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La ‘sequía bursátil’ en México, por estas razones las empresas se van y ninguna llega a la Bolsa

12-09-2022, 2:18:19 PM Por:
© Especial

La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) lleva cinco años sin una nueva oferta pública inicial y más empresas deciden irse. Esto tendría que pasar para que acabe la sequía.

Desde Sanborns hasta Grupo Financiero Monex, pasando por Aeroméxico, Lala, Bio Pappel y Bachoco, el éxodo bursátil en México ya no puede ocultarse.

Para la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), 2022 ha representado un año de deslistes y ya acumula cinco años sin una Oferta Pública Inicial (OPI), es decir, sin que alguna empresa haya acudido al mercado de valores a colocar parte de su capital para obtener financiamiento.

En lo que va del año el principal indicador de la BMV, el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC), ha perdido 11.7 por ciento, afectado por la tendencia global debido a la agresiva escalada de las tasas de interés por parte de los bancos centrales.

En 2018 empezó a operar la Bolsa Institucional de Valores (BIVA), otra plaza bursátil cuyo principal objetivo es atraer con tecnología y otras ventajas a empresas menos grandes a cotizar en el mercado mexicano. Sin embargo, la última oferta pública inicial (OPI) realizada en BIVA fue en 2020 por parte de la empresa de capital español Cox Energy.

Sin contar esa colocación, ha pasado un lustro en el que ninguna empresa más ha optado por ofrecer sus acciones en el mercado bursátil mexicano y, al contrario, cada vez más emisoras deciden irse. Aquí enumeramos las razones por las que las compañías ven menos atractivo cotizar en la bolsa mexicana, y qué tendría que pasar para que vuelva el interés para cotizar en el mercado mexicano.

Mercado grande, Bolsa chica

Las cifras más recientes de la Federación Mundial de Bolsas (WFE) señalan que la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) ocupa el sitio 26 a nivel global por el índice del Valor de Capitalización en dólares.

Quizás no es un mal sitio, considerando que los primeros lugares evidentemente están ocupados por mercados de naciones industrializadas o por bolsas de países en desarrollo que claramente tienen un mayor dinamismo, como es el caso de las naciones asiáticas.

Pero, el mercado mexicano tiene dos graves problemas; el primero es que se encuentra altamente concentrado, no es un mercado diversificado, las empresas que cotizan son pocas y las que verdaderamente “mueven” el mercado son muchas menos. El segundo problema es precisamente el bajo nivel de emisoras que “cotizan” en el mercado.

La BMV registró al inicio de año un total de 144 empresas listadas, hoy son menos. En este segmento, el mercado mexicano está considerado como el que menor número de empresas listadas tiene, se encuentra debajo de la bolsa de valores de Arabia Saudita, que tiene 227 emisoras; y la de Suiza, que cuenta con 232 empresas. En Latinoamérica, la BMV solo supera a la bolsa de Argentina que apenas tiene 87 emisoras listadas, y también a la bolsa de Colombia, cuyas empresas que cotizan son únicamente 65.

De acuerdo con las cifras de la WFE, el valor de capitalización de la BMV ascendió al cierre del primer semestre de este año a 447 mil 220 millones de dólares. Pareciera un mercado grande con una cifra muy relevante, y lo es, pero según los estándares con los que se quiera comparar.

El mercado mexicano es 62 veces más chico que la mayor bolsa del mundo, el Nasdaq, que tiene un valor de capitalización superior a los 25 billones de dólares; eso nos explica por qué el mundo tiembla literalmente cada que sucede algo en dicho mercado.

Si el Nasdaq fuera una nación, sencillamente sería la más importante del planeta, mientras nuestro mercado sería un país más en el concierto mundial.

Pero hay algo todavía peor; en el mercado mexicano las emisoras Walmart, América Móvil, Grupo México, Grupo Financiero Inbursa y Femsa, acaparan poco menos del 55 por ciento del valor total de capitalización, el resto se reparte entre 139 emisoras.

Empresas ven valuaciones injustas

Juan Rich, director de análisis y estrategia bursátil del banco Ve por Más, indica que algunas empresas han optado por deslistarse de la Bolsa Mexicana porque ven que sus acciones tienen una valuación menor al desempeño que han mostrado sus compañías, y deciden migrar a plazas bursátiles de otros países.

“Para muchas empresas que han tenido buenos resultados y que dan más utilidades, la valuación de sus acciones no ha subido, o inclusive ha disminuido”,

remarca el especialista.

