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Finanzas

La “cobija presupuestal” se achica: 8 de cada 10 pesos ya están comprometidos

28-09-2022, 8:53:52 AM Por:

El secretario Rogelio Ramírez de la O señaló ante diputados que el 80% de los ingresos de 2023 se usarán en gastos obligatorios.

Hace 22 años, poco antes de que el entonces presidente electo, Vicente Fox Quesada, asumiera como titular del ejecutivo federal, primera vez en 70 años que un presidente no emanado de las filas del entonces partido en el poder rendiría protesta; previo a ello, las autoridades hacendarias hicieron una peculiar declaración con dedicatoria directa al próximo presidente: “la cobija presupuestal es muy chica y no alcanza para cubrir a todos“, señalaron.

Cuando Fox y su equipo entraron en funciones pudieron constatar casi de inmediato que la advertencia no había sido en vano, efectivamente los ingresos eran insuficientes para abarcar todos los gastos requeridos para la expansión de la economía, pronto el presidente que había llegado al poder prometiendo acabar con muchos vicios e impulsar el crecimiento de la economía, se enfrentó con la triste realidad.

Tal parece que más de dos décadas después la situación no ha cambiado, por más que en la presente administración se ha gritado a los 4 vientos que los recursos se gastan mejor que nunca, que tenemos ingresos extraordinarios gracias a la actividad recaudatoria (lo cual es cierto, pero no necesariamente un factor de impulso para el desarrollo nacional, al menos en el corto plazo) y que México vive un momento estelar en finanzas públicas.

Ayer, el propio titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O, durante su comparecencia en la Cámara de Diputados por la Glosa del IV Informe de Gobierno y el Paquete Económico 2023, se encargó de confirmar lo que es un secreto a voces: los ingresos y recursos con los que cuenta el estado mexicano son insuficientes para satisfacer todas las necesidades de una economía como la de México, en pocas palabras, 22 años después “la cobija sigue siendo chica”, no alcanza a cubrir a todos.

Rogelio Ramírez de la O expresó lo siguiente en medio de la lluvia de cifras y datos que llevó ex profeso para argumentar ante los legisladores la política económica del actual gobierno: “Ocho de cada 10 pesos del gasto neto total corresponden a gastos obligatorios“.

En otras palabras, lo que el titular de las finanzas públicas nos quiso decir es que el 80 por ciento de los ingresos presupuestados ya están comprometidos porque forman parte de las obligaciones (gastos obligatorios), que tiene el gobierno: gasto corriente, programas sociales, pago de pensiones y un largo etcétera. Visto así, por cada 100 pesos al país y al gobierno le quedan 20 pesos para gastar en “otras cosas”, insuficiente a todas luces.

Indispensable una reforma fiscal, también lo reconoce Ramírez de la O

Con el estilo característico de los funcionarios públicos hacendarios, unos más que otros, el titular de las finanzas públicas dio la receta que este país necesita para que las finanzas públicas salgan del estancamiento presupuestario en el que se encuentran y el país logre obtener los recursos para impulsar el crecimiento nacional.

No es ningún secreto, lo supieron todos en el pasado, lo saben los que actualmente tienen la responsabilidad de gobernar y lo saben quienes algún día podrían hacerlo: lo que este país necesita es ponerse de acuerdo e impulsar una gran Reforma Fiscal.

Ramírez de la O lo señaló en su lenguaje, sin decirlo directamente: “el Paquete Económico del próximo año sienta las bases de trabajo para el final del sexenio, y permitirá que la próxima administración, a iniciar en 2024, sea la del año de consolidación fiscal para este proyecto de nación”, señaló el funcionario.

Traduciendo a Ramírez de la O, el funcionario expresó que, desde su punto de vista, en este sexenio se están sentando las bases para que la siguiente administración, en sus inicios, lleve a cabo la gran Reforma Fiscal que México requiere. Veremos en el futuro si esto es cierto, más de una administración ha señalado lo mismo, haber sentado las bases para una gran reforma fiscal, que debió haber llegado hace décadas.

Sin embargo, algunos analistas señalan que, más bien, este gobierno puede estar sentando las bases para el estallido de una crisis en finanzas públicas en el futuro cercano.

Por ejemplo, hace unos días un análisis del IMCO señaló que, pese a la política de austeridad impuesta por el Gobierno federal, el gasto gubernamental no ha parado de crecer en el sexenio.

Así, pasamos de 5.8 billones de pesos en 2019 a 7.1 billones de pesos para 2022. Lo que cambió fueron las prioridades y los gastos inevitables. Empezamos con el gasto no programable, es decir, aquel que se destina al cumplimiento de obligaciones como pagos pendientes de años anteriores, gastos destinados a cubrir comisiones e intereses de la deuda pública. Para este año, este tipo de gastos ocupa el 26% de todo el presupuesto. Casi 2 de cada 10 pesos se van a pensiones y hay mayores recursos comprometidos para el pago de la deuda pública (aumentó 6.7% con respecto al año anterior), este rubro aumentará más en los próximos meses por el incremento de las tasas de interés.

Como vemos, la “cobija presupuestaria” sigue siendo chica, demasiado pequeña para el tamaño de las necesidades que tiene una nación como la nuestra, han pasado 22 años de la advertencia que sonaba en ese momento a burla, hoy vemos que es totalmente real.

SHCP entierra PIB de 5%

También, sin mencionarlo directamente, el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) enterró para lo que resta del sexenio un crecimiento de 5 por ciento, el hecho de ni siquiera haberlo mencionado como una posibilidad y su “optimismo” hacia una tasa de 3 por ciento, acabó por enterrar ese mito que seguramente seguirá vivo en algunos discursos, sin más base que el optimismo.

Ramírez de la O ratificó su expectativa de crecimiento para el año siguiente de 3 por ciento, aunque dijo que existe un rango de variación y que la institución a su cargo tomó el rango alto, el de 3 por ciento, porque son optimistas respecto al crecimiento de la economía mexicana, con base en las cifras recientes, destacó los tres trimestres seguidos de expansión que se han registrado.

Sin embargo, el titular de Hacienda entró en confrontación y hasta se molestó cuando los legisladores de oposición le reclamaron sobre estas cifras de crecimiento, e ignoró por completo las proyecciones excesivas, ni siquiera quiso mencionar la tasa de 5 por ciento como una posibilidad lejana. Y es que, a fuerza de ser sinceros, un PIB de 5 a 7 por ciento, como se prometió incluso no hace mucho este mismo año, es un verdadero sueño, por llamarlo de alguna manera.

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