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Economía

Control de precios al gas, protestas y riesgo de carestía: México ya resiente la crisis energética global

12-10-2021, 6:15:00 AM Por:
© EFE

En el país ya hay cierre de rutas gaseras, movilizaciones y protestas por el tope al precio del gas, que impacta en la industria.

En el mundo hay una crisis en el sector energético que se refleja de diferentes formas, eso incluye también a nuestro país. Las evidencias apuntan a que se trata de un periodo de turbulencias de largo plazo en el sector, y que apenas vemos el inicio de una serie de efectos diversos.

Los precios del gas natural y el carbón en máximos históricos; China, la fábrica del mundo, sumida en un contexto de apagones; alzas históricas en los precios de la energía para la industria; Europa, fuertemente golpeada en su economía por las alzas del gas y la electricidad y también con paros en algunas de sus industrias por los elevados precios de la energía (sobre todo en Reino Unido).

Por si fuera poco todo lo anterior, la cotización del petróleo está en niveles de 80 dólares por barril, aún lejos de su máximo histórico en 147.25 dólares registrado el 11 de julio de 2008, pero también muy arriba del mínimo de abril del año pasado, cuando se ubicó en un precio de 17.64 dólares por barril.

Y aún hay más: También se presenta un aumento del precio de los derechos de emisión de CO2 en momentos en los que el mundo sale de una fuerte recesión económica.

Presiones en todas las fuentes energéticas

A diferencia de lo que ha sucedido en otras ocasiones, ahora estamos frente a un aumento generalizado de las presiones en todas las fuentes de energía. Es decir, no se trata sólo de alzas en los petroprecios, por ejemplo. Hay presiones en gas, electricidad, petróleo, y prácticamente todo indicador o fuente energética.

Hace meses con el inicio de los incrementos de precios en Europa, se hablaba sobre la posibilidad de una “tormenta perfecta” en el sector energético. Hoy ya es toda una realidad.

Las alzas en las cotizaciones están golpeando a las economías de Europa con toda su fuerza, a las de Asia encabezadas por el gigante chino, y también en América empieza a hacer estragos.

Las cotizaciones no son para menos: el año pasado el precio del megawatt hora de gas en el mercado TTF holandés (referencia para Europa) cotizó en un mínimo de 3 euros, hoy se ubica en 85 euros, un descomunal incremento de 28 veces que está despedazando las finanzas de las industrias de la región.

El precio del carbón tuvo el año pasado un piso de 55 dólares la tonelada, mientras que al inicio de octubre, su cotización se ubicaba en 228 dólares. Como ya señalamos, el precio del petróleo se colocó el año pasado ligeramente abajo de los 18 dólares el barril, y actualmente está arriba de las 80 unidades.

Por si fuera poco, los precios de los derechos de emisión de CO2 también se dispararon, tras cotizar en un mínimo de 20 euros por tonelada en 2020, hoy alcanzan precios de 65 dólares.

¿Qué son los derechos de emisión de CO2?

Los derechos de emisión de CO2 son una fórmula resultante de las convenciones de la Unión Europea sobre cambio climático. Se utilizan como una herramienta para obligar a las industrias a cumplir con el Protocolo de Kioto que, a su vez, obliga a reducir la cantidad de emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero a la atmósfera.

Las limitantes a la emisión de gases de efecto invernadero tanto a países como a empresas provocan que varias veces las metas no se cumplan, y quienes no lo logran tienen que comprar estos derechos a los que sí alcanzan las metas. Hoy producir energía contaminante en el viejo continente es 3.25 veces más caro que hace un año.

Cierres parciales de empresas en Europa

Este continente es especialmente golpeado porque produce muy poco de su consumo energético, sobre todo aquel ligado al gas, cuya dependencia de Rusia es extrema.

El Reino Unido es un ejemplo de lo que empieza a suceder y que podría incrementarse en otras partes del continente; UK Steel, empresa del sector siderúrgico, ha diseñado suspensiones periódicas en sus plantas del país debido a lo que llamó los “precios desorbitados” de la energía. En 2020, el precio del megavatio hora para producir gas se ubicaba en 50 libras, mientras que actualmente este mismo referente cotiza en 139 libras, por señalar un ejemplo.

El productor estadounidense de fertilizantes CF Industries ha seguido el mismo camino en sus factorías del Reino Unido. Mientras que en España la empresa Sidenor, una de las más importantes del sector siderúrgico en la península ibérica decidió este lunes cerrar la cortina por 20 días de su planta principal, luego de señalar que en el último año ha debido enfrentar aumentos de 333 por ciento en el costo de la energía, de 60 a 260 euros el megavatio hora. Fertiberia, FerroAtlántica y Asturiana de Zinc, son otras de las empresas que han tomado la misma medida.

¿Qué pasa en México?

Al cierre de 2019, el 90 por ciento del gas que consumía nuestro país era importado, es probable que desde entonces no se hayan registrado grandes variaciones.

Con la cifra anterior, sí o sí las presiones globales en los mercados energéticos deben reflejarse en México. Sin embargo, el gobierno decidió enfrentar el problema con dos medidas en aras, dijo el propio gobierno, de salvaguardar la economía popular.

Por un lado, creó una nueva empresa llamada Gas Bienestar, por medio de la cual ofrece el producto a lo que llama un “precio justo”. Por otra parte, impuso límites al precio del gas en la zona Ciudad de México y su zona metropolitana; es decir, hay un control de precios en el producto, uno más de los muchos que nuestro país ha experimentado desde hace varias décadas, los más de los cuáles han servido de poco.

Así, por medio de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), cada semana se fijan los precios máximos del kilo de gas en la región referida, la de mayor consumo en el país.

Los efectos son adversos a juzgar por lo que señala la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas (Amexgas); en un comunicado reciente señala que, entre otras cosas, debido a la implementación del Sistema de Control de Precios Máximos de venta al público, las 1,292 Plantas de Distribución de todo el país enfrentan condiciones adversas que imposibilitan mantener la cobertura geográfica y el nivel de servicio que requiere la población consumidora.

Así, en México hasta hace un mes existían 35 mil rutas de reparto y 4,700 estaciones de servicio, mediante las cuales se realizaban más de un millón de servicios diarios en hogares, industrias, comercios, hospitales, etc.

Sin embargo, a raíz del tope al precio del gas la organización estima que a la fecha ya se han cerrado aproximadamente un 10% del total de las rutas en el país, situación que podría agravarse en los próximos días.

Según las cifras de la Amexgas, nuestro país produce el 40% e importa el 60% del gas LP que consumimos, por lo que considera que la escalada internacional de precios del energético ha impactado en las cotizaciones en nuestro país.

Esto ya también se traduce en protestas y movilizaciones de los trabajadores y empresarios del sector. Mientras que el gobierno se niega a reflejar en los precios al público el aumento global de los precios, al menos no en toda su expresión.

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