¿Se acerca otro ciclo del “súper peso”? Estas son sus posibilidades
La moneda mexicana tiene una particularidad que ya quisieran muchas otras en el mundo: su cercanía geográfica con la mayor economía del planeta, y sus acuerdos comerciales con la misma.
El peso se ubicó este jueves en 19.9190 unidades por dólar en el mercado interbancario, de acuerdo con el cierre oficial del banco central mexicano, su nivel de mayor solidez desde pasado 4 de marzo. Es cierto, rompió el piso de 20 unidades por dólar en un movimiento inesperado, en este espacio habíamos señalado en alguna ocasión que nuestra divisa difícilmente cotizaría en menos de 20 unidades, pero el mercado dijo otra cosa.
Si algo caracteriza al peso es la serie de ciclos que registra prácticamente siempre. Algunos son cortos, otros más prolongados y otros incluso han durado años. Se ha señalado que el peso es una de las monedas más líquidas del mundo, lo cual es cierto; lo que no se dice muy seguido es que dicha liquidez obedece a que el mercado mexicano es altamente especulativo, los capitales encuentran en él atributos que casi ningún mercado tiene: cercanía con la bolsa de valores y la economía más influyente del mundo, un acuerdo comercial que “ata” a las monedas y a los mercados, más un beneficio financiero difícil de ignorar en un mundo en el que el cero se ha vuelto la constante en muchas de las naciones industrializadas.
No significa que los inversionistas no se fijen en las fortalezas de la economía mexicana, es simplemente que dichas fortalezas son más significativas en un país tan cercano a Estados Unidos, eso explica que el peso es muy superior en bursatilidad global al real brasileño, la divisa de la mayor economía latinoamericana que debería ser una moneda más negociada.
Todo lo anterior es relevante para comprender por qué el peso se encuentra constantemente inmerso en ciclos como el actual; desde hace al menos dos décadas la divisa mexicana tiene dicha particularidad, es cierto que se encuentra sujeta a las fuerzas del mercado, pero hay de fuerza a fuerzas, los capitales son mucho más fuertes que las expectativas negativas si encuentran buenos rendimientos, es el caso actual y el de muchas otras ocasiones.
Los otros ciclos del peso
Luego del colapso del peso en diciembre de 1994, la divisa poco a poco fue depreciándose a partir de la segunda mitad de 1995, cuando se estabilizó relativamente. Las cifras económicas y el ciclo positivo de la economía de Estados Unidos le permitieron al peso cotizar desde 5 pesos por dólar hasta 9 unidades en los siguientes 7 años.
Fue hasta septiembre del año 2002, ya en este siglo cuando tocó por primera vez y se consolidó en 10 pesos por dólar. Tuvo un breve “regreso” un mes después a un nivel de 9.9550 pesos, pero de inmediato recuperó la cuota de 10 unidades y empezó entonces un largo periodo de 6 años en el que se movió entre 12.30 y 10.30 pesos por dólar, lo que significó una variación de 19.41 por ciento en este periodo. Tuvo que llegar la crisis subprime para acabar con este ciclo.
El peso se depreció entonces a 13, 14 y hasta 15 unidades entre octubre de 2008 y marzo de 2009, como consecuencia de la incertidumbre mundial ante una crisis que entonces era considerada la más grave desde la Gran Depresión.
Pero el peso entró nuevamente en un largo ciclo de 6 años, de marzo de 2009 a febrero de 2015, periodo en el que se registró un mínimo de 11.52 pesos por dólar en el mercado interbancario, eso significaba una apreciación de 25.62 por ciento entre máximo y mínimo del periodo.
Tras el “regreso” a la cotización de 15 unidades pasó poco más de un año para que se alcanzara otro soporte psicológico, el de los 20 pesos por dólar, en noviembre de 2016 y la cotización se mantuvo en 20 unidades e incluso arriba por 4 meses. Después inició un periodo más, ahora de menor duración, pero que llevó al tipo de cambio a un mínimo de 17.53 unidades, lo que representa una apreciación de 20.31 por ciento.
Así nos agarró el cambio de administración, con un tipo de cambio alrededor de los 20 pesos, nivel que ya rompió nuevamente. Con el panorama antes señalado hay varias preguntas que vale la pena hacerse, entre ellas destacan:
¿Estamos frente al inicio de otro ciclo favorable en el tipo de cambio?
La respuesta es muy difícil de dar. Lo que sí podemos señalar es que en este momento el peso ha registrado una apreciación incluso superior al de otros periodos pero en un lapso muy corto de tiempo. El peso se ha apreciado 21.28 por ciento entre marzo y diciembre, 9 meses, lo que le tomó años en otros tiempos.
¿Por qué se ha apreciado tanto el peso en medio de un desplome del PIB de 9% para 2020?
Lo hemos señalado en innumerables ocasiones y lo reiteramos una vez más. La apreciación del peso poco tiene que ver con el panorama económico mexicano y mucho con el contexto global, especialmente en momentos en los que los capitales buscan rendimiento y seguridad, México se los ofrece aunque sea de corto plazo.
¿Regresará el súper peso?
Si es por el desempeño económico del país esperado en los próximos años, no es algo que se vea factible; pero si es por los movimientos de capital que seguirán buscando refugios seguros y altamente rentables (Sí, aunque no lo crea una tasa de 4.25% es en estos tiempos muy alta), el peso podría vivir otro superciclo, lo veremos.
¿Hay riesgos para el peso en el corto plazo?
También los hemos señalado en otras ocasiones, los riesgos son los mismos que ahora le benefician. Si por ejemplo los bancos centrales empiezan en algún momento a evaluar la posibilidad de retirar los estímulos fiscales paulatinamente, el peso estaría en una posición de debilidad.
¿Puede una moneda estar fuerte en el mercado a pesar de que su economía está deprimida y con perspectiva negativa?
Si algo nos han enseñado los últimos meses es que casi todo es posible. De modo que la respuesta es totalmente afirmativa y para muestra basta un botón ,ese botón se llama peso mexicano.
