Los peces grandes se comen a los pequeños; y eso es malo para la recuperación económica
Con la crisis económica, se acentúa el poder de mercado de grandes empresas, sofocando la competencia y propiciando la desaparición de Pymes, advierte el FMI.
La crisis económica afectó de manera especial a las pequeñas y medianas empresas (Pymes) en todo el mundo, provocando una elevada mortandad entre ellas y consecuencias como el aumento del desempleo en las sociedades.
Este tipo de empresas, que son vitales en todos los países por los puestos de trabajo que ofrecen, no pueden recuperarse del mismo modo y a la misma velocidad que los grandes corporativos; dicho factor parecería menor pero no lo es. Resulta tan importante que, si no se modifica, podría socavar la recuperación global tras la crisis generada por la pandemia debido a los obstáculos que encontrarán en su recuperación muchas empresas Pymes, justo en momentos en los que su dinamismo es urgente e indispensable para impulsar la recuperación en todo el mundo.
En un nuevo estudio elaborado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) que lleva por título El creciente poder de mercado: ¿Un peligro para la recuperación?, firmado por la directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva, junto con Federico Díez, Romain Duval y Daniel Schwarz, deja en claro que existen indicios crecientes de que en muchas industrias el poder de mercado se está arraigando, es decir la dominancia de una o unas cuantas empresas, que lo determinan todo y no dejan nada o dejan muy poco a los pequeños competidores, mismos que tienen casi como destino inevitable desaparecer, con todas las consecuencias negativas.
Poder de mercado al alza, tendencia de varios años
Como muchas cosas, este problema de concentración empresarial, poder de mercado o dominancia, no fue algo espontáneo, el mundo ya lidiaba con éste años atrás. Sin embargo, también, como muchas cosas que modificó la pandemia, esta crisis sanitaria lo modificó. De hecho, el FMI hace la advertencia al prever que la concentración de mercado aumente a medida que se generalicen las quiebras alrededor del mundo provocadas por la pandemia.
“El aumento del poder de mercado motivado por la pandemia en múltiples sectores exacerbaría una tendencia que arrancó hace más de cuatro décadas. Por ejemplo, los recargos de los precios internacionales han aumentado más de 30%, en promedio, entre las empresas cotizadas en bolsa de las economías avanzadas desde 1980. Y en los últimos 20 años, ese aumento fue el doble en el sector digital comparado con el resto de la economía”, señala el FMI.
La falta de competencia realmente importante y fuerte para las empresas dominantes arraiga el poder de mercado en los años recientes. El FMI estima que en diferentes sectores las empresas con los costos y cargos más elevados en un año determinado tienen el 85 por ciento de posibilidad de volverlos a aplicar año siguiente, cifra de 10 puntos porcentuales más alta que durante la era de la “nueva economía” en la década de 1990.
El FMI pone un ejemplo claro, el de las grandes empresas tecnológicas: “las que desplazaron a sus rivales y trastocaron el mercado hace dos décadas se están transformando en operadores dominantes que hoy no enfrentan la misma competencia por parte de compañías nuevas. Los efectos vinculados a la pandemia están exacerbando poderosas fuerzas subyacentes como los efectos de red y las economías de escala y alcance”.
La evidencia también es clara para el FMI al señalar que en múltiples industrias se observa una tendencia decreciente del dinamismo empresarial. Por ejemplo, hay fabricantes jóvenes que no pueden ir más allá del mercado local, o minoristas nuevos que no pueden ofrecer los precios de un rival grande que incluso vende provisionalmente con pérdida, para impedir la entrada de competidores en el mercado.
Factor clave para el arraigo de la dominancia de mercado
El FMI identifica un factor que en los años recientes y no tanto ha contribuido a erosionar la competencia para las grandes empresas y consolidar su dominancia o poder de mercado.
Ese factor ha sido el auge de las fusiones y adquisiciones de empresas, especialmente por parte de empresas dominantes. El FMI advierte que, si bien esa actividad puede recortar los costos y mejorar los productos, también erosiona los incentivos para la innovación y le da a una empresa mayor poder para subir o manejar los precios según sus intereses. “La actividad de fusión y adquisición por parte de operadores dominantes contribuye a la pérdida de dinamismo empresarial en todo un sector, ya que provoca una disminución del crecimiento y del gasto en investigación y desarrollo entre todos los competidores. Se trata de algo particularmente preocupante en un mundo de escaso crecimiento de la productividad”.
Receta para disminuir el poder de mercado
El organismo financiero internacional proporciona en su análisis una serie de medidas que desde su punto de vista deben tomar en cuenta los gobiernos nacionales para disminuir la concentración o poder de mercado y con ello dinamizar las economías proporcionado a los pequeños competidores un “piso más parejo” para que no sólo compitan en mejores condiciones sino incluso tengan la posibilidad de desarrollarse y con ello generar más oportunidades laborales.
1) Las autoridades en materia de competencia deberían ser cada vez más vigilantes a la hora de controlar las fusiones. Los criterios para examinar una operación de ese tipo deberían abarcar todos los casos pertinentes, incluidas las adquisiciones de sociedades pequeñas que podrían transformarse en competidores de las empresas dominantes.
2) Las autoridades en materia de competencia deberían hacer cumplir de manera más activa las prohibiciones relacionadas con el abuso de posición dominante y lanzar más investigaciones de mercado para sacar a relucir comportamientos perjudiciales sin que medie una denuncia de violación de la ley.
3) Es necesario redoblar los esfuerzos para garantizar la competencia en el mercado de insumos, incluido el del trabajo. En ese sentido, sería beneficioso velar por el estricto cumplimiento de reglas que impidan a las empresas pactar prohibiciones para contratar a los empleados de un rival.
4) Las autoridades encargadas de la competencia deberían estar facultadas para mantenerse a la par de la economía digital, donde el auge de los datos masivos y la inteligencia artificial está multiplicando la ventaja de las empresas firmemente establecidas.
5) Los recursos son importantes, es necesario mayor inversión para para apuntalar los conocimientos regulatorios especializados en determinados sectores, en medio de un rápido cambio tecnológico.
El poder de mercado tiene límites. Sus excesos perjudican en lugar de beneficiar a las economías, sobre todo en momentos clave para la economía global como los que vivimos actualmente, cuando justamente lo que se necesitan son unidades de negocio pequeñas pero sólidas y con posibilidades de competir para generar los millones de trabajos que se requieren alrededor del planeta.
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