¿Nueva era de comunicación en Banxico? Jonathan Heath parece anticiparlo
La idea es llegar a un modelo de comunicación muy similar al que se gestiona en la Fed el banco central estadounidense.
El Banco de México (Banxico) podría dar un vuelco en su política de comunicación frente a la sociedad, para llegar a un esquema prácticamente similar al de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos.
Lo anterior podría ser poco relevante considerando el bajo nivel de cultura financiera que existe en México, pero puede marcar un punto de inflexión para que nuestro banco central se acerque a la sociedad mediante los medios de comunicación y con la difusión amplia, prefijada y totalmente transparente sobre las posturas y opiniones de los miembros de la junta de gobierno del Banco de México.
Décadas de cerrazón informativa, dato de reservas monetarias es la prueba
La historia del banco central mexicano en su labor informativa ha sido accidentada, reflejando en los hechos gran parte de la situación política y económica por la que el país ha atravesado.
Es cierto que ya están muy lejos aquellos tiempos en los que la información del Banco de México salía más que a cuentagotas; de hecho, era prácticamente inexistente.
Hoy las nuevas generaciones, e incluso algunas de las anteriores, no saben que en una época el Banxico prácticamente no emitía información, salvo en muy contadas ocasiones y para usos oficiales, concretamente del presidente en turno.
El ejemplo más conocido, y casi el único ante la escasa información que existía, era el de las reservas monetarias de Banxico.
Este dato, el de las reservas monetarias solamente se conocía una vez al año, el 1 de septiembre cuando el presidente lo mencionaba al país completo en su informe de gobierno; era prácticamente el dato económico y financiero más relevante que se mencionaba y, por lo tanto, del que los mercados estaban muy atentos.
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No había más datos de Banxico, no había estadísticas, ni siquiera existía la autonomía del banco central, misma que, como sabemos, llegó hasta el 1 de abril de 1994.
Pero como decíamos, el proceso de apertura informativa ha sido lento, aunque debe reconocerse que hoy es un panorama completamente distinto, quizás en efecto es hora de que se modifique la estrategia de comunicación y se adapte no solamente a los nuevos tiempos, sino a las nuevas generaciones.
Pero los avances más relevantes se registraron a partir de la segunda década del presente siglo, en realidad, la apertura informativa previa estaba también limitada.
A finales del siglo pasado, este reportero fue contactado por la persona que dirigía la comunicación social del banco central para invitarme a platicar a su oficina porque algunas de las notas que elaboraba para el medio especializado en el que trabajaba entonces, estaban mal, según su punto de vista.
La charla giró en torno a que la información estaba mal, pero sin un porqué, cuando insistí amablemente para que me dijeran en qué estaba mal y nos ayudaran a informar correctamente, la respuesta fue la misma: la información estaba mal.
Propuse la opción de que nos facilitaran la información correcta, para beneficio de nuestros lectores y, desde luego, de la institución, al tiempo que se difundía la información correcta, pero amablemente se negaron, argumentando todo un proceso que debían seguir. El tiempo pasó, tratamos de mejorar la forma de presentar la información, misma que entonces era escasa, aunque ya había avances notables respecto a otras épocas.
Este sería el nuevo modelo
De acuerdo con el subgobernador del Banco de México, Jonathan Heath, el banco central tiene que mejorar la claridad y transparencia de sus comunicaciones.
Dichas comunicaciones son un instrumento fundamental para cumplir con su mandato prioritario de controlar la inflación, así lo señala el funcionario de la entidad. Lo anterior quiere decir que la transparencia en la comunicación es esencial para influir en la confianza de los mercados y con eso influir en el control de precios.
Jonathan Heath compartió un documento en la red social donde más activo está, en Twitter, mismo que también fue publicado en el sitio de Banxico.
De acuerdo con la propuesta del subgobernador de Banxico, el banco central podría publicar un calendario de las intervenciones de los miembros de su Junta de Gobierno, algo similar a lo que hace la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos.
“Cuando la política monetaria es transparente y efectiva, los agentes económicos y los mercados financieros responden a los datos proporcionados más que a lo manifestado por los responsables de formular dichas políticas”, señala Heath.
El artículo, titulado “Claridad y transparencia en la comunicación de la política monetaria“, señala que todos los integrantes de la cúpula del banco central podrían participar por igual dando conferencias, publicando opiniones y ofreciendo entrevistas tanto a inversionistas como al público en general.
“Una política de comunicación más funcional requiere de una mayor participación de todos los miembros de la Junta en este tipo de eventos”, señala.
Así es la estrategia de la Fed
Fue en el año 2018 cuando el Banco de la Reserva Federal (Fed) revisó su estrategia, herramientas y comunicación de la política monetaria. Conociendo las opiniones de todos aquellos grupos interesados en la economía norteamericana y consultando con expertos en la materia, los miembros del Comité del Mercado Abierto (FOMC por sus siglas en inglés) realizaron un análisis interno en la segunda mitad del año y presentaron sus conclusiones al público en la primera mitad de 2020.
El cambio fue relevante; la Fed proporciona hoy más información sobre la interacción entre la política monetaria y la estabilidad financiera, simplifica los comunicados, ofrece mayor detalle sobre los supuestos detrás de las previsiones y es más explícito sobre los riesgos e incertidumbre y su impacto en la tasa de interés.
Adicionalmente, los miembros de la Fed participan en los foros que consideran adecuados, señalan sus puntos de vista y hasta anticipan el sentido de su voto, o de plano lo dicen tal cual. Si son miembros sin voto, explican detalladamente cómo votarían si pudieran y por qué, siendo sus opiniones igual o más valiosas que las que expresan quienes sí pueden votar en ese año.
La Fed tiene el sistema de comunicación más transparente de los bancos centrales, según se ha comentado en diversas ocasiones y publicaciones especializadas.
Banxico todavía tiene mucho por avanzar; pero seguramente llegará el momento en el que los miembros de la junta de gobierno tendrán actividades y libertades más o menos similares a la de sus colegas estadounidenses.
El asunto de un Banxico más transparente parece cosa menor, algo irrelevante en la vorágine informativa, pero en realidad podría ser un cambio radical que con el paso de los años abone a mayor éxito en la gestión de los banqueros y más confianza de los mercados en la institución monetaria.
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