Ignacio Ibarra, director del Programa de Economía del Tecnológico de Monterrey campus Puebla, señala el caso de Aeroméxico, pues la aerolínea mexicana salió de la BMV mientras realizaba su proceso de reestructura y, a la vez, se preparaba para entrar a la Bolsa de Nueva York.

“Eso es una señal muy clara. No es casual también que otras empresas también busquen hacer ese proceso.”

Costos altos y financiamiento poco atractivo en Bolsa

El académico también considera que varias empresas no están en la bolsa para obtener recursos, sino para cumplir con políticas de transparencia y seguir las mejores prácticas de gobierno corporativo, pero el costo de mantenerse cotizando es más alto que los beneficios.

“Los costos por participar en la BMV son un poco más altos de lo que ellos consideran para mantenerse enlistados. Algunas de esas empresas consideran ya no seguir con esa estrategia, ya sea porque han alcanzado un nivel de madurez en el mercado, o ya no encuentran incentivos en México”, añade.

Juan Rich, de Ve por Más, recuerda que venimos de años con tasas de interés en mínimos y muchas empresas encontraban menos atractivo financiarse a través del mercado bursátil.

“Si te están prestando a tasas históricamente bajas, como las que tuvimos en los últimos años, en los que los Cetes llegaron a estar cerca del 4%, en el 2021, se ve complicado que puedas tener una colocación con esos niveles de tasa.”

Marco regulatorio obsoleto

La actual Ley del Mercado de Valores en México está vigente desde 2005, y solamente ha tenido una modificación en 2019. Desde entonces, han ocurrido dos crisis económicas globales, las comunicaciones y tecnología crecieron a pasos agigantados, los mercados financieros resistieron los choques económicos, la banca comenzó a flexibilizarse y surgieron las critpomonedas.

Sin embargo, el marco regulatorio mexicano se mantiene casi igual que antes de todos los anteriores sucesos.

Se ha puesto en la mesa modificar la Ley del Mercado de Valores, y poner en el centro de la estrategia la flexibilización regulatoria para permitir el acceso a las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMes), al mercado mexicano.

El problema es que la intención de abrir el mercado a las PyMes no es nueva, tiene varias décadas y nunca se ha concretado. Amén de lo anterior, México en general nunca se ha destacado por revisar, cambiar y publicar de manera expedita una ley tan importante como la del Mercado de Valores.

De acuerdo con cifras de cierre de 2021 de la Secretaría de Economía, nuestro país cuenta con 4.2 millones de micro, pequeñas y medianas empresas (MIPyMES), que aportan el 53 por ciento del Producto Interno Bruto Nacional (PIB) y generan 78 por ciento del empleo formal.

Por si fuera poco, desde hace años funciona en México el Sistema Internacional de Cotizaciones (SIC), que permite comprar acciones de empresas que cotizan en otros países.

Si tú tienes esa posibilidad, la pregunta sería, ¿Por qué no estarías comprando acciones de Apple, Telsa, o de otras empresas muy grandes, y dejas de comprar en las empresas que están en México?”,

cuestiona Ignacio Ibarra.

¿Cuándo se acabará la sequía en la Bolsa?

Además de las razones anteriores, el entorno económico y la incertidumbre sobre el crecimiento hace que las perspectivas sean menos halagüeñas para que las empresas que aún cotizan en bolsa consideren quedarse y otras se animen a listarse.

Sin embargo, hay dos razones por las que las empresas podrían reconsiderar quedarse o entrar a Bolsa. La primera ya está ocurriendo: las tasas de interés están subiendo en todo el mundo para abatir la creciente inflación, lo que hace el financiamiento más caro.

“Si la perspectiva de tasas altas se mantiene, pues el refinanciamiento de deuda se vuelve más complicado, esto podría traer unas sorpresas y que las empresas vuelvan a ver el mercado de capitales como una opción de financiamiento”,

dice Juan Rich, de Ve por Más.

La segunda razón, de acuerdo con el directivo, es que las emisoras mexicanas presenten resultados más sólidos en el tercer trimestre de 2022 y eso se refleje en sus valuaciones.

“Muchas empresas dentro del mercado mexicano han hecho esfuerzos para mejorar el nivel de ingresos y, más importante, mantener las eficiencias que les han permitido mantener la rentabilidad y hasta mejorarla. Si el mercado empieza a reconocer las valuaciones y mejoran, eso podría traer a más empresas a colocarse en bolsa”, apunta.

Con información de Francisco Muciño.

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