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Economía

En México sí existen las “pensiones doradas” de más de 100%, y estos son sus impactos

22-01-2024, 6:15:00 AM Por:
© Especial

Las empresas, públicas y privadas, que pagan o alguna vez pagaron estas pensiones enfrentan fuertes presiones financieras.

En México sí existen pensiones del 100 por ciento respecto al salario base de cotización del trabajador al momento del retiro. De hecho, hay pensiones mayores hasta de 120 y 130 por ciento y, en algunos casos extremos, hasta del 300 por ciento.

Sin embargo, estos esquemas de pensiones son justamente uno de los factores que más han dañado las finanzas de las empresas que las pagan. Son, de hecho, una bomba de tiempo para las compañías, cuando menos en el sector privado, la empresa que las llega a pagar pugna desde hace años por su desaparición o por una menor carga financiera.

Petróleos Mexicanos (Pemex), Comisión Federal de Electricidad (CFE) en el sector público, y Teléfonos de México (Telmex) en el sector privado, son las empresas que tienen “pensiones doradas” para sus trabajadores, y también serios problemas financieros derivados en parte de dicha prestación.

Pemex, algunas pensiones hasta de 300%

Según datos de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) del año 2018, Pemex pagó entre el 2015 y ese mismo año del informe un total de 17,329 pensiones; de esta cifra, el 92.7 por ciento de los trabajadores se retiró con una pensión de entre 10 y 100 por ciento de su salario al momento de la jubilación, mientras que otro 7.3 por ciento alcanzó una tasa de reemplazo de entre 101 y hasta 300 por ciento.

En ese mismo informe, se estima que la pensión promedio de los trabajadores de Pemex es de alrededor de 40 mil pesos mensuales, mientras que para entonces la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), esperaba que dos de cada tres jubilados del esquema de cuentas individuales se retiren con apenas 3 mil 200 pesos de salario.

Las cifras de la ASF señalan que 48 por ciento de jubilados de Pemex tiene una pensión de entre 10 y 20 mil pesos, mientras los montos más bajos, inferiores a mil pesos, los devengan sólo 0.1 por ciento de ex trabajadores. Los montos más altos, las “pensiones doradas”, se ubicaron en ese año entre 60 mil y 200 mil pesos, otorgados a 3.5 por ciento de jubilados de la entonces empresa productiva del Estado.

En 2018, la empresa terminó el sexenio como la petrolera más endeudada del planeta, con un total de 114 mil 916 empleados en activo, pero al mismo tiempo un universo de 105 mil 69 trabajadores pensionados.

Y de acuerdo con información financiera de Pemex al cierre de 2022, las Obligaciones por Beneficios Definidos (OBD); es decir, lo que debe pagar la empresa a sus empleados correspondiente a sus años de servicio prestado, era de 1.29 billones (millones de millones) de pesos. Esta cifra es 1.5 veces mayor a lo que obtuvo el gobierno federal por los ingresos petroleros que dio Pemex.

CFE, “pensiones doradas” institucionalizadas

En la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se restauró a principios de este sexenio el régimen de pensiones vigente hace varios años, que previamente se había revertido para disminuir las presiones financieras sobre la compañía.

Entre lo más destacado de lo que se recuperó, se señala que los trabajadores pueden jubilarse con el 100 por ciento del salario de los últimos 4 años laborados, de acuerdo a los siguientes criterios:

  • Los hombres con 25 años de servicio y 55 años de edad, o 30 años de servicios sin importar la edad.
  • Las mujeres con 25 años de servicio sin importar la edad.

Como sabemos, cualquier trabajador afiliado al IMSS no puede pensionarse antes de los 60 años de edad y debe esperar hasta los 65 años para poder alcanzar una tasa de reemplazo del 100 por ciento del último salario percibido, sin prestación adicional más allá del servicio médico.

Los cambios al Contrato Colectivo de Trabajo de la CFE en materia de pensiones han llevado a la empresa a padecer serios problemas financieros. Según cifras de la propia CFE contenidas en sus informes financieros, sus pasivos laborales pasaron de 327 mil millones de pesos en 2018 a un gran total de 487 mil millones de pesos solamente en 2020, lo que representó un incremento de 48.92 por ciento. Un avance de tal magnitud en los pasivos laborales no lo soporta ninguna empresa en el mundo, pública o privada.

