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Manuel Bartlett: de la caída del sistema a levantar el switch de CFE

30-07-2018, 8:46:37 AM Por:

Manuel Bartlett, quien va a dirigir a la CFE, es irónicamente recordado por bajar el switch de una las elecciones más polémicas de la historia moderna de México.

En los últimos 30 años, Manuel Bartlett no ha cambiado mucho.

Lleva el peinado de izquierda a derecha, como en las fotos en las que sonríe junto con Carlos Salinas de Gortari. También lleva los anteojos grandes, la boca en espera de una mueca, las canas sin pintar, el gesto de quien parece analizarlo todo y el ánimo de aparecer, lo más cerca posible, de los que ostentan el poder.

La semana pasada, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, sorprendió al anunciar a Bartlett como el próximo dirigente de la Comisión Federal de Electricidad.

Sorprendió porque Bartlett es un personaje formado por el priismo. Sorprendió porque Bartlett es un actor de reparto que ambicionó un protagónico en la saga política que AMLO ha querido y ha venido a desarmar. Y sorprendió porque, Bartlett, quien va a dirigir a la CFE, es irónicamente recordado por supuestamente bajar el switch de las elecciones más polémicas de la era moderna en México: la llamada caída del sistema.

Manuel Bartlett Díaz tiene 82 años y casi la mitad de ellos los ha vivido envuelto en la controversia.

En el tercer volumen del libro “Tragicomedia Mexicana”, el escritor mexicano José Agustín recuerda la mística de la generación que tomó cargos importantes durante el sexenio de Miguel de la Madrid.

“A principios del sexenio, los tecnócratas aún hablaban de economía mixta, rectoría del Estado y nacionalismo revolucionario (…) Sin embargo, en lo más mínimo pretendían cambiar el sistema político, ya que el presidencialismo autoritario les facilitaba sus proyectos. (…) Varios de ellos eran juniors, hijos de altos funcionarios (Salinas, Silva Herzog, Beteta, Bartlett), y conocían bien las leyes no escritas del régimen”, evoca el ensayo.

Bartlett es hijo de Manuel Bartlett Bautista (1893-1963), un político que llegó a ocupar la gubernatura de Tabasco por dos años, cargo del que fue orillado a renunciar debido a pugnas intestinas del partido hegemónico, el PRI.

Lo anterior no sería importante si Bartlett padre no hubiese renunciado al poder por sus inclinaciones alemanista, factor que creó encono con los Madracistas (que apoyaban a Carlos Madrazo) y que terminó por originar una enemistad que, al parecer, continúa hasta hoy.

Basta recordar que Bartlett hijo renunció al PRI en el 2006, año en el que llegó al PT molesto por la decisión del PRI de postular a la presidencia a Roberto Madrazo (hijo de Carlos Madrazo).

Sin embargo, Bartlett dejó escuela y recuerdos en el PRI, muchos de ellos que lo señalan, por lo menos, como un antagonista de la democracia.

De Buendía al Negro Durazo

Manuel Bartlett es egresado de la licenciatura de Derecho por la UNAM, así como doctor en Ciencias Políticas por la misma institución.

A principios de los 80 ocupó sus primeros cargos de gran impacto en el servicio público, primero como coordinador general de la campaña de Miguel de la Madrid y, posteriormente, como secretario general del PRI.

Una vez que De la Madrid asumió la presidencia, Bartlett saltó a la Secretaría de Gobernación como titular, puesto que no dejaría durante todo el sexenio.

El mismo José Agustín, en su Tragicomedia Mexicana, recuerda que una de las medidas más polémicas de aquella Secretaría fue el Plan Nacional de Seguridad Pública, que tenía como objetivo la moralización y modernización de los cuerpos policiacos, así como la incorporación de la sociedad civil en temas de seguridad pública.

Pese a que la idea nacía prometedora, terminó en decepción y abuso de poder.

El escritor recuerda las redadas arbitrarias que se llevaron a cabo en las grandes ciudades del país, mientras la delincuencia se mantenía a la alza y los cuerpos policíacos recurrían a la brutalidad como firma.

El irresoluto asesinato de Manuel Buendía, en 1984, y el juicio fallido de Arturo “El Negro” Durazo fueron dos losas de las que nunca se pudo levantar la “Renovación Moral” de De La Madrid encabezada por Bartlett.

De la pifia electoral

Julio Scherer, fundador del semanario Proceso, describía a Bartlett como un hombre de continuo estudio, cordial y siempre calculador.

