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Finanzas

¿Las tasas de interés llegarán a doble dígito en México? Lo veremos al final de 2022

22-09-2022, 9:25:56 AM Por:
© Especial

Parece casi inevitable que el costo del dinero en México llega a doble dígito por primera vez en dos décadas.

El escenario financiero sigue complicándose a nivel global y en México los efectos se sentirán casi inevitablemente. La desaceleración económica en Estados Unidos será una realidad este y el próximo año, además de que los vientos de recesión siguen fuertes. No hay mucho por hacer más allá de consignar lo que se espera y mantener el tema como prioritario en la agenda económica del país, para tratar de disminuir cualquiera de los muchos efectos que tendrá.

Fed no sorprendió con alza de tasa, pero sí con pronósticos

Finalmente, sin ninguna sorpresa y tal como esperaban los mercados, el Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), decidió aumentar su tasa de referencia para fondos federales en 75 puntos base, para colocarse en un rango de entre 3.00 a 3.25 por ciento. Se trata de su mayor nivel desde el año 2008.

Pero, sin duda, donde sí hubo sorpresa y llevó a que los mercados mantuvieran su sesgo negativo de las últimas semanas, fue en una serie de datos y proyecciones que no hacen sino alimentar las expectativas de que la recesión en Estados Unidos está cada vez más cerca, y que el crecimiento económico tendrá muchos problemas para mantenerse.

En este contexto, el poderoso banco central estadounidense actualizó sus proyecciones económicas; por ejemplo, señaló que la tasa de interés podría cerrar 2022 en un nivel aproximado de 4.4 por ciento, que se compara desfavorablemente con la proyección de 3.8 por ciento anunciada en junio pasado.

Más allá, para 2023 esta misma tasa de referencia apenas bajará a 3.9 por ciento al cierre del año, superior a la expectativa de 3.4 por ciento también anunciada en junio.

En cuanto al crecimiento económico, la Fed no anunció una recesión, pero sí algo muy cercano, ya que estimó que el país tendrá un crecimiento este año de apenas 0.2 por ciento, que es un verdadero desplome frente a la expectativa que se tenía en junio pasado cuando se esperaba un crecimiento de 1.7 por ciento.

La inflación también sufrió un ajuste nada favorable, según la Fed este indicador terminará este año en niveles de 4.5 por ciento y que el desempleo suba a una tasa de 3.8 por ciento.

Jerome Powell advirtió que no hay una manera indolora de lograr la estabilidad de precios. En este sentido, un aumento en el desempleo y un periodo de crecimiento debajo de la tendencia histórica son necesarios para volver a registrar un mercado laboral saludable de largo plazo y un crecimiento estable.

De no hacerlo, advirtió Powell, el proceso sería más doloroso, con expectativas inflacionarias desancladas que impactarían más en la economía del país.

Powell dijo que la evidencia histórica señala que no se deben relajar las condiciones monetarias antes de tiempo.

Por otro lado, Larry Summers, exsecretario del Tesoro estadounidense, hizo recientemente un comentario similar en una entrevista. Lo anterior deja claro que la Fed prefiere incluso exagerar en el incremento de tasas de interés, hasta tener evidencia plena de que logró su objetivo.

Todo lo anterior fueron malas noticias para los mercados financieros del mundo, y también para las economías. Una vez más, México no puede mantenerse aislado, menos cuando Estados Unidos es nuestro principal socio comercial y hay una clara interrelación en los mercados financieros.

Las consecuencias para México

Estrictamente hablando de los efectos del alza de tasas de la Fed en México, es muy claro que la misma tendencia se observará en nuestro país.

Sin embargo, este aumento de tasas será un referente muy importante para nuestro mercado, ya que es casi inevitable que la tasa de corto plazo de los Cetes en el mercado de dinero, la de 28 días, suba a doble dígito, algo que no hemos visto en más de dos décadas, inusitado para las nuevas generaciones, gran parte de ellas no habían visto este fenómeno en su vida, o eran muy pequeños cuando sucedió.

Si consideramos que entre los mercados de México y Estados Unidos hay un margen en la tasa de interés de aproximadamente 600 puntos base o de 6 puntos porcentuales, y si al cierre de 2022 la tasa de fondos federales en Estados Unidos cerrará en un aproximado de 4.4 por ciento, entonces es inevitable que en nuestro país la tasa de referencia de Banxico se colocará cuando menos en 10 por ciento porque Banxico deberá realizar ajustes al alza para mantener el mismo diferencial. Luego entonces, la tasa de corto plazo en el mercado de dinero, que sirve para el resto de los indicadores en el mercado financiero nacional, la de los Cetes a 28 días, no solo se colocará sino incluso rebasará el nivel de 10 por ciento.

La última ocasión en la que la tasa de referencia de los Cetes a 28 días estuvo en doble dígito fue el martes 7 de junio de 2001 cuando se ubicó en 10.39 por ciento, la semana inmediata registró un importante descenso de 0.88 puntos y se fijó en 9.51 por ciento, desde entonces no se ubica en doble dígito.

En México, existen al menos dos generaciones de mexicanos que no saben lo que son tasas de 10 por ciento como referente en los Cetes, ni tampoco en la referencia de Banxico.

Prácticamente toda la generación Millennial no ha visto tasas de referencia mayores a un dígito durante su vida laboral. Por su parte los Centennial, que se incorporan poco a poco al mercado laboral, afortunadamente no tienen la menor idea de lo que es una tasa de 10 por ciento como referencia, no conocen un referente de doble dígito.

Es ya casi inevitable ver una escalada alcista en las tasas de interés de nuestro mercado, que no hemos observado en más de dos décadas, en los albores del siglo.

Incluso, en esa época las condiciones eran distintas ya que la tendencia en las tasas era exactamente inversa, a la baja; en contraste, hoy tienen una trayectoria alcista que no terminará en el corto plazo.

Los efectos en los mercados financieros serán diversos, pero de manera especial en los bolsillos de los sujetos de crédito, y también en las condiciones de los nuevos créditos. Estamos frente a un fenómeno que no se ha visto en mucho tiempo.

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