Economía mundial es como un barco en aguas agitadas: FMI
La caída económica en 2023 será la peor registrada desde la Gran Recesión, sin considerar la de 2020, advirtió la directora gerente del FMI.
“La economía mundial es como un barco en aguas agitadas”, así definió kristalina Georgieva, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), el momento que vivimos en el mundo.
La semana siguiente se reunirán en Washington los ministros de finanzas de todo el mundo, suponemos que entre ellos Rogelio Ramírez de la O, luego de dos años en los que se llevó a cabo de manera virtual.
En esta ocasión, previo a la reunión se llevó a cabo el discurso que tradicionalmente sirve de prólogo a las reuniones, pronunciado esta vez en la Universidad de Georgetown, en Washington.
Georgieva no tuvo empacho en decir lo que piensa, y lo que espera hacia el futuro inmediato.
Hizo referencia al hecho de que la institución ya ha rebajado tres veces las previsiones de crecimiento: a solo 3.2 por ciento para este año y al 2.9 por ciento para 2023.
Y lanzó la advertencia de que la próxima semana el FMI rebajará, una vez más, la proyección de crecimiento para el siguiente año.
Es de tal fragilidad la situación actual, que la dirigente del FMI expresó que la cifra de crecimiento que anunciarán la semana siguiente durante su reunión será la más baja desde 2009, con excepción de 2020, cuando golpeó la pandemia a la economía mundial.
Es decir, se espera una profunda desaceleración en 2023, prueba de que la situación económica es todavía muy delicada, el FMI es el primero en reconocerlo.
La caída económica en 2023 será la peor registrada desde la Gran Recesión, sin considerar lo sucedido en 2020, un año que es punto y aparte ya que ha pasado a la historia de los grandes ajustes económicos globales.
Para Kristalina Georgieva, los riesgos de recesión están aumentando considerablemente.
En este contexto, el FMI estima que los países que representan alrededor de un tercio de la economía mundial experimentarán al menos dos trimestres consecutivos de contracción este o el próximo año.
Incluso, en el escenario de un crecimiento positivo, el FMI advierte que se sentirá como una recesión, debido a la disminución de los ingresos reales y el aumento de los precios.
Con dicha base, Georgieva hizo otra advertencia al señalar que la temida estanflación, es decir el estancamiento económico acompañado de alta inflación, toma forma cada vez más.
Ligera esperanza
No obstante el escenario dibujado, la directora gerente señaló que al final del día, las previsiones solo son eso. Georgieva reconoció la posibilidad de equivocarse, como sucedió hace un año cuando sus economistas esperaban que, tras el fuerte crecimiento de 2021, la recuperación continuaría siendo sólida y las subidas de precios, transitorias, todos conocemos la historia.
Sin embargo, también mencionó la ocurrencia de factores inesperados como la guerra en Ucrania. Así, el FMI señaló que la economía se ha enfriado y la inflación se ha enquistado.
Los elevados precios de la energía y los alimentos, el endurecimiento de las condiciones financieras y las persistentes limitaciones de la oferta han frenado el crecimiento. Georgieva ha repasado cómo todas las grandes economías del mundo tienen problemas.
La zona euro se ve gravemente afectada por la reducción del suministro de gas de Rusia, China sufre interrupciones relacionadas con la pandemia y una profunda caída de su mercado inmobiliario y la inflación y la subida de los tipos de interés están lastrando a Estados Unidos.
En suma, la tormenta no ha pasado y la semana siguiente los ministros de finanzas del mundo deberán enfrentarse a la realidad, tal como lo hace uno de los organismos financieros más importantes del mundo.
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