Tribunal exige a Shell disminuir un 45% sus emisiones contaminantes para 2030
Esta resolución se conoce después de que Shell aceptó la oferta de Pemex para vender el 50% de su participación en la refinería de Deer Park, Texas.
Este miércoles un tribunal neerlandés consideró que la petrolera Shell está obligada a cumplir el Acuerdo Climático de París y bajar de manera apresurada sus emisiones con una disminución neta del 45% para 2030, según un respaldo sin precedentes a la denuncia de la oenegé Amigos de la Tierra.
Dicho esto, la multinacional petrolera debe cumplir con el límite establecido por el Panel Intergubernamental de Expertos para el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, mismo que sugiere la disminución de las emisiones para conservar el cometido del Acuerdo de París, que no supera un incremento de la temperatura del planeta de 1.5 grados al concluir el siglo.
Es la primera ocasión donde la justicia ordena algo similar a la reconocida multinacional, el fallo indica que “el grupo Shell debe poner de su parte para conservar la amenaza del cambio climático”, de acuerdo con lo expresado por la jueza Larisa Alwin, presidenta del tribunal de La Haya.
Por su parte, en diciembre fue que Milieudefensie exigió a la justicia neerlandesa que instara a Shell disminuir sus emisiones de CO2 en un 45% para 2030 en comparación con el 2019, dado que “emite sustancialmente más que todas las compañías y ciudadanos neerlandeses juntos”, mismo que la empresa consideró un asunto gubernamental y no tribunal.
De acuerdo con la justicia neerlandesa, esta norma aplica para todos, incluyendo a la refinería, consideró la jueza respecto al porcentaje de disminución de emisiones de CO2, una finalidad que la compañía dispone de medios y conocimientos.
De acuerdo con el tribunal, la Corte tiene presente el efecto que posee Shell en el cambio climático debido a su nivel de emisiones de gases de efecto invernadero, mismo que va en contra de la responsabilidad indirecta de la empresa al respeto de los derechos humanos, independientemente de las acciones del Estado, a juzgar por las directrices de la OCDE y los Principios Rectores respecto a las Empresas y los Derechos Humanos de las Naciones Unidas (UNGPs).
Este tema puede tener efectos directos en otras empresas, debido a que es un precedente judicial para próximas denuncias de ONG que quieran llevar a los tribunales a compañías con altas emisiones de CO2, tanto neerlandesas como internacionales.
Fueron más de 17 mil ciudadanos, seis organizaciones –Greenpeace una de ellas– que se montaron a esta denuncia y que consideran como único este caso por ser el primer juicio legal que ordena a una corporación multinacional contaminante disminuir sus emisiones según los fines climáticos mundiales.
Por otro lado, la empresa admite los riesgos del cambio climático y argumenta que se encuentra invirtiendo en proyectos e iniciativas verdes para cumplir con el objetivo de reducir las emisiones de carbono generadas por sus actividades, pero cree que no son los tribunales, sino los gobiernos, por medio de tratados internacionales, quienes deben hacer frente al calentamiento global.
En 2020 el Tribunal Supremo de Países Bajos estuvo de acuerdo con oenegé Urgenda, obligando al Estado neerlandés a disminuir a finales del mismo año las emisiones en un 25% respecto a 1990, en una sentencia revolucionaria.
Shell ya tiene previsto reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, sin embargo, hasta el momento las cifras solamente han ido a la baja debido al efecto de la crisis sanitaria, así como la venta de activos de petróleo y gas.
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