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Esta es la reacción en cadena que detonará la regularización de los autos ‘chocolate’

16-11-2021, 9:11:55 AM Por:
© Pixabay

Se estima que una de cada tres unidades que circulan en México son 'chocolate' y esta cifra podría aumentar, lo que recaería en graves afectaciones para el sector.

El anuncio que hizo en julio el presidente Andrés Manuel López Obrador para regularizar los autos ‘chocolate’ en los estados de la frontera norte como Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas tendría consecuencias no solamente para las comercializadoras de autos, sino para los automovilistas que quieran vender sus autos.

Pese a que el mandatario señaló que esta medida solo se implementaría a los vehículos asentados dentro del país, se estima que en la actualidad, una de cada tres unidades que circulan en México son ‘chocolate’ y esta cifra podría aumentar, lo que recaería en graves afectaciones para el sector, desde la manufactura, producción y venta, hasta despidos laborales masivos y el cierre de plantas.

Regularización detonaría ‘efecto dominó’

El nombre de ‘autos chocolate’ se le atribuye a que las personas comenzaron a comprarlos como autos ‘chuecos’ principalmente en la frontera con Estados Unidos; versiones de vehículos que no se comercializaban en el país y que entraban de manera ilegal. Característico de los mexicanos, el término se deformó poco a poco a ‘choco’ y finalmente a ‘chocolate’.

Otra hipótesis refiere que el apodo de estos autos se basa en que carecen de valor y autorización para circular en México. Que son irreales. Sin embargo, su presencia en el país es verídica y ha traído grandes repercusiones hacia el sector automotriz nacional. Importar estos autos se popularizó entre un amplio sector de la población porque resultaba mucho más barato que comprar uno de agencia o hasta un seminuevo

A inicios de la primera década de 2000, esta situación no representó mayor problema, ya que se hablaba de una estancia temporal de las unidades; sin embargo, en 2005, el entonces presidente Vicente Fox aprobó un decreto para establecer las condiciones de la importación definitiva de vehículos ‘chatarrizados‘ de Estados Unidos.

Datos de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), apuntan que la importación de los ‘chocolate’ en ese año incrementó a 776,077 unidades, lo que se traduce en el 70% de las ventas de vehículos nuevos. Para 2008, los coches ilegales llegaron a rebasar las ventas de autos nuevos.

Guillermo Rosales Zárate, director general adjunto de la AMDA, señala que en México se han emitido 19 decretos para regularizar autos introducidos de contrabando en los últimos 50 años. Sin embargo, ninguno de ellos ha conseguido cumplir su objetivo de compensar los impactos negativos que repercuten en el mercado nacional.

La política gubernamental de ‘ataque a la ilegalidad’ pone en riesgo a todo el sector automotriz, mismo que en la actualidad ya atraviesa una crisis por la pandemia de Covid-19, falta de inventario y escasez de semiconductores. Pese a que el decreto aún no ha sido publicado, el presidente ha dejado entrever algunas propuestas —incluso contradictorias— que podrían abarcar la regulación.

Los problemas de oferta que el mercado automotor ya tiene se verán agravados por la situación de los vehículos chocolate. No solo se verá afectada la venta de unidades usadas, sino que habría un efecto en cascada”,

explica Rosales.

Durante julio y agosto de 2021, la importación legal de vehículos usados creció en 69.8% y 84.9% respectivamente. No obstante, la internación ilegal creció en igual o mayor porcentaje por la esperanza de poder legalizarse, algo que preocupa a los especialistas.

En este momento y ante el anuncio del presidente, no se ha frenado la introducción ilegal de los vehículos a través de los puntos de frontera. Al contrario, se ha incrementado. Además, tras el anuncio del mandatario, las expectativas se han expandido en toda la república, algo inusual.

En este sentido, el representante de AMDA explica la repercusión que podría generar este decreto en todos los subgrupos del mercado automotor, así como también en el medio ambiente y en general, en la vida de los conductores y quienes tengan la ‘fortuna’ de encontrarse con uno de ellos.

‘Chocolate’ no es igual a usado

Guillermo Rosales estima que en la actualidad, existe un millón de vehículos extranjeros e ilegales en el territorio mexicano. Él refiere que estas unidades son vendidas como ‘usadas’, pero no son lo que parecen: “Chocolate no es igual a usado”.

Estos autos tuvieron un siniestro tan grave —choques, inundaciones, incendios— que en su país natal fueron declarados como ‘pérdida total’ por las aseguradoras. Al no tener autorización para ser reparados y volver a circular, tienen dos opciones: La primera, destruirlos para aprovechar los materiales y la segunda —que genera mayor ganancia—, venderlos en países con debilidad institucional”, señala en entrevista.

Dichos vehículos suelen comercializarse en algunos países de África y Centroamérica, donde México tiene lugar y es uno de los ‘favoritos’ debido a su colindancia inmediata con Estados Unidos. Bajo este contexto, el ejecutivo señala el riesgo que corren los conductores y todo aquel que tiene conexión con una unidad ‘chocolate’ en circulación.

