En los próximos años, el 10% del PIB del planeta se invertirá en tecnología
El presupuesto de inversión de las organizaciones crecerá más del doble en la próxima década. Actualmente, la inversión en tecnología alcanza el 4.5% del PIB mundial. ¿Están las compañías adoptando y aprovechando el auge de las tecnologías disruptivas?
Por Enrique Perezyera*
Estamos inmersos en un mundo donde la tecnología desempeña un papel fundamental en todos los aspectos de nuestras vidas. Sin duda, la transformación digital se avecina de manera masiva e imparable. Actualmente, la inversión en tecnología representa un 4.5% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, pero se prevé que esta cifra se duplique en la próxima década, alcanzando el 10%. Esto implica un crecimiento exponencial en la importancia de la tecnología en los presupuestos de inversión de las organizaciones.
En México y en la región podemos identificar cuatro tendencias principales que están configurando este emocionante panorama digital. En primer lugar, nos estamos enfocando en mejorar la colaboración entre nuestros equipos de trabajo mediante el aprovechamiento de las tecnologías. En segundo lugar, estamos buscando la manera de utilizar los canales digitales para establecer conexiones más efectivas y sólidas con nuestros clientes para comprender mejor sus necesidades y brindar experiencias más personalizadas.
Un tercer aspecto es que nuestra búsqueda rinda mejores formas de vinculación con las cadenas de suministro, para lograr mayor eficiencia y competitividad. Por último, la cuarta tendencia se relaciona con la ciberseguridad y cómo, en un mundo cada vez más interconectado, resulta fundamental proteger los sistemas y los datos.
Integración de datos, en etapa de infancia
En este contexto, las compañías de América Latina se encuentran en proceso de maduración y crecimiento en cuanto al aprovechamiento de los datos con los que cuentan, ya que estos son considerados el nuevo petróleo del mundo digital.
Hoy en día, las organizaciones gestionan múltiples silos en donde se almacenan datos relevantes; sin embargo, estos silos no están plenamente interconectados entre sí. Muchos datos se encuentran en los sistemas de producción, plantas de manufactura, sistemas de venta o distribución, pero sin estar vinculados de manera integral para ofrecer una visión holística del negocio.
En este sentido, estamos en una etapa temprana, de infancia en cuanto a la integración de los datos. Muchas empresas aún no han tomado plena conciencia del potencial que representan todos los datos que pueden recabar de sus clientes y de su mercado, lo cual se presenta como una oportunidad para la implementación de diversas tecnologías en sus operaciones y negocios.
Es el caso de la Inteligencia Artificial (IA), la cual tiene su core en los datos y en la forma en que las empresas implementan estrategias para mejorar su gestión y aprovechamiento. Contar con una estrategia de datos diseñada específicamente para su aplicación en soluciones de automatización e IA es fundamental.
Gracias a los datos transaccionales y los del cliente, las organizaciones pueden alcanzar mayor inteligencia empresarial. Estos datos pueden ser aprovechados a través de herramientas analíticas y de IA para obtener insights que les permitan transformarse en una ventaja competitiva.
La IA, motor de la productividad
El crecimiento exponencial de la Inteligencia Artificial en los últimos tiempos ha generado una amplia gama de oportunidades que apenas estamos comenzando a explorar, especialmente si tenemos en cuenta que, gracias a la IA, es posible mejorar la productividad entre un 25 y 40%. Las áreas de aplicación a las que se está apuntando son, principalmente, el servicio al cliente, las ventas y mercadotécnica, así como las áreas de software y desarrollo, donde la IA potenciará la creación de código.
Es crucial entender que, sin importar dónde se implemente la IA, la mayor oportunidad está en proyectos que se desarrollan en un ambiente seguro y controlado, en donde las posibilidades de riesgos relacionados con la exposición de la información confidencial o la propiedad intelectual sean mínimas o nulas.
De igual manera, la IA ofrece beneficios en otros aspectos clave. Por ejemplo, resulta invaluable para entender mejor el perfil del cliente o para hacer microsegmentaciones que mejoren la oferta de productos o servicios, lo que conduce a una mayor tasa de éxito en las ventas. En la cadena de suministro, la IA posibilita la conexión de información del proceso productivo con la estimación de la demanda; lo que resulta en una reducción drástica del desperdicio de materia prima y la producción errónea de productos que no son requeridos o deseados por los clientes.
Adicionalmente, destaca el uso de la tecnología Digital Twins, que permite crear una abstracción virtual de una línea de producción en un modelo computacional, lo que facilita la optimización y el control eficiente de la producción y los procesos.
¿Es necesario tener un responsable de datos?
En el contexto actual, donde los datos son un activo valioso y la privacidad y seguridad de la información son preocupaciones cada vez más importantes tener un responsable de datos (Chief Data Officer), o contratar a un especialista en gestión de datos es esencial.
Tiene que haber una estructura en la organización, con la visibilidad y la línea de reporte al nivel más alto, para aprovechar los datos y producir los casos de uso en donde la IA ayude a la empresa a ser más competitiva. Las organizaciones tienen que tomar conciencia de esto y darle a esta responsabilidad el nivel más alto en la organización. De esto dependerá lo que se pueda hacer en el futuro, ya que la IA será tan buena como lo sean los datos que se tienen para alimentar y entrenar los modelos.
Muchas empresas están sentadas en una mina de oro
En la actualidad estamos siendo testigos de una clara la brecha digital existente entre las compañías del mundo, sin importar la industria a la que pertenecen, si su core es lo digital o si pertenecen a un entorno offline.
En el proceso de transformación hay una curiosa disparidad en la medida en que aquellas empresas nativas digitales tienen una base tecnológica más sólida, en comparación con las que provienen del mundo de “los ladrillos” o entornos tradicionales. Sin embargo, las últimas poseen una gran riqueza de datos, debido a su larga historia. Muchas empresas tradicionales no se han percatado de que están sentadas sobre una mina de oro, en forma de una gran cantidad de datos que pueden usar a su favor.
A futuro, uno de los mayores desafíos para los líderes será evolucionar de una cultura de supervisión y de inspección hacia una cultura que valore la originalidad, el empoderamiento y la experimentación. Es necesario fomentar y consolidar una cultura de aprendizaje continuo, donde el enfoque de todos en la empresa sea “quiero aprenderlo todo”, en lugar de “lo sé todo”. Esto será crucial para acelerar la adopción de la Inteligencia Artificial en los negocios y su incorporación exitosa en todos los ámbitos.
*Enrique Perezyera es presidente NEORIS México. Recientemente se jubiló de Microsoft México, donde ocupaba el rol de presidente no ejecutivo desde julio de 2022. Previo a este puesto fue Director General de Microsoft México durante cuatro años.
Nota del editor: Este texto pertenece a nuestra sección de Opinión y refleja únicamente la visión del autor, no necesariamente el punto de vista de Alto Nivel.
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