10 problemas que tenemos en el home office y cómo resolverlos

Tras el confinamiento al que todos nos vimos obligados a inicios de la pandemia de COVID-19, más personas empezaron a trabajar desde sus hogares de forma repentina y sin una preparación previa. Por este motivo, varias compañías y trabajadores no estaban listos para esto o para desarrollar mejores formas de hacer la transición de equipos, procesos y cultura en un entorno virtual, todo se fue dando conforme la marcha y forjándose un nuevo estilo de vida laboral. Esta modalidad a distancia también plantea desafíos actuales.

Para muchos ha sido una gran ventaja trabajar de esta forma. Esto tiene que ver con ciertos hábitos a los que nos debemos apegar para llevar un mayor equilibrio tanto en nuestra vida personal como profesional, y poder sacar el máximo provecho y productividad al laborar bajo este esquema.

Es preciso recordar que cada persona presenta desafíos particulares al trabajar de forma virtual, no solamente por nuestras diferentes personalidades, sino también por nuestros diversos estilos de vida y el tipo de trabajo que desempeñamos. A pesar de esto, múltiples problemas centrales a los que hacemos frente como trabajadores remotos suelen ser los mismos.

Bajo ese contexto, Eduardo Rodríguez, director general de la Asociación Nacional de Capacitación de Becarios (ANCABE), señaló los retos a los que se enfrentan tanto trabajadores como empresas al realizar home-office, así como algunas alternativas para solucionar estos asuntos.

Efectivamente existen ventajas importantes del trabajo a distancia, creo que los colaboradores y las empresas los pueden aprovechar, pero también hay desafíos que pueden jugar en contra si es que la empresa no tiene visibilidad de ellos y no los puede gestionar de una manera correcta”

contó en entrevista Eduardo Rodríguez.

¿Cuáles son los desafíos del trabajo remoto?

1. Tu jefe no te ve operar

En un trabajo de oficina tu jefe puede ver cómo laboras, puede percibir todo el trabajo duro que hay detrás de un resultado. Asimismo, puede observar qué tan ‘movido’ eres, qué tan comprometido estás, cómo te desarrollas, tu forma de aplicar las habilidades y las llevas al ámbito operativo. Incluso, en caso de que no hayas llegado a dar un resultado, él puede comprender qué pudo suceder y cómo lo operaste. Sin embargo, cuando estás trabajando en casa, es más complicado que pueda observar lo anteriormente mencionado, ya que lo único que puede ver son tus entregas, resultados, y ya. El experto señaló que podría haber comunicación, pero no es la misma interacción.

Solución:

Como colaborador, si tu jefe no cuenta con esta visibilidad ante el trabajo a distancia, es preciso reforzar habilidades que hoy en día son más importantes que nunca. En primera instancia, la comunicación, misma que podría estar subestimada en la organización. Pero lo importante es saber decir las barreras que estás encontrando en tu trabajo, comentar lo que quieras implementar, saber pedir ayuda, dar un resumen de cómo va tu día, para que se pueda disminuir la carente interacción.

2. Espacios de oficina y casa no son iguales

En casa tenemos todos los distractores que podamos imaginar. Eso es un riesgo bastante grande. Es relevante comprender que la casa está diseñada para ser un espacio de descanso y confort.

Por su parte, los espacios de la oficina están creados para trabajar, impulsarte, desarrollarte, etc. Por eso son espacios completamente diferentes a los de tu hogar.

Entre los distractores que hallarás en tu casa están: la televisión, la cama, tus mascotas e incluso tu familia. De hecho, el experto dijo que después de comer te puede dar sueño, el muy conocido ‘mal del puerco’, y no es lo mismo estar en tu casa con la cama enfrente de ti a en una oficina, donde no puedes quedarte dormido o “echarte una siesta de 15 minutos”. Por lo que resaltó las complicaciones de resistir a las diferentes tentaciones de estar en casa.

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Solución:

Formarte hábitos diferentes en casa te será de gran ayuda. Es preciso ejecutar acciones concretas de ergonomía para tener un espacio muy concreto de trabajo, es decir, un lugar iluminado, limpio, cómodo, silencioso y libre de distracciones para poder operar lo más parecido a cómo trabajarías dentro de una oficina.

3. La tecnología

Al estar en una oficina tu compartes información de la nube, mandas correos electrónicos, entre otras actividades. No obstante, en casa cuando recién se comenzó a trabajar en la modalidad home-office, hubo ocasiones donde los trabajadores se percataron de que la red no estaba totalmente preparada para el volumen de información que manejamos en un día tradicional.

