Recuperación de “medio tiempo” en el empleo
En México, más personas trabajan que en 2019, pero eso no significa una recuperación completa del mercado laboral.
Por Alejandro J. Saldaña Brito, economista en jefe de Grupo Financiero Bx+
El INEGI recién publicó los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) para diciembre de 2021. A primera vista, sobresale que, al cierre del año pasado, más personas se encontraban ocupadas que en 2019, antes de la crisis pandémica, pero no por ello podemos hablar todavía de una recuperación completa del mercado laboral.
En términos absolutos, la población económicamente activa (PEA), que incorpora a aquellos de 15 y más años que están empleados o buscaron emplearse en la semana, llegó a 59 millones durante diciembre pasado, por encima de los 54.9 millones y los 57.8 millones vistos 12 y 24 meses atrás, respectivamente. En tanto que las personas que se declararon ocupadas, es decir, las de 15 y más años que trabajaron al menos una hora en la semana, fueron 56.9 millones, más que los 52.8 millones en diciembre de 2020 e, incluso, los 56.1 millones al cierre de 2019.
Sin duda, lo mencionado arriba es muestra de un claro progreso en materia laboral, asociado principalmente a la reapertura económica, que a su vez han tenido un efecto positivo sobre la oferta (i.e. participación) y la demanda (i.e. apertura de vacantes) por trabajo.
Ahora, como se dice comúnmente, “el diablo está en los detalles”. Si seguimos desmenuzando las cifras de la ENOE en términos absolutos, encontramos que la recuperación ha sido dispareja entre sectores y que las condiciones del empleo son peores que antes de la crisis pandémica.
Si bien, un total de 852 mil personas más que dos años atrás afirmaron estar trabajando, en los sectores agropecuario, comercial, de restaurantes y alojamiento, y gubernamental y organismos internacionales, se observaron descensos de 27 mil, 359 mil, 88 mil y 340 mil, respectivamente. En el caso del comercio, y restaurantes y alojamiento, claramente todavía siguen afectados por los vaivenes de la emergencia sanitaria.
Por el lado de las remuneraciones, se observa una recomposición muy desfavorable: en diciembre de 2021 habían 5.4 millones más que en 2019 ganando hasta dos salarios mínimos y 4.3 millones menos ganando arriba de dos salarios mínimos. También ilustrando el deterioro en las condiciones laborales, se obtiene de la encuesta que 708 mil de los 852 mil de los nuevos empleos se dieron dentro de la informalidad.
Para este 2022, puede que el inicio de año se vea algo afectado por el alza en contagios, asociado a la variante Ómicron, más sería razonable esperar que, posteriormente, la normalización de la actividad económica siga adelante y que, con ella, veamos mejoras adicionales en ámbito laboral. Dicha normalización por sí sola difícilmente será suficiente para lograr una recuperación plena y encarrilar dentro de una senda de progreso sostenido al empleo. Para que haya más trabajos y mejores remuneraciones, se necesita inversión, la cual, con datos a octubre pasado, se encuentra estancada en niveles similares a los de 2011, pues no se han encontrado en el país condiciones adecuadas para que esta tenga un sano desarrollo.
Nota del editor: Este texto pertenece a nuestra sección de Opinión y refleja únicamente la visión del autor, no necesariamente el punto de vista de Alto Nivel.
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