La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), estima que en promedio los trabajadores de la CFE reciben pensiones que son 8 veces superiores a las que reciben los trabajadores afiliados al IMSS. Y mientras esto sucede, la CFE es una empresa sin rentabilidad para los mexicanos. Al cierre del tercer trimestre del año pasado, la compañía reportó pérdidas por mil 567 millones de pesos, la CFE está en números rojos desde el año 2020.

Telmex: Slim quiere desaparecer “pensiones doradas”

El problema de las pensiones en Teléfonos de México (Telmex) data desde que la empresa pertenecía al estado y se ha mantenido a la fecha, a pesar de los esfuerzos y “encontronazos” del de Carlos Slim Helú con el sindicato de la empresa, que ya llevó a una breve huelga en julio de 2022, la primera y la única desde que Telmex fue privatizada.

Un poco después del fin de la huelga, el líder del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM), Francisco Hernández Juárez, reconoció que el organismo estaba dispuesto a aceptar algunos recortes al plan de jubilación.

La empresa presentó planes para reducir los pagos de jubilación a 70 por ciento del salario final de un trabajador, más prestaciones, en lugar del promedio de 105 por ciento que se reportaba hasta entonces.

Gasto en pensiones, bola de nieve incontenible

El gasto en pensiones por parte del gobierno federal es una bola de nieve incontenible y los mercados están muy inquietos ante la reforma que presentará el presidente el próximo 5 de febrero, la gran pregunta es: ¿De dónde saldrán los recursos para que de manera sostenida las pensiones en el país suban al 100 por ciento?

Tan solo en este año, el gasto en pensiones absorberá 22 de cada 100 pesos presupuestados, lo que sumará alrededor de 1.99 billones de pesos en el rubro de pensiones, tanto contributivas como no contributivas.

De esta manera, el gasto en pensiones, considerado una de las grandes presiones del presupuesto y una bomba de tiempo para las finanzas públicas, tendrá un aumento de 11.8 por ciento anual, equivalente a 5.8 por ciento del PIB, en el último año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, de acuerdo con el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2024.

Y se trata de un gasto creciente, ya que la evolución de la pirámide demográfica de nuestro país muestra que la transición poblacional esperada para las siguientes décadas representa un reto creciente en el ámbito económico y fiscal.

Se estima que en 2023, la población de personas mayores de 65 años o más representó 8.2 por ciento de la población total del país; sin embargo, para el 2050 este grupo conformará cerca de 17 por ciento de la población.

Si existe alguna duda sobre las presiones que ya se registran en las finanzas públicas desde ahora, basta ver las cifras del IMSS para determinar el tamaño del problema que se enfrenta y la magnitud de lo que vendrá.

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) tendrá un presupuesto de 1 billón 345 mil 950 millones de pesos para este año; de la cifra anterior, el 65 por ciento sería para cubrir el pago de pensiones, de acuerdo con el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2024 (PPEF).

Para pagar las pensiones del régimen de 1973 y del propio régimen del IMSS, así como las rentas vitalicias del régimen 1997 y el pago de subsidios a los asegurados, se propone un total de 871,014 millones de pesos, lo que significó un aumento anual de 16 por ciento en términos reales.

Para dimensionar, podemos señalar que el gasto que se destinaría a pensiones del IMSS resultará ser 993 veces superior a los 877 millones de pesos destinados a la investigación y desarrollo tecnológico en salud, o 62 veces mayor a los 14,098 millones de pesos presupuestados a proyectos de infraestructura social de asistencia y seguridad social.

El tema de las pensiones requiere una enorme responsabilidad, sobre todo de las altas esferas gubernamentales. Nadie podría decir que está en contra de una pensión digna para los trabajadores, si se puede del 100 por ciento sería excelente. Pero no por una estrategia electoral se deben sentar las bases para una crisis mayúscula que pagarán las siguientes generaciones de mexicanos.

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