Lo mejor para las personas es mejor para el negocio y viceversa

Por Jennifer Amozorrutia*

Recientemente estuve presente en una conversación con algunos empresarios de la old school de los negocios y la gestión de las personas – empleados – querrían decir. Varios de ellos discutían acaloradamente sobre algunas ideas innovadoras de retención y desarrollo de talento, llegando a las mismas conclusiones: “eso del ambiente laboral no es más que un pretexto de las personas para no hacer su trabajo”, “es puro gasto de dinero”, “no vamos a estar perdiendo recursos económicos para que se la pasen bien”.

Después de escucharlos atentamente, esperando que yo estuviera de acuerdo con sus argumentos, los invité a conocer mi punto de vista, de acuerdo con la experiencia que he adquirido y de haber conocido historias de éxito, prácticas organizacionales y testimonios de personas que se han replanteado estas creencias y se han dado la oportunidad de probar que la cultura y el ambiente laboral es bueno para los negocios.

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Los cambios que se han suscitado a lo largo de los años, a raíz de transformaciones socioeconómicas e ideológicas, pasando por la llegada de nuevas generaciones que han revolucionado paradigmas y que nos han obligado a pensar y hacer las cosas de manera diferente, han hecho que las organizaciones volteen su mirada hacia el interior de estas, y a valorar el activo más importante:  el talento humano.

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Better for business, Better for the people…

La realidad es que décadas de estudios a nivel mundial sustentan que invertir en la cultura y el ambiente laboral no solo es bueno para las personas, sino para los negocios. La parte utópica, deseable y “romántica” del desarrollo organizacional se ha vuelto cada vez más estratégica, alcanzable y probada a nivel económico.

Y, ¿por qué lo que es bueno para las personas es bueno para los negocios y viceversa?, ¿cuáles son algunos argumentos contundentes y precisos para demostrarlo?

A continuación, algunos puntos principales que aclaran el panorama:

• Las culturas laborales caracterizadas por la alta confianza, que ofrecen una experiencia positiva en los lugares de trabajo presentan desempeños bursátiles mayores que la media del mercado. Un estudio realizado por una empresa de inversiones lo comprobó concluyendo que dicho rendimiento fue dos o tres veces mayor en organizaciones pertenecientes al listado de Fortune 100 Best Companies to Work For® en Estados Unidos.

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Otro estudio similar llevado a cabo en Europa demostró que este tipo de organizaciones ofrecen retornos bursátiles mayores al de sus competidores entre un 2% y un 3% por año en un periodo de 26 años.

• El análisis 2017 de indicadores de efectividad en el liderazgo llevado a cabo en Estados Unidos en empresas certificadas como excelentes lugares de trabajo, encontró que los ingresos en las organizaciones con puntajes más altos en la percepción de los colaboradores hacia sus líderes en cuanto a visión estratégica, imparcialidad y autenticidad en sus relaciones, aumentaron sus utilidades tres veces más rápidamente que organizaciones con puntajes más bajos para este índice.

• Colaboradores comprometidos son potenciales embajadores de marca. En mediciones 2018 de Los Mejores Lugares para TrabajarTM en México, encontramos que el 91% de los colaboradores están orgullosos de decirle a otros que colaboran en estas organizaciones y 86% recomendaría estos lugares de trabajo a sus amigos o conocidos.

• Los lugares de trabajo donde las personas confían para quienes trabajan, disfrutan con sus compañeros de trabajo y sienten orgullo por lo que hacen día con día (es decir, los excelentes lugares de trabajo), ofrecen experiencias tan satisfactorias para los colaboradores que hacen que quieran estar ahí.

Los niveles de rotación en estas organizaciones son aproximadamente un 50% menores que en las empresas de la competencia del mismo sector. En promedio, 9 de cada 10 personas que laboran en estas organizaciones se encuentran altamente comprometidas, evitando que la fuga de talento sea un gran problema.

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…Better for the World.

Mi argumento final en esta interesante conversación con mi grupo de escépticos fue que la frase no puede concluir sin el resultado que le da sentido a todo: lo que es bueno para el negocio, es bueno para las personas, y, por consiguiente, bueno para el mundo.

Generar culturas de alta confianza y experiencias que maximicen el potencial humano, al mismo tiempo que se satisfacen las necesidades materiales y emocionales de las personas genera círculos virtuosos cuyos resultados se proyectan hacia la sociedad.

Tal como lo escuché de parte de un CEO de una de las empresas más grandes de tecnología a nivel mundial: “… y es que, todo empieza con las personas. Si hacen un excelente trabajo, darán un mejor servicio a nuestros clientes, que a su vez serán nuestros compradores y a su vez nos recomendarán más, lo cual generará un mayor retorno para nuestros inversionistas. Como consecuencia, podremos invertir en la comunidad. Y si la comunidad es desarrollada, contribuiremos a un mejor país”.

Después de todo esto, logré que mis escuchas quisieran saber más. La buena noticia es que cada vez más organizaciones en el mundo, independientemente de su tamaño y sector, saben la trascendencia que puede tener crear excelentes lugares para trabajar. Más allá de la diversión, más allá de los buenos momentos, crear mejores lugares para trabajar para todos, representa también crear mejores lugares para vivir.

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*Corporate Affairs Director de Great Place to Work® México

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