Así son las tendencias de la cibercriminalidad en Latinoamérica
2018 fue el peor año en cuanto registro de ciberataques en Latinoamérica, especialmente para México y Chile, cuyo sistema financiero se vio vulnerado
Por Daniel Ortiz*
La información sobre la actividad delictiva organizada es muy difícil de obtener de manera pública para que las empresas y los especialistas puedan tomar decisiones al respecto. Lo anterior es consecuencia natural del carácter reservado de la información por parte de los gobiernos, por la protección de los datos privados de los consumidores así como por el daño a la imagen de las empresas que son sujetas de fraude y que no quieren dar a conocer este tipo de afectaciones.
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Los gobiernos apenas están sistematizando su información estadística sobre ciberdelitos, sin embargo los registros oficiales solamente contabilizan las denuncias que reciben para perseguir los delitos. Esto deja muchos delitos que se cometen en el ciberespacio que no son denunciados por las personas ni por las empresas, lo que podemos llamar la cifra negra del cibercrimen.
Las personas muchas veces no saben que fueron objeto de un ciberataque y cuando lo identifican lo reportan a su banco o con la empresa que hicieron la transacción. Lamentablemente, las compañías no reportan estos ciberataques a las autoridades porque temen sanciones legales o de confianza por parte de sus clientes y prefieren asumir el costo de la reparación del daño económico en contra de sus usuarios.
Afortunadamente, hay empresas que pueden darnos información sobre las tendencias de la cibercriminalidad porque trabajan de cerca con los mayores proveedores de servicios financieros y proveedores de comercio electrónico. Este es el caso del Reporte H2 sobre Cibercrimen 2018 que publica cada año ThreatMetrix, una empresa de LexisNexis Risk Solutions. Ante la ausencia de estadísticas globales confiables provenientes de organizaciones internacionales, este es el reporte más importante para conocer las tendencias de la ciberdelincuencia.
A partir de este documento podemos afirmar que 2018 fue uno de los peores años en materia de cibercriminalidad que se tienen registrados en la historia reciente de América Latina con importantes ataques en contra del sistema financiero en México y Chile.
Para el caso de América Latina, este reporte señala algo muy preocupante y es que Brasil es la cuarta potencia global en materia de ciberataques, pero también es una potencia internacional de ataques en contra de otros países de la región como Argentina y Colombia.
Los cibercriminales brasileños se están aprovechando de las oportunidades que generan la expansión del comercio electrónico en su propio país y la ampliación de los dispositivos móviles para el uso de transacciones de pago en la región.
Brasil se encuentra solamente detrás de Estados Unidos, Canadá y Alemania como país que genera más ataques para cometer fraudes en el ciberespacio. Los principales objetivos de ataque provenientes de Brasil están dirigidos, en este orden, en contra de objetivos en Estados Unidos, Brasil, Argentina, Reino Unido y Colombia. Este último país, Colombia, resaltó como uno de los países con mayor crecimiento de ciberataques junto con Canadá, Ucrania, Sudáfrica y Ghana en 2018.
En el caso de México y Chile supimos por los medios de comunicación que sus principales bancos fueron objetos de ciberataques exitosos por parte de criminales originarios de sus propios países. Inclusive el Banco de Comercio Exterior de México (Bancomext) recibió el ataque de un grupo de cibercriminales de origen norcoreano que intentaron, sin éxito, extraer 110 millones de dólares.
El Reporte H2 sobre Cibercrimen 2018 puede medir la tasa de ataques cibercriminales en varios sentidos para poder observar variaciones anuales y con esto prever tendencias globales. Para el caso de América Latina destaca que el riesgo en los sistemas de pago aumentó un 16% comparado con 2017.
Las transacciones de servicios financieros tienen más probabilidades de ser atacadas, con un 12.3% del volumen total y un 9.8% solo para dispositivos móviles. Esto indica la vulnerabilidad de la región al fraude de servicios financieros, ya que las distintas opciones comerciales en línea y móviles continúan evolucionando.
El riesgo para las transacciones móviles en particular parece estar creciendo. Los ataques de servicios financieros han aumentado un 38% en general, pero los ataques móviles han aumentado un 51% año con año.
Aunque la plataforma ThreatMetrix ve un crecimiento en los ataques en todos los casos, es en la creación de nuevas cuentas de usuarios las que experimentan el mayor crecimiento de ataques con un 130% anual.
Por otro lado, conocemos por este informe que las transacciones móviles representaron casi la mitad del total de transacciones comerciales en la segunda mitad de 2018. Claramente el aumento en el ritmo del crecimiento global de los dispositivos móviles va de la mano con un incremento de la cibercriminalidad que utiliza este nuevo medio para cometer fraudes en las transacciones comerciales y financieras.
En conclusión, América Latina es una de las regiones con las mayores tasas de crecimiento de la cibercriminalidad en el mundo. Aunque los gobiernos están realizando esfuerzos importantes para actualizar sus legislaciones nacionales, aumentar los niveles de coordinación interna y mejorar los instrumentos de cooperación internacional en materia del combate a la ciberdelincuencia, el rápido crecimiento económico y la adopción de nuevas herramientas tecnológicas en la vida económica de los latinoamericanos ofrece lamentables espacios para delincuencia organizada.
Las empresas deben seguir observando las tendencias globales de la cibercriminalidad para reducir las brechas de seguridad que pueden tener sus sistemas con respecto a la interacción con sus clientes y futuros usuarios de sus servicios.
*Director de Desarrollo de Negocio para Latinoamérica de LexisNexis® Risk Solutions México
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