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Cómo proteger los planes de pensiones en el entorno actual del mercado

10-05-2023, 6:00:00 AM Por:
© Depositphotos

El mercado mexicano cuenta con 2,634 empresas que patrocinan planes de pensiones.

Por Ivette Maya Cortés*

La economía y el escenario de mercado al cual se tienen que enfrentar las compañías que cuentan con planes de pensiones de beneficio definido durante 2023 es muy diferente al que vimos durante el año pasado. 2022 fue un año en donde la diversificación no nos benefició, se experimentaron presiones inflacionarias y las tasas de interés subieron de manera importante, además de la contracción de los mercados accionarios.

Aunque el movimiento en tasas ayudó a que los pasivos disminuyeran y contribuyó a poner en una mejor posición los estados financieros, afectó de manera relevante el rendimiento efectivo de los portafolios de inversión.

Estos cambios plantean retos y oportunidades únicos que permitirían mejorar la salud financiera de los esquemas de pensiones. Lo anterior nos lleva a replantearnos el construir portafolios de inversión basados en los impactos de los estados financieros en lugar de únicamente los rendimientos del portafolio de manera aislada.

Además, nos hace preguntarnos: ¿cómo el contexto nos obliga a proteger los portafolios de inversión contra un entorno inflacionista sostenido? Y, ¿de qué manera aprovecharlo para mejorar la situación financiera de la organización a través del plan de pensiones?

De acuerdo con las Estadísticas del Registro Electrónico de Planes de Pensiones 2022 de la CONSAR, actualmente el mercado mexicano cuenta con 2,634 empresas que patrocinan planes de pensiones de los cuales un 40% corresponden a planes de beneficio definido.

Con los niveles de inflación y las medidas adoptadas por el Banco de México en 2022, las tasas de interés subieron entre 100 y 150 pbs en el largo plazo y más de 450 pbs en el corto plazo.  Esto tiene implicaciones para los planes de pensiones, ya que los pasivos han disminuido materialmente, lo que probablemente supondrá impactos positivos en los resultados financieros.

En 2023 se espera una reducción paulatina en los niveles de inflación y estabilización en las tasas de interés, por lo que algunas compañías han adoptado políticas para ajustar la duración de sus portafolios e incrementar la cobertura de tasas de interés, tratando de inmunizar los movimientos de tasas lo mejor posible, así como protegerse contra posibles reducciones de tasas en el futuro.

Para la mayoría de los planes de pensiones, la inflación tiene algunos efectos beneficiosos. La subida de las tasas de interés utilizada para luchar contra la inflación también aumenta las tasas de descuento y reduce los pasivos, y los portafolios de activos de la mayoría de los planes son menos sensibles a los tipos de interés que sus pasivos, lo que ha permitido evaluar la posibilidad de realizar aportaciones extraordinarias al plan de pensiones para mejorar los niveles de fondeo.

Adicionalmente con mercados de renta variable tan contraídos, el evaluar la exposición a esta clase de activo puede suponer rendimientos atractivos en el mediano plazo, lo que reduciría el riesgo de los portafolios e incrementaría el rendimiento esperado.

Cabe recordar que los planes de pensiones por naturaleza deben tener estrategias de largo plazo y que, si bien, se deben evaluar periódicamente el entorno económico y los mercados no se esperan cambios frecuentes en la estrategia de inversión sino más bien ajustes tácticos sobre la asignación de activos en el corto plazo, pero manteniendo muy claros los objetivos en el largo plazo.

El año pasado se caracterizó por una inflación inesperadamente alta en México y en la mayor parte del mundo. El Banco de México y bancos centrales han subido los tipos de interés a corto plazo para contener la inflación. Del mismo modo, como la evolución de las tasas de interés depende en gran medida de las futuras lecturas de la inflación, es imposible saber con certeza el nivel final de las tasas de interés para este ciclo de endurecimiento. Tampoco tenemos forma de saber si el Banco de México será demasiado agresivo y empujará la economía a una recesión.

Por lo que creemos que los inversores deben tener la mezcla apropiada entre corto plazo para afrontar compromisos de liquidez y tasas de largo plazo que ayuden a reducir la volatilidad entre activos y pasivos, y en caso de ser necesario renta variable para incrementar los rendimientos esperados en el largo plazo.

Nuestra hipótesis base es que la economía mexicana en 2023 buscará moderar la inflación. Una inflación más baja da la flexibilidad necesaria para que el Banco de México empiece a dar señales y reducir las tasas de interés en 2023 o 2024.

Los mercados se han revalorizado significativamente, lo que hace que tanto las acciones como los bonos sean más atractivos. Recomendamos asignaciones estratégicas de activos y reequilibrarlas periódicamente. Éste es un buen momento para reevaluar los motores de rentabilidad de los portafolios de inversión para garantizar que estén suficientemente diversificadas en este entorno de mayor incertidumbre. Nuestras sugerencias para diversificar los activos incluyen:

  • Contar con un balance en instrumentos de deuda de corto y largo plazo.
  • Activos reales para la protección contra la inflación (bienes inmuebles, infraestructura y recursos naturales).
  • Activos globales que nos ayuden a diversificar moneda.
  • Activos que permitan alcanzar rendimientos más altos en el largo plazo, como renta variable e inversión alternativa.

El definir una estrategia de inversión apropiada asume un análisis particular para cada empresa, en donde se analicen entre otras variables, la demografía de la compañía, la duración de los pasivos, los niveles de liquidez, si el plan de pensiones es abierto o cerrado, el nivel de fondeo, la aversión al riesgo.

Teniendo en cuenta los retos ya mencionados y la rapidez con la que estos se producen, la velocidad de acción y decisión representa un factor relevante en el éxito de la implementación de una estrategia de inversión.

En este punto cobra relevancia el establecimiento de buenos gobiernos corporativos alrededor de los planes de pensiones. Además, se debe buscar la flexibilidad que al mismo tiempo refleje las responsabilidades fiduciarias y a proteja el plan.

Los temas por considerar podrían incluir lo siguiente

  • ¿Cuándo fue la última vez que se revisó la estructura de gobierno?
  • ¿La estructura de gobierno existente se adapta al entorno de mercado actual, o se anticipó al entorno del mercado actual?
  • ¿La estructura de gobierno existente está diseñada para actuar rápidamente?
  • ¿Permite la Política de Inversión (IPS) “grados de libertad” para que los administradores financieros sean ágiles y conscientes del riesgo para que puedan moverse con rapidez?
  • ¿Falta alguna clase de activos clave?

El objetivo es implantar una estructura de gobierno que sea sensible y reactiva al cambiante panorama de la inversión con un enfoque prudente y metódico. Y lo más importante es que una estructura de gobierno mejorada facilitará una aplicación rápida.

En última instancia, la inversión en un plan de beneficio definido consiste en gestionar el riesgo. Las compañías deben confirmar que sus estrategias de inversión están alineadas con las necesidades de sus pasivos, sean cuales sean. Al mismo tiempo, deben reequilibrar periódicamente sus asignaciones objetivo, respetar sus objetivos de largo plazo, eliminar el riesgo a medida que mejore la capitalización y considerar la posibilidad de aumentar el nivel de fondeo a medida que las tasas de interés se mantengan en estos niveles o sigan subiendo.

*Ivette Maya es directora de Inversiones en Mercer

Nota del editor: Este texto pertenece a nuestra sección de Opinión y refleja únicamente la visión del autor, no necesariamente el punto de vista de Alto Nivel.

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autor Consultora líder en Capital Humano, Inversiones, así como en el mercado de Salud y Beneficios, con sede en 43 países y operaciones en 130 naciones.
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