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Opinión

La alta inflación es una amenaza que no se irá

27-06-2023, 8:30:00 AM Por:

Pese a que la inflación ha comenzado a bajar en muchos países (México incluido), eso no significa que los bancos centrales terminaron ya su trabajo, pues aún existen riesgos.

Es cierto que las tasas de inflación han comenzado a bajar en muchos países (incluido México) desde los niveles máximos de varias décadas que alcanzaron hace unos meses, pero eso no significa que los bancos centrales terminaron ya su trabajo, pues aún existen riesgos, como el que los precios se mantengan altos durante largo tiempo, que se afiance una psicología inflacionaria mundial o que llegue una nueva oleada de inestabilidad financiera.

Al respecto, el mexicano Agustín Carstens, gerente general del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés), comentó el fin de semana pasado: “La alta inflación podría persistir. Y además de las presiones inflacionarias que ya existen en el sistema, podrían surgir otras nuevas. Los mercados laborales parecen ser un punto crítico clave”. Así es.

En su Reporte económico anual, el mandamás del llamado “banco central de los bancos centrales” explica que a pesar de la política monetaria más restrictiva (con retiro de liquidez y alza de tasas de interés), la última etapa del camino para restaurar la estabilidad de precios será la más difícil, pues los avances hasta ahora logrados en la lucha contra la inflación se deben, en gran medida, a la relajación de las cadenas de suministro y la caída en los precios de los productos básicos después de la pandemia.

Sin embargo –advierte Carstens desde su análisis–, los mercados laborales siguen estando ajustados (hay mucha demanda de trabajo) y el crecimiento de los precios en los servicios ha resultado más difícil de controlar.

Incluso, existe un riesgo material de que se afiance una psicología inflacionaria (en que los aumentos a los salarios y a los precios comienzan a reforzarse mutuamente), por lo que es posible que las tasas de interés deban mantenerse más altas durante más tiempo del esperado por el público y los inversionistas, algo que desde hace mucho en este espacio le hemos advertido que sucederá.

Las quiebras bancarias ocurridas en Estados Unidos y Europa a principios de este año son el botón de muestra más llamativo –que no el único– de la materialización de dichos riesgos, pues existen otras vulnerabilidades, como son los desajustes de liquidez y el apalancamiento (deuda) oculto en el sector financiero no bancario (que incluye los fondos de inversión, fondos especulativos, fondos de pensiones y compañías de seguros).

Si los bancos centrales tienen que endurecer más o durante más tiempo para lograr la estabilidad de precios, aumentará el riesgo de tensiones financieras“, advierte el exgobernador del Banco de México (Banxico).

Justamente en Estados Unidos, a pesar de que se registra una baja de la inflación –desde su punto máximo–, sigue estando demasiado alejada del objetivo del 2 por ciento anual, como afirma el presidente de la Reserva Federal de Richmond (Virginia), Thomas Barkin, cuyas declaraciones se utilizan muy a menudo para sembrar pistas acerca del futuro de la política monetaria del país vecino.

El también miembro del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Fed, advierte que la demanda sigue elevada en comparación con su tendencia previa a la pandemia, y eso está impulsando aún más el alza de precios.

Si la inflación no avanza hacia el objetivo establecido del 2 por ciento, dice Barkin que estaría satisfecho con la implementación de más alzas a las tasas.

El propio presidente de la Reserva Federal (Fed) estadounidense, Jerome Powell, ha dejado abierta la puerta para más incrementos a los tipos de interés en lo que resta de 2023 en al menos dos ocasiones más.

México, ¡cuidado con las apariencias!

En el contexto global actual, México también parece haber “domesticado” la inflación. Banxico ha puesto una pausa en su alza de tasas, y a diferencia de la Fed, no hay margen a que las siga aumentando después, pues sólo con el nivel actual ha contribuido a llevar al peso en una burbuja que mantiene al tipo de cambio demasiado elevado e inflándose aún más.

Gracias a esa burbuja del peso es que los precios en el país no se han disparado, lo que advierte –para quien lo quiera ver– que en el futuro, cuando lleguen los ajustes al alza del precio del dólar, habrá duras presiones para las finanzas públicas por el lado del servicio de la deuda e incluso para el propio Banco de México, que estará entre la espada y la pared: seguir subiendo los tipos de interés sin importar los riesgos de quiebras que eso traerá, o ser menos restrictivo, a cambio de soportar una impresionante pérdida de valor de la moneda nacional.

Todas las opciones llevan a un final de trago amargo que tomará desprevenidos a quienes se crean las apariencias del hoy de que “todo marcha bien”.

Nota del editor: Este texto pertenece a nuestra sección de Opinión y refleja únicamente la visión del autor, no necesariamente el punto de vista de Alto Nivel.

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autor Máster en Economía de la Escuela Austríaca; liberal, especialista del mercado del oro y editor del boletín de inversiones Top Money Report
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