¿Se mantendrá la estabilidad e iniciará la recuperación económica en 2020?
Se mantuvo la estabilidad, en 2019 pero se perdió dinamismo. Para 2020, muy pocos esperan un rebote, aunque tampoco una crisis.
Por Eduardo Sojo Garza-Aldape*
Si quisiéramos resumir en pocas palabras cómo ha evolucionado la economía en el primer año del sexenio, diríamos que se ha mantenido la estabilidad económica en el contexto de una economía estancada que genera pocos empleos formales. Y si quisiéramos sintetizar las principales inquietudes respecto a 2020, preguntaríamos: ¿se va a mantener la estabilidad económica el próximo año?, ¿será 2020 el primer año de la recuperación o el segundo de estancamiento? La pregunta más relevante es, sin duda, ¿dónde quedó el crecimiento de 4% promedio anual para el sexenio?
Respecto de 2019, la evolución de las principales variables macroeconómicas ha sido satisfactoria, el tipo de cambio se ha mantenido en un rango relativamente pequeño, la inflación ha disminuido de manera significativa, para llegar a una tasa de 3.02% en octubre, ha bajado también la tasa de interés y el riesgo país; y el porcentaje que representa la deuda respecto del PIB en los primeros nueve meses del año, 43.7%, fue inferior al nivel alcanzado en 2018.
Desafortunadamente, el primer año de gobierno también ha ido acompañado de un estancamiento inusual de la economía mexicana, dado el dinamismo que ha tenido Estados Unidos. La mediana del crecimiento esperado para 2019 de la Encuesta de Especialistas en Economía del Sector Privado, del Banco de México (Banxico), anda en 0.2%, cuando hace un año se esperaba un crecimiento de 2.2%. Lo anterior ha ido acompañado de una menor generación de empleos formales. De acuerdo con cifras del IMSS para el mes de octubre, si se toman los últimos 12 meses, la generación de empleos formales ascendió a 371,245 puestos de trabajo, la mitad de los generados en el período anterior: 732,505.
En síntesis, 2019 no fue un buen año en materia económica: se mantuvo la estabilidad, pero se perdió dinamismo. Para 2020, muy pocos esperan un rebote, pero, de la misma manera, solo un reducido número de analistas espera una crisis.
Los especialistas que participan en la encuesta de Banxico anticipan que las principales variables macrofinancieras se mantendrán en orden. Estiman que la inflación termine el año próximo en 3.5%, el tipo de cambio en 20.10 pesos y la tasa de interés objetivo en 6.75%.
Mantener la estabilidad económica va a depender fundamentalmente de que se cumplan las estimaciones de ingresos previstas por la SHCP, que dependen, en muy buena medida, del crecimiento de la economía y de la recuperación de la plataforma petrolera prevista por Pemex. Por ello, mi posición es menos optimista que la reportada en la encuesta.
Respecto del crecimiento, la mediana de la encuesta de Banxico lo ubica en 1.2%. Parece optimista si consideramos que, por el lado del mercado externo, las exportaciones no petroleras han perdido dinamismo y se espera un menor crecimiento de Estados Unidos. Por el lado del mercado interno, el consumo privado también ha perdido dinamismo y el gasto de gobierno va a estar muy limitado por la política de austeridad, la disminución de los fondos de estabilización y el compromiso de mantener finanzas públicas sanas. Solo nos queda la inversión.
Por el lado de la inversión del sector público, el presupuesto para 2020 contempla una caída de 5.4% en términos reales, por lo que el destino del crecimiento económico para 2020 descansa en la inversión público-privada en infraestructura y la inversión privada nacional y extranjera, que dependen de la confianza que, hasta ahora, no se han ganado, ni el ejecutivo federal, ni el legislativo en manos de Morena. Por ello y porque aun si tienen éxito el Programa Nacional de Infraestructura y la política de vivienda, tomará tiempo el desarrollo de los proyectos, yo sería más pesimista que los especialistas en economía consultados por Banxico.
¿Qué tendría que pasar para que se retomara la confianza? Un entorno externo favorable y un golpe de timón en las políticas públicas de la presente administración, pero ninguno de los dos tiene hoy una alta probabilidad.
*Eduardo Sojo es Director general del Laboratorio Nacional de Políticas Públicas del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE)
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