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Opinión

¿Por qué a los jefes no les gusta el Home Office? 3 posibles explicaciones

28-04-2022, 6:00:00 AM Por:
© Depositphotos

Mientras que la mayoría de los ejecutivos promueven el trabajo presencial, apenas una tercera parte de los empleados comparte esta idea.

El regreso a las oficinas nos ha dado un nuevo cambio de lo que nos estábamos acostumbrando en los últimos dos años. Es verdad que la economía se reactivó y muchos pequeños negocios se ven beneficiados ante esta nueva realidad, pero también ha producido descontentos y puntos de vista contrapuestos entre los empleados. Están los que ansiaban volver a verse cara a cara y quienes piensan en renunciar si los obligan ir a la oficina todos los días

Para muchos, el trabajo remoto o Home Office, representaba mucha comodidad y ahorro de dinero y tiempo, traducido en calidad de vida. Para otros, regresar a oficinas es la oportunidad de crear cultura corporativa, resolver dudas de forma más inmediata y desarrollar una mayor identidad con la empresa. Lo interesante es cuando vemos qué cargo tienen las personas y lo que opinan de si trabajar o no en casa.

De acuerdo con un estudio de Slack, los colaboradores con puestos ejecutivos (C-Suite) están más ansiosos por regresar a la oficina que los empleados con puestos intermedios o bajos. El estudio reporta que 75% de los empleados de Alta Dirección promueven el trabajo presencial de por lo menos tres días a la semana, mientras que apenas un 34% de los subalternos comparten la misma idea.

Según The Economist, existen tres explicaciones del por qué los grandes ejecutivos prefieren el trabajo presencial: una idea cínica, una idea amable o empática, y el subconsciente.

  • La idea cínica deriva de un pensamiento mucho más jerárquico o autoritario. Son aquellos ejecutivos que les gusta disfrutar el estatus de su cargo. Tienen oficinas dentro la compañía, muestran autoridad en las juntas presenciales con el lugar que ocupan y hasta tienen prestaciones más lujosas que los empleados. En el trabajo remoto, apenas gozan del privilegio de no silenciar su micrófono y controlar la reunión.
  • La idea amable o empática se refiere a cuando los directivos consideran que la interacción interpersonal es mejor porque ayuda con la inmediatez, a la creatividad y generación de nuevas ideas. Incluso, Jamie Dimon, directivo de JPMorgan Chase, señala que el trabajo presencial fomenta la cultura organizacional. El trabajo remoto pone barreras y obstruye una comunicación más eficiente. Desafortunadamente, este depende mucho de la posición de trabajo y no presupone todo lo que hay detrás de un empleado que acude a la oficina.
  • El subconsciente se refiere a la mente que se deja guiar por su instinto y suposiciones. Son aquellos que no tienen un análisis crítico de lo que implica el trabajo remoto o presencial y, por ende, toman decisiones guiados únicamente por sus creencias. Este es un problema, especialmente porque la mayoría de los ejecutivos dicen que han diseñado políticas de regreso al trabajo con poca participación de los empleados. Sobre todo, porque piensan que un método es mejor que el otro sin darse cuenta de lo que opinan los demás.

Antes de la pandemia, el trabajo remoto era una prestación que pocas empresas daban. Esto se debe a que muchos directivos prefieren el formato presencial porque están seguros de que así funcionaba bien. Pero, después del confinamiento, el home office ya es imprescindible para muchos empleados. Según el Termómetro Laboral de OCC, un 55% de los colaboradores en México asegura que prefiere renunciar antes de regresar a una modalidad 100% presencial.

El formato híbrido parece ser el más viable para todos, pero también nos lleva a otras preguntas: ¿quién decide qué días asistir a la oficina y cuántos?, ¿en qué horario? En algunos casos, la asistencia depende de otras personas con quienes se interactúa.

Entonces, ¿cuál es la mejor propuesta? Me parece que esta saldrá de una buena cultura organizacional, desarrollo de aptitudes de liderazgo y hacer que las ideas del subconsciente salgan a la superficie y saber si la decisión que se tome es arbitraria o consensuada.

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autor Comunicólogo por el ITESM y Maestro en Recursos Humanos por la ULA. Storyteller de historias que inspiren, capital humano, desarrollo organizacional y liderazgo. Publirelacionista, maratonista y especialista en generador de contenidos.
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