Septiembre fue un mes negro para las bolsas del mundo
La Bolsa Mexicana de Valores se ‘salvó’ de las caídas generalizadas, pero se ha vuelto un mercado irrelevante a nivel global.
A principios de septiembre nos preguntamos si este mes sería complicado para las bolsas de valores, debido a los antecedentes que señalan malos resultados en septiembre, con algunos de los desplomes históricos.
El contexto de entonces no resultaba favorable, debido a que desde aquellos días se observaban las intensas presiones inflacionarias, así como la posibilidad de que los bancos centrales, especialmente el de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), reaccionaran en consecuencia y siguieran incrementando sus tasas.
Lamentablemente la respuesta fue positiva, estamos frente a un septiembre negro para los mercados de valores en muchas partes del mundo, especialmente en la bolsa de Nueva York.
De acuerdo a las cifras preliminares y salvo que este viernes los mercados terminen el mes con un auténtico rally, Wall Street se habrá desplomado durante septiembre.
Así, el S&P500, el índice bursátil de mayor capitalización en el mundo, registra una caída de 7.98 por ciento en este aciago mes; por su parte, el Dow Jones reporta una caída de 7.31 por ciento. Pero sin lugar a dudas el mayor ajuste en Wall Street tiene verificativo en el sector tecnológico, al desplomarse el índice Nasdaq 12.60 por ciento, a falta de la sesión de cierre de mes.
El fantasma de Volcker, determinante
El banco central de Estados Unidos, y especialmente su presidente, Jerome Powell, fueron determinantes para la caída de Wall Street durante septiembre. En cierto modo y en realidad, el fantasma de Paul Volcker, el decimosegundo presidente de la Fed, entre los años 1979 a 1987, también tuvo que ver con los estragos.
Las presiones sobre la inflación son evidentes, lo fueron a lo largo de todo septiembre y lo serán por un tiempo; ante dicha situación, durante el anuncio tras la reunión de política monetaria de la Fed, el 21 de septiembre, los mercados y los inversionistas del mundo en general se vieron sorprendidos no tanto por el aumento de la tasa de la Fed, algo esperado ampliamente, sino por el tono agresivo de Powell al referirse a la lucha que lleva a cabo el organismo en contra de la inflación.
Jerome Powell volvió a señalar que la economía del país resentirá “cierto dolor” para controlar la inflación y regresarla al objetivo de 2 por ciento anual, pero que el organismo hará todo lo necesario para lograrlo.
Powell se ha referido en varias ocasiones a la lucha en contra de la inflación, que hizo el expresidente de la Fed Paul Volcker en la década de los años setenta y principios de los ochentas, a costa de generar una recesión.
Los inversionistas consideran que Powell no dudará en llevar a la economía a una recesión, aunque no lo diga. Pero los temores giran en torno a la profundidad y duración de una eventual recesión, eso tiró a las bolsas de valores.
Desde luego, no podemos olvidar el contexto geopolítico, la guerra que parece no tener fin entre Rusia y Ucrania, junto con los riesgos por el conflicto entre el mismo Estados Unidos y China por Taiwán; además, una crisis en Europa que se hace cada vez más profunda, las presiones sobre los precios de las materias primas, la creciente inflación en todo el planeta, etc. El caso es que la economía global está en problemas, y eso lo reflejan los mercados.
Otros grandes descalabros
Pero la bolsa de Nueva York no fue la única afectada en este septiembre negro para los mercados de valores, en realidad se registra un desplome bursátil global en este mes. Por ejemplo, la bolsa de Hong Kong termina el periodo con una caída de 14 por ciento; en Inglaterra la bolsa de valores se cayó 5.52 por ciento durante septiembre; la bolsa de Francia acumuló un retroceso de 7.31 por ciento; por su parte, la bolsa de Corea del Sur perdió 12.57 por ciento. Fue una caída generalizada, un septiembre negro que solamente confirma el momento de crisis global por el que pasamos.
La BMV se salvó, pero no es para festejar
En México y Latinoamérica los resultados no fueron tan desalentadores a pesar de todo. Sin embargo, incluso cuando las buenas noticias se presentan puede ser que no sean tan buenas.
La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) registró en su principal indicador una ganancia de 0.40 por ciento en el cierre preliminar, pese a los descalabros en Wall Street. Sin embargo, nuestro mercado, más que defensivo para los accionistas de otras partes del mundo, se ha vuelto irrelevante. Sus volúmenes prácticamente no se mueven y la salida de emisoras es una mala señal que no se borra fácilmente.
La bolsa de la otra gran economía de Latinoamérica, el Bovespa de Brasil, tuvo un descalabro de 1.7 por ciento en forma acumulada durante septiembre, a falta de la sesión de cierre y también a unas horas de que se lleve a cabo la elección presidencial en ese país, programada para el domingo 2 de octubre. Es el mismo caso, el mercado brasileño es irrelevante y en cierta forma riesgoso para los capitales, que se mueven en otras direcciones.
Latinoamérica está inmersa en sus propios problemas, con bajos índices de crecimiento y pérdida de atractivo para invertir, salvo algunas excepciones. Lo peor es que en estas condiciones enfrentará la casi inevitable recesión global.
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