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Opinión

Navegando la incertidumbre: La Seguridad Financiera en tiempos de crisis

30-08-2023, 8:00:00 AM Por:
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La salud es invaluable y su vulnerabilidad se amplifica cuando los recursos financieros no están a la altura de contingencias médicas.

Indudablemente, la crisis del COVID-19 marcó un punto de inflexión al exponer las vulnerabilidades de los sistemas de salud y la precariedad financiera de las personas. Esta crisis global subrayó la necesidad de medidas preventivas tanto en la esfera de la salud como en la económica, especialmente para los jóvenes que son el futuro de cualquier sociedad.

Uno de los aspectos más impactantes que emergió durante esta pandemia fue la fragilidad económica de muchos frente a los costos médicos elevados. Según el informe Tendencias Médicas Globales 2023 de Aon, se anticipa un aumento promedio del 9.2% en los costos médicos a nivel mundial, superando el 7.4% del año previo y marcando la cifra más alta desde 2015.

La salud, sin lugar a dudas, es invaluable. No obstante, su vulnerabilidad se amplifica cuando los recursos financieros no están a la altura de contingencias médicas imprevistas. Postergar atención médica por limitaciones económicas no solo compromete la salud individual, sino que también sobrecarga los sistemas de salud en su conjunto.

A medida que los jóvenes forjan sus vidas y carreras, enfrentar gastos médicos significativos puede parecer un problema distante. No obstante, el ahorro y la planificación financiera deben considerarse desde una etapa temprana. Imaginemos si la pandemia se extendiera no solo por cuatro años, sino por tres décadas.

La preparación financiera no solo implica acumular riqueza, sino también construir una base económica sólida que actúe como salvavidas durante adversidades. Así como los gobiernos han aprendido a invertir en sistemas de salud robustos, los individuos deben internalizar la importancia de garantizar su bienestar financiero.

Planificar para el futuro

Mirando al futuro, la conexión entre la planificación financiera y la atención médica se entrelaza con la idea de un retiro digno. A menudo subestimamos la necesidad de ahorrar para el futuro, especialmente cuando la jubilación parece distante. Sin embargo, para 2050, la juventud será una rareza y ningún país será verdaderamente joven. En el caso de México, se proyecta que para 2035, dos de cada diez habitantes serán adultos mayores.

En este contexto, surge la necesidad de una cultura del ahorro como cambio de paradigma. Superar la complacencia y la búsqueda de gratificaciones instantáneas en favor de una visión a largo plazo es crucial. Así como los gobiernos se han adaptado y fortalecido sus sistemas, los individuos deben aprender a navegar las incertidumbres económicas al construir un futuro financiero sólido.

El papel de las organizaciones

El rol de las organizaciones también es fundamental. Las empresas han comprendido la importancia de salvaguardar la salud financiera, además de la física, de sus colaboradores. Han implementado programas y recursos que promueven estabilidad económica y bienestar a largo plazo. Asimismo, han establecido iniciativas para fomentar hábitos saludables, como el ejercicio y la alimentación balanceada, que no solo mejoran la calidad de vida presente, sino que también reducen los costos médicos futuros.

Desde mi experiencia, me gustaría compartir estrategias para empoderar a las personas en su futuro financiero:

  • Planificación de Retiro Personalizada: Apoyar a los colaboradores en la creación de planes de retiro personalizados mediante talleres y asesoramiento financiero para establecer metas claras y estrategias de inversión idóneas.
  • Oportunidades de Inversión: Educar sobre opciones de inversión, desde fondos de jubilación hasta inversiones en el mercado, permitirá tomar decisiones informadas para hacer crecer los activos con el tiempo.
  • Protección Financiera Integral: Ofrecer seguros que cubran enfermedades graves o discapacidad reducirá el impacto económico de situaciones imprevistas, brindando tranquilidad a los colaboradores y sus familias.
  • Planificación a Largo Plazo: Alentar a pensar en metas a largo plazo, como la educación de los hijos y la adquisición de bienes, creará estabilidad y confianza en el futuro.

En un mundo de incertidumbre, reflexionar sobre nuestra preparación es crucial. El bienestar financiero no es solo una meta, sino un proceso que requiere tiempo, hábitos conscientes y planificación cuidadosa. Las organizaciones que priorizan programas de bienestar financiero están fortaleciendo la resiliencia de la fuerza laboral y construyendo una sociedad más preparada para los desafíos venideros.

Nota del editor: Este texto pertenece a nuestra sección de Opinión y refleja únicamente la visión del autor, no necesariamente el punto de vista de Alto Nivel.

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autor Líder de Retiro y Bienestar Financiero de Aon para Latinoamérica. Experto en jubilación, ahorro, finanzas personales y capital humano.
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