Estados Unidos ya está en recesión, pero aún no lo sabe, según analistas
Un indicador clave en la mayor economía el planeta demuestra que el fenómeno ya está presente.
Posiblemente, si los que siguen de cerca el pulso de la economía global en general y de la economía estadounidense en particular, tienen razón, la economía del gigante del planeta ya se encuentra en recesión.
El pasado jueves varios expertos en economía hablaron y explicaron por qué, desde su punto de vista, Estados Unidos probablemente ya está en recesión, pero no lo sabe, o cuando menos sus datos más conocidos podrían reflejar una situación diferente.
¿Por qué EU ya está en recesión?
La era de la post pandemia no deja de ser convulsa, sobre todo en materia de números y/o datos relacionados con la economía.
Según expertos, el fenómeno distorsionó prácticamente todo en el mundo, y eso incluye las cifras macroeconómicas y la forma de interpretarlas, algunos datos pueden mostrar desconexiones que antes no había entre datos.
Bajo dicha circunstancia, en Estados Unidos pasa algo de lo anteriormente descrito con el dato del Producto Interno Bruto (PIB), comparado con un indicador que en teoría es equivalente, nos referimos a la Renta interna bruta.
En el primer caso, las cifras disponibles señalan que la economía estadounidense está sólida, que ha aguantado “a pie firme”, como decimos en México, las tormentas registradas hasta ahora en la era de la post pandemia.
En contraste, el segundo indicador refleja ya dos trimestres consecutivos de contracción.
La Renta interna bruta, o renta nacional bruta, es el conjunto de todas las retribuciones de todos los sectores económicos; en otras palabras, es lo que se cobra por lo que se produce: los salarios de los trabajadores, las utilidades de los empresarios, los alquileres, los intereses y dividendos que se obtienen por el dinero invertido en títulos de deuda pública o privada, acciones, depósitos bancarios, fondos de inversión, etc.
Con dos caídas consecutivas de la renta interna bruta, significaría que Estados Unidos estaría en recesión técnica, pero sin “haberlo notado”, cuando menos hasta el momento.
El PIB revisado del primer trimestre del año en la economía estadounidense arroja una cifra preliminar de 1.3 por ciento, una ligera mejoría respecto al nivel de 1.1 por ciento reportado en la primera lectura, aunque lejos del 2.6 por ciento registrado al cierre de 2022. Hay una clara desaceleración, pero el PIB del gigante económico sigue en zona positiva, incluso se observa un impulso adicional.
Pero los medios y muchos expertos en el mundo no repararon en el dato trimestral revisado de la Renta interna bruta, que usualmente no aparece en la estimación preliminar.
Este indicador cayó 2.3 por ciento anualizado, luego de retroceder 3.3 por ciento anualizado en el último trimestre de 2022, con lo que ligó dos trimestres en zona negativa.
El contraste es evidente, en los dos últimos trimestres el PIB real muestra que la mayor economía del mundo se expandió cerca de 1 por ciento, muy cerca de su crecimiento potencial; pero por otra parte, la Renta interna bruta refleja una contracción de 1.4 por ciento, lo que en los hechos y de acuerdo con los expertos, significa una “recesión moderada”.
Con estas cifras, los expertos señalan que la economía de Estados Unidos ya habría entrado en recesión “sin darse cuenta”.
De acuerdo con la teoría económica clásica, ambos indicadores deberían marcar la misma tendencia y registrar cifras muy similares, pero la realidad es que mientras el PIB sigue mostrando relativa fortaleza y avanza, la Renta interior bruta está en una dirección contraria.
Varios de los expertos que han detectado esta “anomalía” tratan de explicar lo anterior señalando que, mientras el PIB por el lado de la demanda se basa en el gasto (consumo, inversión, etc.), la Renta interna bruta, también conocida como PIB por el lado de la renta, se basa en salarios, impuestos menos subvenciones sobre la producción y las importaciones, es decir impuestos netos, beneficios de las empresas y renta mixta bruta, indicadores todos ellos que ya están en franca desaceleración, o incluso en retroceso.
Según la teoría explicada por los expertos, ambos indicadores deberían ser iguales o muy similares, porque todo lo que se produce termina transformándose en una renta.
Por lo tanto, en el PIB por el lado de la renta se debería llegar a la misma cantidad.
Si existe una divergencia tan evidente, no hay más, se llama recesión.
Lo que sucedió es que muy pocos han tomado en cuenta este indicador alterno al “PIB tradicional”, que en los hechos más que alterno, es paralelo.
Otros expertos llegan a la misma conclusión señalando que si se promedian ambos indicadores, la economía de Estados Unidos ya se ha contraído en dos trimestres consecutivos y en cuatro de los últimos cinco.
Por eso es que recesión ya la tenemos presente, ya está entre nosotros y en la mayor economía del planeta, pero pocos se han dado cuenta, o de plano “les ha pasado de noche.”
Y existe recesión porque, según las cuentas de los expertos, el promedio del PIB y la Renta interna bruta se ubica en menos 0.5 por ciento anualizado en el primer trimestre de este año, lo que se añade a la tasa negativa 0.4 por ciento del trimestre previo.
Además, históricamente cuando el PIB por lado de la renta cae, la recesión es inminente; de hecho, nunca se ha evitado la recesión cuando sucede dicho fenómeno.
De acuerdo con los datos históricos, la última ocasión que sucedió esta discrepancia entre indicadores fue previo a la crisis subprime, y previamente se registró algo similar a principios de los años 90 del siglo pasado.
En este escenario los analistas más optimistas y “suaves” con la mayor economía del mundo señalan que Estados Unidos ya está en una recesión muy ligera o que está entrando en ella.
Otros, en cambio, señalan que ya hay claras evidencias de que Estados Unidos ya está en recesión, pero aún no se ha dado cuenta.
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