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Economía

El peso fortachón, un aliado estratégico (y fortuito) en el combate a la inflación

18-01-2023, 9:36:55 AM Por:
© Especial

Al ser México un país que importa más productos de los que exporta, un peso fortalecido ayuda a mitigar los efectos inflacionarios.

México tiene una larga historia de devaluaciones y depreciaciones, que generan efectos adversos en la economía, uno de ellos, quizás el más visible, es el del incremento de la inflación.

Nuestro país es deficitario en su balanza comercial, es decir importa más productos de los que exporta, este factor es decisivo porque una moneda débil es causa de un efecto inflacionario automático.

De acuerdo con la información oportuna de comercio exterior publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en los primeros 10 meses del año pasado México registró un déficit comercial de 2 mil 12 millones de dólares. Pero solamente es la punta del iceberg.

Comercio histórico México-EU

México y Estados Unidos están irremediablemente ligados, no hay la menor duda de ello, basta con ver el nivel del intercambio comercial entre ambas naciones.

Entre enero y octubre del año pasado, el comercio total entre México y Estados Unidos fue de 655 mil 900 millones de dólares, de acuerdo con cifras del US Census Bureau. Dicha cifra representó un crecimiento de 21 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior.

De acuerdo con estos datos, el comercio total entre ambas naciones resultó impulsado por un fuerte incremento de las importaciones estadounidenses desde México, las cuales sumaron 382 mil 100 millones de dólares, 21 por ciento más que en los diez primeros meses del año previo.

En cuanto a las exportaciones de Estados Unidos hacia México, el monto acumulado fue de 298 mil 500 millones de dólares, un crecimiento de 31 por ciento respecto al año pasado.

A pesar de que en el año 2021 México se posicionó como el mayor socio comercial de Estados Unidos, el año inmediato bajó un puesto en las cifras acumuladas, rebasado por Canadá, que se colocó como el mayor socio con un comercio total de 669 mil 500 millones de dólares.

Sin embargo, en cifras mensuales, México se mantuvo en octubre del año pasado como el principal socio comercial de Estados Unidos, hilando tres meses consecutivos en ese puesto. Solamente durante el décimo mes del año pasado, el comercio entre ambas naciones fue de 68 mil 400 millones de dólares, de los cuales 40 mil 400 millones fueron de importaciones desde México y 28 mil millones de dólares de exportaciones hacia México.

Fortaleza del peso, aliada estratégica

Las cifras anteriores explican en parte la fortaleza cambiaria en México, los flujos de dólares son evidentes, no solamente en los mercados financieros sino también llegan desde el sector productivo de la economía.

El intercambio comercial es esencial en nuestro país y la divisa clave se llama dólar de Estados Unidos; mes a mes la economía formal demanda miles de millones de dólares para liquidar obligaciones comerciales desde y hacia Estados Unidos, un peso estable, o mejor todavía, un peso fortalecido, es clave para disminuir las presiones inflacionarias.

La fortaleza del peso llega en un momento clave para la economía; el año pasado las expectativas de crecimiento apuntaban a un promedio de 2 por ciento, incluso algunos analistas lo ubicaban en menos. Sin embargo, el PIB definitivo de México estará seguramente más cercano a 3 por ciento.

Las presiones inflacionarias siguieron una ruta muy similar a la de Estados Unidos, lo que es de llamar la atención porque México, en este asunto, ha sido históricamente más reacio a bajar la inflación al mismo ritmo que su mayor socio comercial.

Pero el descenso de los precios seguramente estuvo ligado a la fortaleza del peso. Entre enero y octubre del año pasado la moneda mexicana registró una apreciación de 3.38 por ciento frente al dólar, al final del año nuestra divisa ganó 4.94 por ciento.

Esta tasa de apreciación del peso es realmente significativa para efectos inflacionarios, se trata de un porcentaje que, multiplicado por miles de millones de dólares, redujo las presiones en precios derivados del aumento de la inflación que se experimentaba en ese momento, así como en las variaciones del intercambio directo entre empresas, abarató diversos costos desde fletes hasta viáticos y precios de logística.

No queremos decir de ninguna manera que estemos en la gloria; de hecho, solamente se trata de un impacto positivo de la apreciación cambiaria, sin considerar otros factores.

Efecto positivo limitado

Desde luego, así como la apreciación cambiaria tiene sus ventajas, estas se revierten con el fenómeno contrario, es decir la depreciación cambiaria.

La fortaleza del peso ha sido un excelente aliado en el combate a la inflación; en ese sentido debe reconocerse esta dosis de buena suerte que las autoridades económicas se encontraron al diseñar programas como el PACIC que, si bien no ha funcionado al 100 por ciento, sobre todo cuando la inflación se disparó, sí ayudó a contener algunos precios y, eventualmente, se encontró con una fortaleza inusitada del peso, algo poco usual.

Mientras el peso siga fuerte, incluso apreciándose más, la economía mexicana experimentará beneficios, lo malo es cuando se presente el “rebote”, cíclicamente es imposible evitarlo, llegará tarde o temprano.

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