Buscador
Ver revista digital
Finanzas

El Sistema de Ahorro para el Retiro cumple 30 años y estos son sus resultados

16-05-2022, 6:15:00 AM Por:
© Envato Elements

El SAR nació por decreto como alternativa al sistema de reparto; de no haberse cambiado, probablemente, México enfrentaría una aguda crisis financiera hoy.

En la vorágine de información que domina en México y el mundo, de repente pasan de largo datos y fechas que de verdad han marcado al país.

El pasado 1 de mayo cumplió sus primeros 30 años el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), creado por decreto en esa fecha el año de 1992.

En aquellos años, era evidente que los sistemas pensionarios tal como existían llevaban a los países al colapso económico.

Cifras envidiables

Hoy, 30 años después, es indudable que, si algo ha funcionado y logrando su gran objetivo, ese es nada más y nada menos que el SAR.

El sistema no sólo ha evitado una crisis en las finanzas públicas, sino que rentabilizó los ahorros de los trabajadores y logra ya acumular una riqueza de 6.88 billones de pesos, que equivalen ya al 20 por ciento del PIB nacional, con 70.8 millones de cuentas individuales.

El sistema pensionario mexicano pagará hacia el año 2030 una tasa de reemplazo (porcentaje del sueldo al momento del retiro), muy cercano al 75 por ciento, gracias a los ajustes que se hicieron a la ley.

Es un hecho que deberán pasar más décadas para que los fondos de pensiones en México sean capaces no sólo de pagar tasas atractivas de rendimiento a los dueños del dinero, sino además, destinar recursos al financiamiento de proyectos nacionales como la infraestructura.

Sin embargo, es adecuado reconocer que lo que se plantó hace 30 años hoy tiene frutos.

Al menos en este terreno, México hizo lo correcto y sigue en el camino adecuado.

Sistemas de reparto, puerta a las crisis

Los sistemas de reparto en el mercado de pensiones eran muy sencillos y, a la vez, muy inequitativos. Se trataba simplemente de que, con todas las aportaciones a las subcuentas de pensiones se financiaban los pagos de quienes iban al retiro. Con el paso de los años, esos recursos serían insuficientes, ya que más y más trabajadores tendrían que recibir pensiones, mientras que cada vez menos aportarían al sistema, obligando al gobierno a distraer fondos públicos para financiar las pensiones.

Si bien nuestro país todavía goza del llamado “bono demográfico”, es decir, tiene más población joven que en edad de retiro o adulto mayor, esa ecuación tiende a modificarse.

De hecho, hacia finales de la década de los años 30 existirá un “equilibrio poblacional” y después año con año la pirámide se invertirá, hacía finales de siglo México tendrá más adultos mayores que jóvenes, lo hecho hace 30 años fue y será esencial para el equilibrio de las finanzas públicas, una medida visionaria.

Los sistemas de reparto eran una puerta a las crisis, no hay país en el mundo que lo soporte por completo, salvó aquellos que han logrado una solidez financiera y han rentabilizado durante décadas los recursos de los trabajadores.

Estados Unidos, por ejemplo, lleva más de un siglo invirtiendo los ahorros de los trabajadores en los mercados financieros y en proyectos de infraestructura interna. Con lo que se hacen pagos a pensiones sin necesidad de utilizar fondos públicos.

Los sistemas de reparto en la mayoría de los países que no son industrializados solamente generan presiones sobre más finanzas públicas y deterioran los recursos porque, como ya señalamos, cada vez son menos los que aportan y más los que se pensionan.

Cuando nació el SAR, los cálculos actuariales señalaban que, en un horizonte de 30 años, es decir por estas fechas, las finanzas públicas mexicanas colapsarían.

No es necesario hacer demasiados cálculos para saber que no estaban muy errados dichos estudios.

Con el crecimiento del subempleo, el aumento de la economía informal, las múltiples crisis que hemos registrado en todos estos años, y un crecimiento mediocre, desde luego que hoy México tendría un problema monumental que se sumaría a los muchos que tiene.

Es importante aclarar que hablamos del nacimiento del SAR, no de las Afores, el sistema nació primero como una solución para aliviar el problema de un esquema de reparto que nos estaba llevando a la quiebra.

Posteriormente, en una etapa posterior, 5 años después nacieron las Afores, para que administraran por cuenta y orden de los trabajadores, legítimos propietarios de los recursos y, sobre todo, para que rentabilizaran los ahorros.

Un mundo diferente ayer, un sistema sólido hoy

Hace 30 años, en el nacimiento del SAR no había un esquema definido previamente, se tuvo que trabajar y se llegó a la conclusión de que lo mejor era que empresas especializadas administraran los recursos de los trabajadores, un esquema similar al que ya existía en Chile, país que fue pionero, 10 años antes que México.

Pero todo era diferente. Por ejemplo, México todavía se movía en una economía cerrada, el tipo de cambio estaba controlado por el gobierno y, de manera automática, las tasas de interés; ya que el banco central, es decir Banco de México, no era autónomo.

En lo político eran los tiempos del partido único, faltaban 8 años para la primera transición en la presidencia del país.

México tenía en 1992 prácticamente 50 millones de habitantes menos respecto a los que tiene ahora, y para entonces la carestía y la inflación ya habían dejado profunda huella en la economía del país. Sí, igual que hoy.

En el sistema financiero, los bancos comerciales todavía no quebraban y no generaban el colapso sistémico, registrado en diciembre de 1994.

En realidad, el objetivo inicial del nacimiento del SAR fue identificar los depósitos de los ahorros de los trabajadores, para llevar un control inicial.

Los bancos fueron, de hecho, los primeros en abrir cuentas de ahorro para el retiro a nombre de los trabajadores, aunque muchos ni siquiera se enteraron.

MÁS NOTICIAS:

Comentarios