“Lo recuerdo entre libros, cuadrado, su escritorio amplio de sólida madera rústica. Él me ofrecía café en nuestros repetidos encuentros. Yo le llevaba algún libro, en correspondencia estricta”, se lee en su libro La Terca Memoria.

Otro rasgo que distinguía al entonces Secretario de Gobernación era su aspiración constante por suceder a De la Madrid.

El deseo se esfumó cuando Miguel de la Madrid, al más puro estilo del priismo, decidió que sería Carlos Salinas de Gortari (Secretario de Programación y Presupuesto) el ungido como candidato a la Presidencia.

Manuel Bartlett, al igual que Alfredo del Mazo (Secretario de Energía, Minas e Industria Paraestatal), quedó relegado de la candidatura, pero acompañó el proceso de la elección, debido a que la Secretaria de Gobernación controlaba la Comisión Federal Electoral –ente responsable de la organización de las elecciones y el conteo de votos–.

Cuauhtémoc Cárdenas, candidato por el que se inclinaba el sentir popular, fue derrotado en una elección tristemente celebre, cuyo episodio conocido como “La Caída del Sistema”, abrió la sospecha de fraude en prácticamente todo el país.

En julio de 2017, el Periódico Reforma publicó una entrevista con Bartlett, en la que el político defendía su papel el día de la elección, y cuyo resultado justificó como un acuerdo entre el PAN (particularmente, de su candidato, Diego Fernández de Cevallos) y el PRI (con Salinas de Gortari), por oficializar la victoria de este último sin tener, siquiera, el conteo de votos.

Bartlett es, casi con seguridad, la persona que conoce mejor que nadie lo que sucedió aquel día, sin embargo, sus declaraciones han sido más bien para evadir esa sombra que le ha perseguido desde entonces.

Durante el sexenio salinista, Bartlett ocupó la Secretaría de Educación Pública durante los primeros cuatro años, para después obtener la gubernatura del Estado de Puebla.

Del fantasma de Camarena

La carga de una elección amañada tal vez no sea la preocupación más grande o el peso más importante del propio pasado para el próximo director de la CFE.

Desde 1995, empezó a sonar con mayor repercusión la investigación que la DEA sostenía sobre el entonces Gobernador de Puebla por su participación en el asesinato del agente Enrique Camarena Salazar y el piloto mexicano Alfredo Zavala.

“En los juicios llevados en la fiscalía de la Corte Federal de Los Angeles sobre el asesinato del agente estadunidense, la DEA imputó acusaciones directas contra Bartlett, quien afirmó la agencia presuntamente se confabuló con el exprocurador Enrique Álvarez del Castillo y el exsecretario de la Defensa Juan Arévalo Gardoqui en los crímenes y en el tráfico de narcóticos.

“La DEA aseguró que los tres exfuncionarios de la administración de Miguel de la Madrid y con cargos en el sexenio de Carlos Salinas, cobraban en la nómina del Cártel de Guadalajara por auspiciar la distribución de estupefacientes, y que habían participado en reuniones para tramar el asesinato de Camarena y Zavala”, se lee en una nota del semanario Proceso.

La biografía de Manuel Bartlett en la Wikipedia en español dice textualmente: “se le acusa de haber orquestado el fraude electoral de 1988”; mientras que la versión en ingles señala: “el periodista Charles Bowden, en una serie de artículos, ofrece relatos de testigos de la participación de Bartlett (junto con otros funcionarios políticos, policiales, de seguridad y militares mexicanos) en la decisión de ordenar el secuestro, tortura y asesinato del oficial estadounidense de la DEA, Enrique S. “Kiki” Camarena, en 1985, para cerrar su exitosa campaña contra el Cartel de Guadalajara (…) Las sospechas de la DEA sobre la participación de Bartlett Díaz en el asesinato condujeron a la negativa del partido gobernante, el PRI, a considerarlo como candidato presidencial”.

Borrón y cuenta nueva

Desde 2006, Manuel Bartlett hizo público su apoyo a Andrés Manuel López Obrador, el candidato de izquierda que arrasó en las más recientes elecciones con el PRI y que se ha planteado una ambiciosa “Cuarta Transformación” en la historia de México.

AMLO, en tanto, le ha correspondido al nombrarlo director de la CFE.

Apenas el sábado, el presidente electo hizo un llamado a los tabasqueños en el que aseguró que se cumpliría el compromiso de “borrón y cuenta nueva” con Bartlett en la CFE, es decir, que no se tomarían en cuenta adeudos históricos de habitantes de zonas marginadas en el sureste.

El “borrón y cuenta nueva”, entonces, ya empezó.

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