Buscador
Ver revista digital
Tecnología

Los chips cerebrales violentan estos derechos humanos

27-02-2024, 6:10:00 AM Por:
© Especial

Así como avanza la Inteligencia Artificial y la neurotecnología, también existen los neuroderechos humanos que permiten proteger nuestro cerebro.

¿Te imaginas portar en tu cerebro un dispositivo que mida y evalúe cada uno de tus pensamientos?, ¿Qué pasaría si esa información se transmite a una empresa, permitiéndole a esta calificarte con base en los datos recibidos?, ¿Habría alguna forma de proteger tus pensamientos más íntimos?

Estas son solo unas cuantas preguntas sobre los riesgos que plantea la neurotecnología, y que son pertinentes porque sus respuestas dotan de contenido a los neuroderechos humanos, sobre todo ahora que ya hay personas a las que se les han implantado chips cerebrales con los que pueden mover el teclado o el mouse de una computadora con solo pensarlo.

Un ejemplo de la utilización de la neurotecnología es el ensayo clínico que desarrolla la empresa Neuralink, propiedad del multimillonario Elon Musk.

La firma anunció en este mes que implantó con éxito en una persona un chip cerebral que le permite controlar el ratón de la computadora con su cerebro. Este dispositivo registra las señales cerebrales y las envía a una aplicación.

El objetivo es “otorgar a las personas la capacidad de controlar el cursor o el teclado de una computadora utilizando únicamente sus pensamientos”, dijo el consorcio de Musk.

Esta tecnología, de acuerdo con Neuralink, permite crear “una interfaz cerebral generalizada para restaurar la autonomía” de las personas “con necesidades médicas insatisfechas”.

Es decir, formalmente, la empresa pretende auxiliar a hombres y mujeres que, por ejemplo, padecen alguna enfermedad motora.

No obstante, si los pensamientos que detecta el chip se transmiten a una aplicación para que el portador del dispositivo mueva no solo el ratón de la computadora, sino también el cursor y el teclado, como afirma Neuralink, ¿Qué otra información cerebral y cognoscitiva se está recabando en dicha aplicación?

Aun no hay respuesta para esa pregunta, y por eso es importante saber qué es la neurotecnología y conocer nuestros neuroderechos humanos.

Cinco neuroderechos

La neurotecnología puede definirse como el conjunto de instrumentos, herramientas y dispositivos que sirven para estudiar el cerebro humano, junto con los procesos e intervenciones que le permiten a la ciencia reparar o mejorar las funciones cerebrales.

A su vez, las normas y principios que protegen el cerebro y la mente humana son los cinco neuroderechos que tenemos todos los seres humanos:

1. Privacidad mental

Los neurodatos son privados, toda la información de la actividad cerebral y neuronal no puede venderse ni transferirse con fines comerciales. El uso de los datos neuronales debe regularse de manera estricta.

2. Identidad personal

La neurotecnología no debe alterar la conciencia, ni “el sentido del yo” de las personas.

3. Libre albedrío

La neurotecnología no debe manipular a las personas. Los seres humanos tenemos derecho a mantener nuestra libertad de pensar, actuar y tomar decisiones.

4. Acceso justo al aumento mental

Los avances y mejoras en las capacidades cerebrales a partir del uso de la neurotecnología, deben regularse a nivel nacional e internacional, y regirse por los principios de equidad y justicia, garantizando igualdad de acceso (estar al alcance de todos).

5. Protección contra los sesgos

Se debe combatir el sesgo de los algoritmos en neurotecnología. Los datos que se obtengan con el uso y aplicación de esta no pueden servir para discriminar a las personas.

Desde hace por lo menos una década, existe todo un movimiento científico internacional que busca el reconocimiento de estos cinco neuroderechos humanos en las distintas legislaciones del mundo.

Entre esos esfuerzos se destaca el Centro de Neurotecnología de la Universidad de Columbia y su plataforma “Neurorights initiative” (Iniciativa de neuroderechos), creados en 2014 para garantizar el desarrollo ético de la neurotecnología.

La iniciativa de la Universidad de Columbia, cuya sede se encuentra en Nueva York, en Estados Unidos, además de promover que se legislen los neuroderechos, también trabaja para prevenir y reducir el riesgo de mal uso o abuso de la neurotecnología.

MÁS NOTICIAS:

autor Periodista y abogada, especialista en análisis jurídico y de derechos humanos. Ha sido reportera, conductora de radio y editora.
Comentarios