Aún recuerdo los primeros mails que mandé con archivos adjuntos, a veces tardaban hasta cinco minutos, cuando en la oficina salían al instante”

contó Eduardo Rodríguez, director general de ANCABE.

Evidentemente, siguiendo el caso del directivo, podemos observar que la red de los hogares puede estar preparada para ver videos, plataformas de streaming, estar en redes sociales, pero no para compartir una gran cantidad de volumen de información al que estamos acostumbrados a enviar en un día normal de trabajo.

Solución:

Buscar una red adecuada para compartir archivos grandes, tener videoconferencias, hacer tus entregas, mandar correos electrónicos, compartir información y usar las plataformas que se requieran en tu trabajo, sin inconvenientes ni interrupciones. El especialista recordó que actualmente las empresas de comunicaciones han hecho avances para tener redes de mayor calidad a las de antes, así que lo mejor es evaluar que paquetes de internet son convenientes según sean tus necesidades. Aunque no hay punto de comparación a la red dentro de una oficina, que está diseñada para una empresa completa, donde existe señal y mayor potencia.

Asimismo, puedes buscar con la empresa apoyo para contratar un paquete de internet más rápido que te permita enviar y recibir más información en menos tiempo.

4. Ergonomía

Se relaciona un poco con los distractores que encontramos en nuestros hogares. El experto señaló que sí es responsabilidad de la organización poder identificar las condiciones en las cuales un colaborador trabaja en casa. Aunque ya lo hacen estando en la oficina, es preciso hacerlo mientras están en casa, porque ahora la oficina se metió a su hogar y conviven con esta.

Es importante saber que el trabajador cuente con este sitio delimitado, por ejemplo, una silla óptima, que tenga espacio, que haya ventilación, con equipo tecnológico y que tenga un escritorio para poder desarrollar sus labores.

Solución:

El experto sugiere que como organización puedan generar una estrategia de ergonomía eficiente, donde se tenga que invertir. Adaptarse implica sacrificios y como corporativo se tendrá que invertir en los colaboradores y su ergonomía para que en casa cuente con la infraestructura deseable y necesaria para operar como la empresa espera que lo haga, sin poner en estrés al empleado, según señala la NOM-035, que contempla multas a compañías que no controlen la tensión laboral; cómo emocionalmente convive con sus actividades y logro de objetivos, para que el colaborador tenga una buena calidad de vida.

5. Comunicación

La comunicación es esencial en cualquier trabajo. Desde la perspectiva del especialista, ha perdido fuerza la interacción directa, dado que actualmente dependemos de los medios electrónicos para podernos comunicar. Antes, al estar en la oficina, cuando necesitabas algo y no te respondían el mail, podías ir físicamente a buscar a la persona y preguntarle tu inquietud de forma directa.

Hoy en día, desde casa no puedes ir a buscar a la persona para pedirle lo que necesitas del trabajo. Así que enteramente dependemos de los canales de comunicación electrónicos, como el correo electrónico, las aplicaciones de mensajería instantánea, las redes sociales, entre otros.

Solución:

Hay que adaptarse a esta nueva cultura y era tecnológica, donde podemos poner de nuestra parte al estar pendientes de nuestros medios electrónicos para que haya una comunicación más efectiva. Además, es preciso comprender la urgencia de las otras personas, saber responder rápido las llamadas que ellos te hagan, porque puede ser la única vía para tener contacto contigo. La comunicación se debe fortalecer para poder cumplir con los objetivos, argumentó el especialista.

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6. Integración

Cuando estás en una oficina puedes conocer de forma más integral a los colaboradores con quienes trabajas, por lo que puedes comprender su personalidad, saber sus gustos, la forma en la que vive, cómo va su día, etc. Dialogar con las personas te ayuda a encontrar puntos en común. Al trabajar en casa, esta integración y comunicación sólo se limita a temas relacionados al trabajo. Si le llamas a un colaborador es para saber cómo va con sus procesos, entregas y revisar asuntos laborales. Es complicado que se genere una conexión personal y social, también es difícil que conozcas a una persona de forma integral. Lo anterior puede jugar en contra de un verdadero y sano trabajo en equipo, donde las personas puedan ser cómplices y se genere un ambiente de camaradería, lo cual suele ayudar a tener un clima laboral fluido. Por lo que empiezas a trabajar de una forma más solitaria y autónoma.

Solución:

Tratar de crear un ambiente laboral sano y con mayor interacción personal. Poder hacer una buena integración en los equipos de trabajo. Saberse comunicar de forma educada, atenta e íntegra. No solamente limitarse a los procesos, entregas y asuntos del trabajo, sino generar mayor lealtad. Comprender que los trabajadores también tienen una vida fuera de su empleo, por lo que la empatía juega un rol fundamental, así que es bueno intentar de apoyar en lo que esté dentro de las posibilidades a tus colaboradores y compañeros de trabajo.

