Controlarán precios de 24 productos alimenticios con “pacto” entre gobierno e IP
Un eventual pacto o acuerdo, muy similar a los de la década de los ochenta del siglo pasado, toma forma y se anunciaría la próxima semana.
Cada vez surgen más detalles sobre el eventual plan del gobierno federal para controlar o mantener a raya el crecimiento de precios, la inflación, especialmente en productos básicos.
Dado el sesgo profundamente ideológico que marca a la presente administración, la idea es hacer una especie de “canasta básica” que contendrá los alimentos que más consume “el pueblo”, y que será sometida a un estricto control de precios, aunque también en ese sentido parece haber un amplio debate, toda vez que el sector empresarial se pronuncia rotundamente en contra de una medida en ese sentido, dadas las negativas experiencias de otras épocas en nuestro país.
El acuerdo todavía no tiene nombre, pero de ninguna manera llevará la palabra “pacto”, para evitar obvias referencias al pasado.
Este jueves, de acuerdo con Grupo Bimbo, la panificadora más grande del planeta, se confirmó que ya hay pláticas muy avanzadas entre la empresa y el gobierno mexicano, ya que uno de los productos que serían incluidos en esta especie de canasta sería el pan blanco que la compañía elabora.
Otro de los factores presente en las negociaciones que, de acuerdo con las fuentes se llevan a cabo con otras tantas empresas y empresarios, es el tiempo de permanencia o vigencia del acuerdo.
Tentativamente duraría lo que resta del año, dadas las intensas presiones inflacionarias que se registran en el mundo y en México, y que no cederán fácilmente.
Un punto más gira en la definición de los bienes o productos que serán sujetos a este control de precios, o también se está considerando fijar un tope de variación, tal como sucede con el precio del gas.
El contexto externo es un factor que pesa mucho en las negociaciones, sobre todo por parte de la iniciativa privada. También se habla de que no se ha convocado a la IP de manera cupular, lo que perjudicaría cualquier acuerdo.
Mientras transcurren las horas y se le da forma al acuerdo o pacto, las cosas en el mundo en materia de inflación siguen deteriorándose.
Inflación elevada podría no alcanzar su techo en segundo semestre
Para algunos analistas, ya existen serias dudas respecto a que la inflación alcanzará su techo en el segundo semestre, y si lo hace sería hacia al final del año.
Lo anterior se debe a que el contexto geopolítico es cada vez más complicado. Rusia ha empezado a mover sus piezas de ajedrez y eso incrementa la incertidumbre global.
Ayer se anunció por la tarde que Rusia dejaría de mandar gas a Polonia y Bulgaria; cuando menos Polonia señaló que por el momento contaba con el abasto necesario y no habría impacto, pero no se sabe por cuanto tiempo.
Ante la noticia, los precios internacionales del petróleo “saltaron” otra vez arriba de los 100 dólares, a 103 unidades.
Las presiones sobre los mercados energéticos han sido determinantes para que la inflación repunte en el mundo, por lo que las expectativas empiezan a moverse hacia escenarios más complejos.
Serían 24 o 25 productos básicos
De vuelta en lo que sería un acuerdo para control de precios, la expectativa consiste en que serían incluidos entre 24 y 25 productos o bienes de alto consumo para los mexicanos, especialmente en las clases más desprotegidas.
Sin embargo, las pláticas y negociaciones también habrían encontrado serios obstáculos en definir los productos, ya que algunos sí son elaborados en forma mayoritaria por alguna empresa o conglomerado, lo que haría más fácil su control y un acuerdo entre las partes.
Sin embargo, en otros casos las cadenas productivas y de logística están “atomizadas”, es decir están más sujetas a muchos participantes en el mercado más que a un gran jugador o monopolio de facto.
Un ejemplo es el producto estelar en la dieta de los mexicanos: la tortilla.
Aunque hay asociaciones y un gran proveedor de la materia prima, en realidad la fase más importante para este producto se lleva a cabo en forma casi masiva por miles y miles de tortillero, a los que de alguna manera, incluso hasta por medio de decreto presidencial, será necesario convencer e integrar al acuerdo, ya que la tortilla es esencial para el grueso de la población del país.
Aunque no hay nada definido todavía, las versiones que corren incluyen a productos esenciales solamente, a la postre: carne de res y de pollo, leche, pan blanco, tortilla, huevo, cereales, y varios más.
Regreso de los pactos
El eventual acuerdo es ya considerado con un regreso de facto de los viejos pactos económicos vigentes a finales de la década de los ochenta y principios de los noventa del siglo pasado.
Estos pactos tuvieron éxito en bajar la inflación de manera más o menos acelerada desde 52 a 4 por ciento. Sin embargo, su esquema de control de precios generó en el largo plazo carestía, toda vez que se desincentivaron las cadenas producción y se gestó una crisis que tardó en estallar, pero cuando lo hizo impactó con toda su fuerza.
Analistas consideran que, si una medida similar se toma, debe ser de corto plazo para evitar que se generen los mismos problemas. Lo anterior sin considerar que la inflación de aquellos años era netamente interna, mientras que hoy tiene componentes locales y foráneos.
Es posible que este próximo fin de semana el acuerdo tome forma, se logren saltar los obstáculos y su anuncio suceda el lunes o martes de la semana siguiente.
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