que pase el “rebote” de este 2021, generado por la reapertura de la economía.
De modo que la ruta de la economía estadounidense, determinada por este programa fiscal, será la misma que muy probablemente seguirá México. Es un programa o plan fiscal para Estados Unidos, pero con impacto indudable para nuestra nación.
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