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¿Se agotan las remesas? Cayeron en marzo después de 4 años de alzas

03-05-2024, 9:54:38 AM Por:
© Depositphotos

Aunque la caída de remesas en marzo fue de solamente un 3.3 por ciento, algunos estados tuvieron retrocesos que son preocupantes.

Por primera ocasión en prácticamente cuatro años, las remesas hacia el país registraron un descenso interanual.

De acuerdo con las cifras del Banco de México, en marzo pasado las remesas cayeron 3.3 por ciento con respecto al nivel del mismo mes de 2023

Se trata de la interrupción de una trayectoria positiva que inició en abril de 2020 cuando el mundo entró en confinamiento paulatinamente y los migrantes mexicanos, especialmente los que laboran en Estados Unidos, vieron de repente incrementarse su trabajo y sus ingresos.

Fue precisamente en este período en el que se ha registrado el mayor incremento anual de las remesas, corresponde al año 2021 con un avance espectacular de 25.94 por ciento respecto al cierre de un año antes.

Las remesas se han vuelto un recurso esencial para millones de familias en México, es por eso que un retroceso alerta a los analistas, quienes esperan más datos para determinar con mayor precisión qué es lo que sucede.

Si bien la caída en el flujo de remesas totales fue de 3.3 por ciento, algunos estados tuvieron retrocesos que son preocupantes.

Baja California Sur reportó una contracción anual de 35.05 por ciento, Chihuahua 18.19 por ciento, Coahuila 16.29, Sinaloa 15.25, y Tamaulipas con 14.24 por ciento, por mencionar algunos.

Tres de los grandes estados remeseros tuvieron por su parte un desempeño modesto: En Michoacán las remesas crecieron 0.08 por ciento anual, en Jalisco se contrajeron 4.44 por ciento y en Guanajuato subieron solamente 0.39 por ciento.

¿Es el inicio de una tendencia?

Los analistas ahora se preguntan si este retroceso anual en el flujo de remesas hacia México es el inicio de una trayectoria de largo plazo en el mismo sentido, considerando un proceso de desaceleración en Estados Unidos y en el mundo.

De acuerdo con reportes de la Fed, en marzo los flujos de remesas del país disminuyeron hacia todo el planeta, es decir no fue un fenómeno exclusivo de México.

Sin embargo, también preocupa a los analistas las condiciones del mercado laboral estadounidense, mismo que además de los efectos de una eventual desaceleración puede reflejar en cualquier momento presiones derivadas de una demanda de plazas laborales hasta ahora contenida, que no se sabe si en algún momento se desatará.

En México los ingresos por remesas son ya esenciales para millones de hogares, hasta ahora se ha compensado el aumento de los flujos con la caída del poder adquisitivo ante el impacto del tipo de cambio, pero una eventual desaceleracion es algo que no está contemplado luego de 10 años de crecimiento constante y de 4 años de un auténtico boom. Las cifras de los meses siguientes serán determinantes.

Sexenio histórico en flujos (y en pérdida de poder adquisitivo)

A pesar de la contracción reciente en el flujo de remesas, la realidad es que este sexenio será histórico en ingresos de remesas para el país. Hasta el cierre de 2023, México recibió un total de 250,051 millones de dólares. En realidad, la tendencia ascendente empezó antes, al cierre del año pasado se acumularon 10 años de crecimiento constante, una década de aumento en el envío de remesas.

Este impulso en la captación de remesas ha llevado a nuestro país a colocarse en el tercer lugar mundial de las naciones con mayores ingresos por dicho concepto, solamente detrás de China y la India.

El aumento de las remesas es tan significativo que hace diez años este rubro ocupaba el quinto sitio como fuente de ingresos en dólares para México, y actualmente se ubica en el segundo lugar, superado solamente por las exportaciones no petroleras.

El monto recibido por remesas en el sexenio supera en 1.14 veces al de las reservas internacionales de Banxico, este flujo de dinero se convirtió en factor esencial para la economía de millones de hogares en México, lo que tiene su lado positivo y negativo.

En concreto, nunca en la historia desde que se tiene registro se habían recibido tantos ingresos por remesas en nuestro país como en el actual, fue un flujo de recursos que incluso se puede calificar como “espectacular”, algo que nadie tenía presupuestado.

Sin embargo, el tipo de cambio en este rubro es esencial, el precio al que se venden en México los dólares enviados por nuestros compatriotas en el exterior determina la cantidad de recursos que recibirán los beneficiarios de las remesas, en ese sentido no hay buenas noticias.

El poder adquisitivo de las remesas está determinado por dos factores: el tipo de cambio y, desde luego, la inflación. En esta ocasión nos ocuparemos del tipo de cambio, que es el que más influye en la determinación de los montos que reciben nuestros paisanos ya en México.

El peso se ha apreciado casi de manera constante en el sexenio, el ingreso de dólares a México es un factor decisivo, la fortaleza cambiaria ayuda, entre otras cosas, a disminuir las presiones sobre la inflación. En ese sentido, se convierte en factor de estabilidad económica, pues el tipo de cambio es determinante para los montos que recibirán los beneficiarios.

Y es precisamente el tipo de cambio el que no entrega buenas noticias, un factor que, lamentablemente, para los beneficiarios de remesas está totalmente fuera de su control.

Si hoy fuera el cierre del sexenio, la pérdida de poder adquisitivo de quienes reciben remesas en México, medido por el tipo de cambio, ha sido de prácticamente 20 por ciento, 19.88 por ciento para mayor exactitud. Lo anterior sin considerar los efectos de la inflación sobre estos flujos.

De acuerdo con Banco Base, tan solo en marzo pasado respecto al mismo mes de 2023, la pérdida del poder adquisitivo de quienes reciben remesas en México se ubicó en 15.8 por ciento, toda vez que el tipo de cambio promedio durante el periodo pasó de 18.3749 pesos por dólar a 16.7918 unidades.

El tipo de cambio a la baja ha propiciado en gran medida esta pérdida de poder adquisitivo de las remesas, que según Banco Base, ya acumula 17 meses consecutivos de contracciones anuales, colocándose como el mayor periodo de caídas en este rubro desde que se tiene registro.

El efecto es negativo en el ingreso de los hogares y el consumo privado. Banco Base estima que, de mantenerse la tendencia el poder adquisitivo de las remesas registrará una contracción anual real de 4.66 por ciento en 2024.

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