¿Cómo afectará a la SCJN los señalamientos de plagio contra la ministra Yasmín Esquivel?
La togada, quien presuntamente habría plagiado su tesis de licenciatura, asegura que su ensayo para titularse en realidad lo copió otro estudiante
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) suma un nuevo elemento que la debilita como tribunal constitucional, toda vez que la ministra Yasmín Esquivel Mossa, señalada por presuntamente haber plagiado su tesis de licenciatura, no solo ha manifestado su intención de permanecer en el cargo, sino también mantiene su candidatura para presidir el máximo tribunal del país, bajo el argumento de que en realidad ella fue la plagiada.
En una carta aclaratoria que posteó en su cuenta de Twitter, la togada afirma que su tesis, con la que obtuvo su título de abogada, “es un proyecto original y auténtico” que empezó a redactar y revisar desde 1985, “un año antes de la tesis “similar” que habría elaborado el estudiante Edgar Ulises Báez Gutiérrez”.
“Por lo pronto, he denunciado ante la fiscalía correspondiente, el supuesto plagio de mi proyecto de tesis”, apuntó la ministra, quien considera que se le está difamando con el objetivo de intervenir en el proceso de sucesión de la presidencia de la Corte.
De acuerdo con la denuncia hecha por el escritor Guillermo Sheridan en el sitio Latinus, Esquivel Mossa presuntamente habría plagiado su tesis, denominada “Inoperancia de los sindicatos en los trabajadores de confianza del artículo 123 Apartado A”, al defender ese texto en 1987, documento que tiene demasiadas similitudes con el ensayo presentado en 1986 por Báez Gutiérrez.
La aclaración de la ministra ahora deberá ser corroborada por el Comité de Integridad Académica y Científica de la FES Aragón, de donde es egresada, si es que esta institución conserva los registros del inicio de ambos ensayos, lo que es sumamente difícil, no solo porque han pasado al menos 36 años, si se considera la fecha de la tesis de Edgar Ulises Báez Gutiérrez, sino porque cuando se inicia cualquier proyecto de estas características no se registra formalmente.
Cualquier egresado de licenciatura que obtuvo su titulación mediante una tesis sabe que, cuando este documento empieza a prepararse, no se notifica formalmente a las autoridades de la facultad, sino que el alumno primero va redactando el proyecto que es corregido -preliminarmente- por el director o asesor de tesis, hasta que este está listo para su registro oficial.
Revisión de la UNAM
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) informó al concluir la semanada pasada que “al llevar a cabo el cotejo pormenorizado de las tesis profesionales” de los dos exalumnos de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón (Esquivel y Báez), encontró “que existe un alto nivel de coincidencias entre ambos textos”.
Este resultado, agregó la máxima casa de estudios del país, “se hará del conocimiento del Comité de Integridad Académica y Científica de la FES Aragón”, instancia que ya había anunciado en un comunicado que analizaría de manera pormenorizada la tesis de Yasmín Esquivel.
La ministra, al decirse víctima de plagio de su ensayo, tácitamente responsabiliza a su directora de tesis, la maestra Martha Rodríguez Ortiz, para que sea esta la que muestre cuál de los dos textos en controversia -que la docente dirigió- se inició primero.
La académica asegura que la obra de la hoy ministra de la Corte es original, y “no es un plagio como errónea y falsamente lo está señalando la columna publicada”. De hecho, en una entrevista radiofónica Rodríguez Ortiz opinó que los señalamientos de presunto plagio en contra de Yasmín Esquivel son producto de la misoginia que se vive en México.
“Yo creo que dudar de la UNAM, dudar de las mujeres, sobre todo, es parte de un complot en contra de nosotras”, dijo. La maestra agregó que no entiende “por qué después de 30 años” se ha vuelto famosa por dirigir una tesis. “Yo la verdad no siento que se haya hecho nada malo”, concluyó.
No obstante estas consideraciones, ahora será responsabilidad de la docente explicar ante las autoridades de la FES Aragón no solo las similitudes que existen entre las tesis de Esquivel y Báez, sino también las que presentan otros tres ensayos que posteriormente también dirigió.
Si se llega a comprobar el plagio del que presuntamente se acusa a Yasmín Esquivel Mossa, la sanción máxima podría ser la cancelación de su título de licenciada en derecho, además de la posible responsabilidad en la que habría incurrido la maestra Martha Rodríguez Ortiz, al autorizar por lo menos cinco tesis sobre el mismo tema que, al compararse, prácticamente son iguales.
Obviamente, la apuesta de la ministra de la Corte es dejar a salvo su título de abogada, presumiendo que es la directora de su tesis la que debe dar detalles sobre los trabajos que la docente ha dirigido, y que hoy protagonizan este diferendo.
Integridad ética en la Corte
El problema en esta controversia es que los señalamientos en contra de Yasmín Esquivel no solo afectan su reputación como profesionista y ministra de la Corte, sino que en general debilitan la probidad e integridad del máximo tribunal del país, instancia cúspide del Poder Judicial federal cuyos integrantes, de acuerdo con el artículo 95 de la Constitución, deben gozar de buena reputación.
Ese numeral de la carta magna establece, en su fracción IV, que los ministros de la Corte estarán inhabilitados para serlo si son encontrados responsables de robo, fraude, falsificación, abuso de confianza, o cualquier otro delito “que lastime seriamente la buena fama en el concepto público” de los togados.
Si bien hasta ahora la ministra Yasmín Esquivel no está señalada de haber cometido un ilícito, pues si se prueba que habría plagiado su tesis de licenciatura estaríamos ante una falta grave a la ética y normatividad académica de la UNAM, las consecuencias de estas acusaciones sí afectan tanto su reputación personal, como la de la Suprema Corte.
Además, no es la primera vez que se cuestiona la ética de Esquivel Mossa, quien se convirtió en ministra en 2019 bajo acusaciones de parcialidad, luego de ser propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, con quien la togada mantiene una amistad junto con su esposo, el empresario José María Riobóo, señalado como contratista preferido del gobierno lopezobradorista cuando el hoy mandatario federal fue jefe de Gobierno de la capital del país.
Calificada en redes sociales como “ministra contratista” por ser cónyuge de Riobóo, Esquivel se ha caracterizado por votar a favor del gobierno de López Obrador en todos los asuntos en los que la Corte ha analizado la constitucionalidad de los actos y normas que han sido impugnados en la actual administración.
Justo por estos antecedentes y por su demostrada actuación a favor del actual gobierno, la ministra figuraba como favorita para presidir la Suprema Corte a partir de enero de 2023, posición que ahora difícilmente logrará obtener, a menos que sus pares en la Corte consideren elegirla presidenta del máximo tribunal del país, ignorando las acusaciones de plagio que -necesariamente- deben ser aclaradas de manera exhaustiva por la UNAM.
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Surya Palacios Periodista y abogada, especialista en análisis jurídico y de derechos humanos. Ha sido reportera, conductora de radio y editora.