7. La habilidad de ser autodirigido y autogestionable

Al estar en casa, la responsabilidad de gestionar tus horarios, tiempos y entregables, son totalmente tuyas. En una oficina dependes de la disponibilidad de tu jefe y de que dicte el calendario con fechas muy concretas. Ahí decides en que momento hacerlo, pero en casa te darán una fecha límite, ya tú tomas la decisión de hacerlo en ese momento, por la tarde o el fin de semana, expresó Rodríguez.

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Solución:

Desarrollar la habilidad de ser autodirigido y autogestionable se ha vuelto totalmente deseable para las empresas. De acuerdo con la experiencia del especialista, los reclutadores exploran minuciosamente esas aptitudes, porque buscan asegurar que una persona que labore en la organización sepa asumir la responsabilidad de sus funciones sin importar si está en casa o en oficina.

8. La desmotivación

Rodríguez dijo que es habitual estar desmotivado cuando no sales de casa. Antes, ir a la oficina implicaba salir a la calle, y el hecho de que te dé el sol, el aire, cambiar tu panorama, ver a tus compañeros, reunirte con la gente a la hora de la comida, decidir donde comerás, hablar de otros temas, celebrar los cumpleaños, entre otras cuestiones; eso también formaba parte de ir al trabajo. Hoy en día, el empleo se reduce a mirar una pantalla durante toda la jornada laboral en tu casa. Lo anterior afecta emocionalmente a la persona, porque se rompen los roles sociales; se tiene un papel con la familia, los hijos, los amigos, pero también se tiene uno profesional como colaborador en una empresa, y se ve mermado, por consiguiente, se genera la desmotivación.

Solución:

Actualmente es un reto para las organizaciones, especialmente para Recursos Humanos, el tener estrategias de motivación para los colaboradores, comprendiendo que en casa van a mermar la dinámica que antes llevaban y que contribuía a un sano clima laboral. Así que si quieres un buen home office para los trabajadores, es preciso diseñar una estrategia de clima organizacional bien pensada y aterrizada, para que puedas mitigar la desmotivación del personal. El experto dijo que no es posible eliminar este problema al 100%, hay que lidiar con ello cada día, pero sí se puede mejorar y reducir los riesgos.

9. Aislamiento

La integración está reducida. Antes podías salir a la calle y después del trabajo irte a cenar a alguna parte, pasar a ver alguna película al cine o simplemente pasear y distraerte un poco. Ahora difícilmente te dan ganas de salir cuando trabajas en casa, por lo que se puede vivir más aislado.

El ser humano no está preparado para que de repente y de la nada, súbitamente, viva un aislamiento y un encierro como lo hemos tenido, sobre todo cuando inició la pandemia de COVID-19″

indicó el experto.

El sentimiento de aislamiento rompe tus horarios internos, afecta los de sueño y comida. Generalmente, cuando se trabaja en oficina tienes un horario de comida muy establecido. A veces puedes salir un poco tarde a comer, otras más temprano, pero es un horario común en el que sabes que consumirás tus alimentos.

Solución:

Estar muy al pendiente y respetar los horarios de tus colaboradores. En ocasiones, al trabajar en casa se te pasan las horas y comes muy tarde. Al romperse los horarios se genera un impacto emocional y físico para la gente, ya sea en menor o mayor grado.

10. Sentido de pertenencia

Como empresa se busca que los colaboradores se afilien emocionalmente a la cultura organizacional, que puedan ver a la compañía como un lugar para desarrollar sus habilidades, crecer profesionalmente, sentir aprecio y apoyo, la empresa suele realizar ciertas condiciones para que esto suceda. No obstante, según Rodríguez, en casa este sentido de pertenencia y las acciones que se requieren para que se logren se ven totalmente reducidas.

Solución:

Buscar estrategias que generen un mayor sentido de pertenencia. Generar acciones de integración, ahora se vuelve prácticamente indispensable para mitigar los riesgos, es bueno tener mayor visibilidad para que los trabajadores estén cómodos laborando y como empresa se puedan percibir los resultados buscados. Además de seguir siendo un generador de empleo, concluyó el directivo.

Y tú, ¿Prefieres trabajar en casa, híbrido o totalmente presencial?

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Paola Pérez Sirvent Apasionada por los viajes, la fotografía y la gastronomía. Colaboradora en proyectos de voluntariado.