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Finanzas

¿Volvió el ‘Superpeso’? No, es solamente otro ciclo de apreciación

12-01-2023, 11:50:34 AM Por:
© Especial

Esta película ya vimos en otros tiempos, cíclicamente se registran períodos de una apreciación significativa del peso.

La frase del peso “fortachón” seguramente será la que pasará a la historia en esta etapa del mercado cambiario mexicano, aunque varios medios le sigan denominando “superpeso” a la fortaleza cambiaria que hoy observamos. Debemos recordar que vivimos una época en la que todo se quiere cambiar porque, se dice, lo de antes era malo.

El peso ha recibido varios calificativos o frases que lo marcaron en diferentes épocas: “defenderé al peso como un perro”; “el error de diciembre”; “superpeso” y peso “fortachón”,

Pero, ¿qué tiene en común la fortaleza actual de nuestra moneda con la que más reciente antes de la actual, porque como señalamos es totalmente falso que el peso registra una apreciación no vista en 50 años, los períodos de apreciación del peso son cíclicos,

De ningún modo se trata de desdeñar la apreciación de la divisa mexicana, simplemente de ponerla en su contexto; lo que hoy vemos está completamente ligado al panorama global, miles de dólares llegan al mercado mexicano atraídos por una de las tasas de interés más altas del planeta.

Esta película ya la vimos

Esta película, ahora llamada Peso “fortachón”, es un remake del “Superpeso” de principios del siglo. Si revisamos las publicaciones especializadas de la época, lo podemos comprobar sin problema alguno.

En el año 2001 el periódico Wall Street Journal, la biblia de los mercados financieros, consignaba en una nota lo siguiente:

“Lawrence Summers, exsecretario del tesoro de Estados Unidos y artífice del rescate financiero de México en 1995, señaló que la capacidad de Guillermo Ortiz Martinez, gobernador del Banco de México, para ver el panorama cambiario a largo plazo le ha hecho muy bien a México”.

A partir de ahí nació el “Superpeso“, la moneda mexicana se apreció o se mantuvo estable a lo largo de casi 5 años, antes de que en 2006 iniciara un proceso de depreciación que culminó en la crisis subprime de 2008.

Pero había otras características en ese momento que hoy tienen muchas similitudes con el contexto que nos rodea:

En 2001 la tasa de referencia de México rondaba niveles de 13 por ciento, mientras que en Estados Unidos se colocaba en 6 por ciento; es decir, había 700 puntos base de diferencia.

Estados Unidos tenía una perspectiva negativa en su crecimiento económico, con posibilidad de una recesión para 2002, misma que se materializó el 11 de septiembre de 2001 con los ataques a las Torres Gemelas en Nueva York.

Latinoamérica se convulsionaba, con la irrupción y consolidación de Hugo Chávez en Venezuela, el régimen cubano con Fidel Castro aferrándose al poder, la todavía débil democracia brasileña que luchaba por consolidar gobiernos civiles, más la inestabilidad del gobierno en Argentina, con Fernando de la Rúa, que finalmente naufragó.

Europa estaba en los primeros años del euro y las expectativas de largo plazo eran favorables pero no las inmediatas, al continente le costó una década unificar, entre otras cosas, el crecimiento.

Los precios del petróleo estaban deprimidos cotizando sobre niveles de 27 dólares por barril ante la expectativa de un menor crecimiento económico.

¿Le suenan conocidos algunos de los puntos antes señalados, veamos:

A) La tasa de referencia de México ya está en doble dígito, cerró 2022 en 10.5 por ciento y se calcula que de seguir el incremento de tasas llegará a 11 por ciento, muy cerca del 13 por ciento de aquellas épocas. En Estados Unidos la tasa es de 4.5 por ciento, en este momento hay una diferencia de 600 puntos base, cercano a aquellos 700 puntos base de hace poco más de dos décadas.

En Estados Unidos podría registrarse una recesión en la segunda mitad de este año o principios del que viene; de no suceder, lo que sí pasará es una brusca desaceleración, ya que el Banco Mundial proyectó para este año un PIB de 0.5% desde un  previo de 1.2%

Latinoamérica está convulsionada; los regímenes totalitarios de Venezuela y Cuba se han consolidado y, además, han renacido algunos como el caso de Nicaragua, o quizás El Salvador, mientras que la pobreza no es menor a la de entonces; de hecho es mayor. Brasil acaba de sufrir el domingo un asalto a sus instituciones democráticas, por lo pronto está en riesgo. Argentina sigue convulsionada como entonces y el gobierno de Alberto Fernández hace aguas, amenazando también con naufragar. En Chile el izquierdista Gabriel Boric no las tiene todas consigo, gobernar no es lo mismo que hacer campaña.

Europa está bajo los efectos de una guerra, la primera desde el fin de la segunda guerra mundial, a lo que se añade una virtual crisis energética y la debilidad económica característica del primer mundo en la era post pandemia.

Los precios del petróleo no están tan bajos como en 2001, ahora cotizan en 78 dólares por barril, pero han bajado notablemente respecto a los máximos de 120 dólares del año pasado, debido a las expectativas de desaceleración económica.

Con este panorama, miles de inversionistas destinan miles de millones de dólares al mercado mexicano en operaciones de arbitraje y trading que han llevado al peso a fortalecerse, para aprovechar esos 600 puntos base de diferencia y más.

Es claro, estamos ante un ciclo más del mercado de cambios en México, tal como sucede en muchas partes del mundo. Lo único que al parecer cambia es el nombre que le ponen a lo que sucede con nuestra divisa.

Desde aquellas épocas en la que prometieron defenderlo como un perro, hasta ahora que es catalogado como “fortachón”, el caso es que como diría el clásico: “la historia se repite”.

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