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Economía

Los 3 problemas estructurales de las pensiones en México que deben resolverse

15-01-2024, 6:15:00 AM Por:
© Especial

Estos problemas datan desde hace décadas y se mantienen como obstáculos para que el sistema mexicano entregue pensiones dignas.

El Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) en México tiene tres grandes problemas estructurales que, si de verdad se quieren corregir, deberán incluirse en la iniciativa de reforma que el gobierno federal presentará el 5 de febrero.

Los tres problemas no son ningún secreto, tienen décadas y se mantienen como obstáculos para que el sistema mexicano sea de verdad uno de los mejores en el mundo, con el beneficio para las pensiones.

Los 3 grandes problemas estructurales de las pensiones en México

1. Baja densidad de cotización por parte de los trabajadores

Actualmente, los trabajadores en México que tienen cuenta de Afore realizan una aportación del 1.125 por ciento de su salario, nos referimos única y exclusivamente al porcentaje que aporta el trabajador a su cuenta de ahorro para el retiro, no al total que se aporta de manera tripartita, junto con el patrón y el gobierno.

Es cierto que los salarios en México todavía dejan mucho que desear y que la plena recuperación del poder adquisitivo es algo todavía lejano.

Pero también es cierto que los mexicanos tenemos una escasa cultura del ahorro; de hecho, muchas veces la única forma en que ahorramos es de manera obligatoria, tal como sucede en el sistema de Afores.

De no existir este mecanismo, con toda seguridad los más de 5 billones de pesos en activos en el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) serían una cantidad muy inferior.

En realidad, aportar 1.125 por ciento de nuestro salario es una cantidad irrisoria, y no es necesario ahorrar mucho más; con el doble de aportación, 2.25%, nuestras pensiones tendrían un gran impulso.

¿Y cuánto aportan los trabajadores en otros países a sus cuentas de ahorro para el retiro? El promedio de ahorro de los trabajadores para su retiro en los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se ubica en 18.5 por ciento.

Dicho de otra forma, los trabajadores de los países de la zona OCDE ahorran 16 veces más que los mexicanos para su retiro.

En países como Francia, Grecia y Japón las tasas de ahorro personal para el retiro se ubican entre 28 y 30 por ciento, mientras que en Italia este referente llega a niveles de 33 por ciento.

Mientras en México no nos hagamos más responsables de nuestro futuro, no hay muchas posibilidades de contar con una mejor pensión.

2. Pocas semanas cotizadas

La inestabilidad laboral y la elevada informalidad generan que, en México, los trabajadores en general tengan pocas semanas cotizadas. El problema es tan grave que en la reforma de 2020 tuvo que reconocerse y se modificó la ley para que se solicitara en mínimo de 700 semanas de cotización para poder acceder a una pensión, en lugar de las 1,250 semanas necesarias hasta entonces. De no haberlo hecho, miles o quizás millones de mexicanos ni eran elegibles para una pensión por no contar con el requisito de semanas mínimas de cotización.

Pero el problema prevalece, no se ha resuelto, sino que solamente se modificó momentáneamente la ley sin modificar las causas que lo generan.

En los siguientes años, es necesario encontrar mecanismos que permitan a los trabajadores acumular semanas de cotización, ya que de no hacerlo se mantendrá el dilema estructural y los sistemas de pensiones privados dejarán de ser opción una vez más para miles o quizás millones de mexicanos.

3. Falta de inclusión de los trabajadores informales

Un problema que viene “junto con pegado” con el punto anterior es el de la alta tasa de informalidad que impide a millones de trabajadores acceder a los mecanismos de ahorro para el retiro.

Es cierto que hoy las facilidades para abrir cuentas de ahorro para el retiro son enormes.

Sin embargo, no se hace el seguimiento adecuado ni se profundiza en labores de cultura financiera que abran espacios a millones de mexicanos.

Según los datos más recientes del INEGI, el 53 por ciento de la Población Económicamente Activa de México se encuentra en la economía informal, son alrededor de 32 millones de personas que, en su inmensa mayoría, no tienen una cuenta de ahorro para el retiro.

La inclusión de esta fuerza laboral y de ahorro llevaría al sistema a otro nivel y le permitiría consolidarse para ofrecer mejores pensiones.

Los tres problemas estructurales anteriormente señalados tienen que corregirse porque, de otra modo, para mejorar las pensiones se acudirá a mecanismos momentáneos que no solucionan los problemas de fondo.

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