Regularmente estos autos tienen una antigüedad de 10, 12 o incluso más años y posterior a haber sufrido un accidente, aumenta el peligro no solo para el conductor, sino también para cualquiera que se cruce en su camino: Peatones, otras unidades e incluso el medio ambiente”, dice.

Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, arrojan que en los primeros ocho meses de 2020 se reportaron 8 mil 145 decesos por hechos de tránsito en México. Aunque las causas son variadas, las probabilidades de sufrir un accidente en un vehículo ilegal son mayores.

En contraste, no hay un estudio certero que constate esta información ni arroje siquiera cifras en otro campo de este tipo de automóviles. Son de contrabando, ilegales y a veces usados para delinquir, por lo que nadie sabe con precisión los daños que han ocasionado o, incluso, las vidas que han cobrado.

Legalizar en penumbras

El pasado 15 de octubre, el presidente de México aseveró que el acto de legalizar a los ‘chocolate’ no pretendía regularizar a todas las unidades que ingresasen al país, sino únicamente a las que hoy en día ya circulan en territorio nacional, específicamente en las entidades fronterizas con Estados Unidos.

No vamos a regularizar todos, se va a dar un permiso, se les va a reconocer la posesión del vehículo; van a pagar una cantidad no excesiva, justa”, aclaró AMLO.

Bajo este contexto, se pretende que dicho ‘permiso’ tenga un costo de 2,500 pesos para los propietarios de estos autos y los fondos recaudados se destinen a las arcas estatales, para destinarlos al arreglo de calles, según ha recogido el diario ‘La Jornada’.

En contraste, Rosales menciona que al haber ‘cifras negras’ respecto a los vehículos de contrabando, es imposible saber cuáles transitan en este país y cuáles están próximos a ingresar, lo que detonaría un incremento en la entrada de estas unidades ‘chatarra’.

No sabemos de qué manera el gobierno identificará a los vehículos que ya estaban en el país, puesto que si son de contrabando y entraron totalmente ilegales, sin cumplir con ningún procedimiento aduanero, no hay prueba de el momento en el que se introdujeron. Además, desde el momento en el que el mandatario habló de esta propuesta, hasta que se decrete, miles de unidades habrán entrado al país”,

acota el ejecutivo.

El futuro del mercado automotriz

El directivo de la AMDA explica la competencia desleal que implican los ‘chocolate’, ya que el sector automotriz nacional debe acatar las normas y requerimientos establecidos por las autoridades mexicanas; las distribuidoras tienen que cumplir con medidas de protección ambiental, pagar impuestos, nóminas y un largo etc.

Aún no se ha publicado el decreto oficial ni las normativas bajo el que este se ha de regir. No obstante, la AMDA tiene algunos pronósticos que podrían llegar a suceder con dicha legalización, entre los que se encuentran:

  • El mercado de vehículos usados se devaluaría hasta en 20% dependiendo de la región en donde haya mayor presencia de estos vehículos (Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas podrían ser algunos de ellos).

    “Esto debido a la sobreoferta. Quien quiera vender su vehículo usado tendrá mayor dificultad para que se lo compren, por lo que tendrá que bajar sus precios. Al recaudar menos dinero, se abstendrá de comprar otro vehículo o, si lo hace, será un modelo más económico. Es una reacción en cadena”, dice Rosales.
  • Las ventas de autos nuevos podrían caer 30% en los próximos tres años, lo que reduciría la recaudación de impuestos, ya que por cada auto nuevo vendido se paga el gravamen sobre el Valor Agregado (IVA), Impuesto sobre Autos Nuevos (ISAN) e Impuesto Sobre la Renta (ISR).
  • En 2020, el sector automotriz perdió más de 6,000 puestos de trabajo que hasta la fecha no se han podido recuperar. En este año, cuenta a 130 mil empleados y teme que dicha cifra se reduzca con la legalización de las unidades de contrabando.

    “Los problemas que tenemos de oferta para poder tener un suministro adecuado de vehículos son coyunturales, derivados de la crisis en la producción de semiconductores, pero que se verán agravados por la escasa demanda ante los vehículos chocolate”, finaliza el ejecutivo.

Se prevé que hacia los próximos meses continuará la incertidumbre al respecto del nivel de surtimiento y disponibilidad de producto en el mercado, por lo que la expectativa de venta para el año se verá reducida y podría colocarse aún por debajo de un millón 45 mil unidades, es decir, de un 10.1% de avance con respecto a 2020.

Faltarían los ajustes una vez dictaminado el decreto oficial sobre la regularización de los vehículos chocolate. Mientras tanto, el sector permanece a la expectativa.

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autor Coeditora de Alto Nivel, apasionada del lenguaje y periodista por la UNAM.
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