Crisis bancaria: Las alzas de tasas ‘desangran’ a los bancos en EU
Los bancos en EU registran una sangría de depósitos jamás vista, mientras que en Europa se duda de la salud de la banca.
La banca global está enferma y no son buenas noticias para una economía que lucha por sacudirse los efectos de una prolongada pandemia, junto con factores como la guerra Rusia-Ucrania.
La mala noticia es todavía peor si se considera que en este momento el epicentro del sismo bancario está en los países industrializados: Estados Unidos, Suiza y Alemania, sin descartar la posibilidad de que el contagio afecte en otras naciones del orbe.
En Estados Unidos, los bancos están siendo prácticamente exprimidos en su liquidez, en Suiza una parte de la banca perdió la solvencia, mientras que en Alemania uno de sus símbolos bancarios está sujeto a intensas presiones porque se duda de su capacidad para seguir con vida ante su exposición al riesgo financiero.
Sangría histórica en la banca estadounidense
De acuerdo con el economista español Juan Ramón Rallo, la banca estadounidense registra en los últimos 12 meses la mayor sangría de su historia, con una salida acumulada de 600 mil millones de dólares. Esta fuga masiva de los bancos estadounidenses equivale a prácticamente al 50 por ciento del total de los depósitos en la banca española, que llega a 1.3 billones de euros.
La razón de esta fuga de capitales de las arcas bancarias tiene que ver con las tasas de interés, el ajuste ha devastado a los bancos porque la rentabilidad de los depósitos es de apenas 0.8 por ciento anual, comparado con la tasa promedio de 4.5 por ciento que pagan los fondos de alta calidad, como la deuda estadounidense.
Es decir, los ahorradores están emigrando a opciones de inversión más rentables. Sin embargo, la salida de pasivos de la banca obliga a la liquidación del activo, algo que deben hacer con pérdidas porque en años pasados prestaron recursos a muy baja tasa de interés.
Los bancos estadounidenses están atrapados en inversiones a largo plazo de muy baja rentabilidad, el aumento de las tasas los agarró en esa etapa y con la salida masiva de recursos, que como señalamos, es histórica, puso en graves aprietos a muchos, y provocó ya la quiebra de tres instituciones.
Banca suiza, la mayor crisis de su historia
El Credit Suisse arrastraba problemas financieros desde hace algunos años. La pérdida de la calidad de sus activos tuvo que ver con varios factores, su implosión fue casi inevitable y lo más que pudo hacer el gobierno fue darle orden.
Este banco no era cualquier institución, se trataba del segundo banco más grande e importante del país, con una historia de 166 años, y con un sitio dentro de los 20 bancos sistémicos globales; es decir, los 20 bancos más grandes que, de quebrar, podrían provocar una crisis financiera mundial.
Las causas de la caída del gigante pueden resumirse de la siguiente manera: Gestión divisiva, una muy costosa exposición en años pasados a la compañía financiera Greensill Capital, que colapsó en 2021, un sórdido caso de lavado de dinero y una disminución de la confianza de los clientes en los últimos meses, que provocó el retiro de miles de millones de dólares en sus cuentas.
En apariencia, el Credit Suisse es el único banco suizo en graves aprietos, tanto así que ha quebrado y se vendió a su archirrival UBS. Sin embargo, su caída representó un duro golpe al prestigio bancario suizo, del que tardará mucho tiempo en recuperarse.
Un gigante alemán, ¿el próximo en caer?
Deutsche Bank se desploma 15 por ciento en la bolsa alemana desde que el pasado 9 de marzo estalló la crisis a raíz de la quiebra de Silicon Valley Bank en Estados Unidos.
La caída de los bancos en otras regiones del mundo genera dudas en aquellas entidades vinculadas a carteras de inversión y trading, y expuestas a derivados financieros por su perfil alejado del cliente retail, es el caso del gigante alemán.
Sin embargo, los analistas consideran que el Deutsche Bank no será el próximo Credit Suisse, pese a su exposición al riesgo sus cifras relacionadas con la gestión de su negocio son sólidas.
La entidad obtuvo un beneficio histórico, no visto en quince años, con un ebitda de 5 mil 600 millones de euros, y esperan que mejore otro 16% en 2023, hasta 6 mil 500 millones. Bank of America considera que Deutsche ha mantenido una base de depósitos sólida a lo largo de la última década, moviéndose de 550 mil a 600 mil millones de euros, este factor es clave para evitar una crisis de confianza que provoque retiros masivos de depósitos. Pero, todo está en veremos, los Credit Default Swaps de la institución han elevado su prima de riesgo, reflejo del deterioro en algo que es esencial en el negocio bancario para cualquier institución: la confianza.
La banca global está en problemas y las alertas se encienden. Es probable que este factor sea incluso el causal de una recesión, que a la larga será un obstáculo mayor para el combate a la inflación. La salida masiva de recursos y las dudas sobre su gestión y solidez financiera los puso en aprietos, estamos frente a un escenario no esperado apenas a inicios de marzo, el mundo parece cambiar a pasos agigantados.
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