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Un escritor estadounidense, la otra víctima de Caro Quintero por la que piden justicia

27-07-2022, 9:46:48 AM Por:
© Cortesía El periodista y escritor John Clay Walker con sus hijas Keely (izq) y Lannie (der).

Las hijas del escritor John Clay Walker, asesinado en México en 1985, exigen que por ese homicidio se castigue al capo en una Corte norteamericana.

El periodista y escritor estadounidense John Clay Walker tenía 37 años cuando fue secuestrado y asesinado por orden del narcotraficante Rafael Caro Quintero, era enero de 1985 y en la ciudad de Guadalajara el capo mexicano se movía a sus anchas: Contaba con cómplices en las corruptas policías locales y, para desfortuna de su víctima, cualquier extranjero le parecía sospechoso.

“Había salido con un amigo a celebrar el hecho de que mi papá planeaba regresar a Minnesota para estar con su familia, (…) lo que pasó luego es que entraron al restaurante los miembros del cartel de Caro Quintero”, quienes al ver a los estadounidenses “comenzaron a interrogarlos acerca de lo que sabían sobre la participación de la DEA” en Guadalajara, dice Lannie Walker.

En entrevista con ALTO NIVEL, Lannie, una de las dos hijas del también veterano de la guerra de Vietnam John Clay Walker, recuerda con mucho dolor el momento en el que se quedó huérfana de padre, pues este “no sabía nada de lo que estaba haciendo” la Administración de Control de Drogas (DEA) en México.

“Era escritor, era periodista, él era solo un ciudadano estadounidense inocente que se había mudado a México para escribir una novela”, explica.

Tras el interrogatorio al que fue sometido en una mesa de un restaurante, los delincuentes decidieron secuestrar a John Clay Walker, al creer -erróneamente- que podía formar parte de la oficina antidrogas de Estados Unidos, que ya buscaba a Caro Quintero.

Varias semanas después lo encontraron asesinado y con huellas de tortura, junto con el cuerpo de su amigo. El escritor, quien había sido condecorado con dos corazones púrpuras por sus servicios en Vietnam, estuvo “en el lugar y el momento equivocado”.

“Mi hermana y yo hemos llorado la pérdida por su muerte todos los días, lo extrañamos y tenemos nuestro corazón roto porque no está aquí, ambas tenemos hijos. Así que nos entristece mucho que nuestro padre nunca haya podido conocer a sus nietas”, lamenta Lannie Walker.

Negación de justicia

El homicidio de John Clay Walker fue denunciado en México y en Estados Unidos, sin que la familia del periodista haya obtenido una respuesta satisfactoria.

“Los Estados Unidos le deben a nuestra familia hacer todo lo posible para traer a Quintero a la justicia por el asesinato de nuestro padre, y otros ciudadanos estadounidenses”, argumenta Lannie.

Ella, y su hermana Keely, coinciden en que el crimen en contra de su padre suele estar eclipsado por el homicidio -también en 1985- del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena Salazar, por el que Caro Quintero está sentenciado en México a 40 años de prisión.

“Tenemos absoluta compasión y empatía por la familia de Camarena, pero la vida de nuestro papá también importaba, y el gobierno de Estados Unidos debería reconocer eso”, en el momento de solicitar la extradición del delincuente, enfatiza.

De hecho, es por el homicidio de John Clay Walker por el que el narcotraficante mexicano podría ser trasladado en extradición a Estados Unidos con mucha mayor rapidez, pues las autoridades de ese país encontrarán serias dificultades para lograr la entrega de Caro Quintero por el asesinato de Camarena Salazar.

Lo anterior es porque, tanto en México como en la Unión Americana, una persona no puede ser juzgada dos veces por el mismo delito.

Mientras Rafael Caro Quintero ya fue juzgado y sentenciado en México por el homicidio del agente de la DEA, han trascurrido 37 años sin que se haya registrado un proceso judicial por el crimen en contra de Walker.

Nadie ha escuchado

El secuestro y homicidio del escritor estadounidense se habría registrado por ordenes de Caro Quintero entre la noche del día 30 y la madrugada del 31 de enero de 1985, mucho antes de que el agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar, corriera la misma suerte.

Lannie y Keely Walker tenían 8 años y 10 años cuando perdieron a su padre, y durante más de siete lustros han tenido que “soportar el doloroso fracaso del sistema de justicia, en ambos lados de la frontera, para capturar y castigar” al delincuente, otrora jefe del cartel de Guadalajara.

Aunque la reaprehensión de Rafael Caro Quintero, el pasado 15 de julio, ha vuelto a remover las heridas emocionales de Lannie Walker, esta no titubea a la hora de pedir justicia: “Ha llegado el momento de corregir ese error”.

“Lo que más queremos es ver el nombre de nuestro padre en una acusación: Los Estados Unidos contra Caro Quintero por el delito grave de asesinato del ciudadano estadounidense John C. Walker”, dice Lannie con claridad.

Debido a que no hubo una investigación puntual de los hechos en los que John Clay Walker fue privado de la vida, en México -en el expediente de Caro Quintero- no figura ese homicidio.

Sin embargo, en la Corte del Distrito Este de Nueva York existe una acusación en contra del capo por delitos de narcotráfico, lavado de dinero, y el empleo de sicarios que “llevaron a cabo numerosos actos de violencia, entre ellos asesinatos, asaltos, secuestros y actos de tortura”, de acuerdo con la denuncia de la Fiscalía estadounidense cuya copia posee ALTO NIVEL.

Esos cargos se suman a los que pesan en contra de Caro Quintero en la Corte del Distrito Central de California, donde el lunes pasado se hizo pública, tras permanecer 35 años en reserva, una orden de aprehensión en contra del mexicano por delitos violentos en ayuda al crimen organizado, y homicidio de un agente federal y secuestro del mismo, entre otros ilícitos.

Todas esas acusaciones, junto con el asesinato de John C. Walker, podrían reunirse y formar parte de la petición de Estados Unidos para que Caro Quintero sea extraditado a ese país.

“No somos ingenuas sobre cómo funciona el sistema judicial mexicano, o cómo los abogados de Quintero lucharán contra una extradición. Pero esperamos que Estados Unidos prevalezca y lo traiga aquí para que enfrente un castigo muy retrasado”, confía Lannie Walker, quien hoy es periodista igual que su padre.

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autor Periodista y abogada, especialista en análisis jurídico y de derechos humanos. Ha sido reportera, conductora de radio y editora.
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