Fortaleza del peso: el capítulo que los analistas han visto muchas veces
Las tasas son el verdadero "imán" para los capitales, no es que estos se encuentren maravillados con la economía mexicana y la fortaleza del peso
Ayer lunes 8 de julio el dólar interbancario rompió el piso de 19 pesos en un escenario de mayor fortaleza para el peso, al menos en el papel, la moneda mexicana mantiene una fuerza que no se esperaban muchos de los analistas y quienes operan en los mercados nacionales.
Sin embargo, la pregunta sigue en el aire, ¿es la fortaleza del peso signo de que la economía mexicana va por buen camino o que al menos existen expectativas positivas para los próximos meses? Las respuestas son complicadas porque en economía como en todo lo que incluye al ser humano nada es definitivo, ni certero al 100%.
Sin embargo, muchos de quienes operan en los mercados cambiarios nacionales e internacionales consideran que lo visto hasta el momento respecto al peso mexicano se parece a una película que ya han visto en varias ocasiones, estos son los tres capítulos principales que dicen haber observado en otros momentos y recuerdan que siempre se debe estar atento, ya que divisas como la de México son muy impredecibles y mantienen fuertes potenciales de volatilidad:
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Capítulo 1: Tasas, tasas y tasas
Así se llama este capítulo porque la fortaleza del peso, dicen quienes saben, tiene todo que ver con las tasas de interés de México, versus las de Estados Unidos. Mientras que México paga un mínimo de 8.25% por inversiones en bonos locales, en Estados Unidos el rendimiento es de 2.25%, seis puntos a favor de la economía más grande del planeta, un “imán” irresistible para cientos o quizás miles de millones de dólares que llegan a los mercados mexicanos.
No es que los capitales estén maravillados de la economía mexicana, sino que factores como la cercanía geográfica y la relativa estabilidad del país, son un buen complemento para las elevadas tasas de interés.
Este capítulo, el de tasas altas de una economía en vías de desarrollo, siempre funciona a la perfección para los capitales financieros internacionales. En este sentido, su ganancia es incluso doble, ya que ganan con las elevadas tasas de interés y ganan con el tipo de cambio a la baja porque suelen recomprar sus dólares más baratos.
Los grandes capitales mediante sus fondos de inversión tienen ahora mismo una tasa real de rendimiento aproximada de casi 5 puntos porcentuales (tasa menos inflación), un verdadero atractivo financiero que pocos quisieran perderse.
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Capítulo 2: La Fed es tu amiga, no tu enemiga
La Reserva Federal de Estados Unidos parece ayudar al peso en esta trayectoria de fortalecimiento; es muy probable que vaya a bajar su tasa de interés en las próximas semanas, lo que aumentaría más la brecha de rendimiento extraordinario para los inversionistas estadounidenses. Solo que habría que preguntarse por qué la Fed baja sus tasas de interés, existen muchas expectativas de que lo hará para evitar que la economía de su país vaya a disminuir su ritmo de crecimiento, es decir, un factor negativo que en el largo plazo podría significar un problema.
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Capítulo 3: PIB chiquito, moneda fuerte; la contradicción
Mientras la expectativa de crecimiento de México es cada vez menor, ya prácticamente en un promedio de 1% para este 2019 y cuando mucho 2% para el año siguiente, el peso está cada vez más fuerte, una gran contradicción que puede confundir a quienes no están muy acostumbrados a observar más de cerca la evolución de los mercados y preguntarse si tiene sentido lo que se observa.
Este capítulo, como todos en las películas, nos remite a lo que sucede en el primer capítulo, un peso fuerte por el factor tasas de interés, no por otra cosa, un elemento que no abona mucho a la confianza de largo plazo para la moneda mexicana.
Si tuviéramos que ofrecer una explicación concreta, derivado de lo que observan los especialistas podemos señalar que el peso está fuerte sí, sin la menor duda, pero no porque haya regresado la confianza a la economía mexicana, sino porque las tasas de México son tan elevadas en estos momentos, que solamente un inversionista peleado con su dinero no aprovecharía los beneficios de rendimiento que ofrece una economía como la nuestra, en este momento.
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