El tiempo está de su lado: Las marcas de lujo en la relojería independiente

Por Sandra Barradas

Somos testigos de un atractivo fenómeno: el gusto por la relojería poco convencional. Esa que nos hace soñar y pensar en la ciencia ficción. De esa magia se encargan las casas relojeras independientes. Con una producción extremadamente limitada logran cautivar a un segmento de consumidores de perfiles diferentes, ansiosos de la originalidad y la extravagancia.

No me refiero solo a la parte estética, sino a la mecánica. Verdaderas hazañas que, aparte de sorprendernos, dan la hora.

Las grandes marcas corporativas tienen una estructura robusta que atiende con precisión sus líneas de desarrollo, producción, así como el servicio de venta y posventa. Ellos tienen la capacidad para inyectar fuertes cantidades de dinero en investigación y desarrollo. Son los protagonistas de la estabilidad del mercado y responsables de un crecimiento casi natural. Por ellos, año tras año estamos a la espera de las novedades y de ver la evolución en determinadas colecciones de guardatiempos.

En el caso específico de México, existe una variedad en vitrinas importante, aunque en los últimos años los puntos de venta se han visto obligados a elegir solo marcas que ofrecen garantía de servicio posventa y a llevar a cabo una meticulosa revisión para exhibir marcas con historia y solidez, así lo comenta el joyero Luis Peyrelongue, director de Peyrelongue Chronos.

Al año, los puntos de distribución reciben ofertas para ampliar su red, dar a conocer su marca y comercializar sus productos. Nada sencillo hoy en día; los distribuidores atenderán las marcas que tengan una histórica relación comercial, que soporten inversión y que cuenten con la liquidez para establecer una estrategia de publicidad y marketing, elementos fundamentales para vender las piezas en su punto de venta.

En el caso de la relojería independiente, el peso del nombre cae sobre una persona involucrada en todas las áreas de su pequeña empresa. De hecho, existe una íntima complicidad con los relojeros de su taller. Es aquí donde ocurre la magia; el vuelo de la imaginación.

Este tipo de marcas son indispensables para la industria. Su simple existencia obliga al resto a ir más allá de la relojería tradicional, tanto si hablamos de diseño como de mecánica. Solucionan problemas técnicos y establecen nuevos retos. Son una bocanada de aire fresco que muchos valoran. Comprar un reloj de este tipo apoya el talento y el arte.

La lista de casas relojeras independientes es larga. En México conocemos algunas: Christophe Claret, De Bethune, Chronométrie Ferdinand Berthoud, élégante by F.P. Journe, H. Moser & Cie, Hautlence, HYT, Greubel Forsey, Jacob & Co., Ressence, Romain Jerome Manufacture Royal, Cvstos, Laurent Ferrier, Armin Strom, MB&F y Urwerk. Se han atrevido a romper con las reglas de una relojería tradicional; la que asegura sus ventas con modelos que podrían encajar en casi cualquier colección.

La producción independiente es limitada. No se ata a las tendencias, no se casa con el mejor postor ni mucho menos con los números. Los independientes son genios en mecánica y en diseño con ideas, planteamientos y desarrollos como hazaña.

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Armin Strom

Armin Strom AG tiene sus raíces en Burgdorf, al noroeste de Berna. Su historia comienza con el fundador del negocio, Armin Strom. Después de completar su aprendizaje de relojería y obtener experiencias comerciales independientes en Lotzwil y St. Moritz, el joven Armin Strom abrió su propia tienda en el área del casco antiguo de Burgdorf, en 1967. Además de vender y restaurar relojes, comenzó sus propias creaciones en el taller detrás de la tienda. Su primera obra maestra fue un reloj de bolsillo de oro, con una esfera grabada a mano en lapislázuli azul pulido. Su destreza manual y su increíble atención al detalle pronto hicieron que el relojero se especializara en el arte de esqueletizar.

H. Moser & Cie.

Establecido en 1828 por Heinrich Moser y relanzado en 2012 bajo el grupo familiar MELB Holding, H. Moser & Cie. es un símbolo de la escena relojera independiente contemporánea, enraízada en la alta relojería tradicional. La compañía, que tiene su base en Neuhausen am Rheinfall, cerca de Schaffhausen (Suiza), tiene la distinción de producir internamente los componentes para sus relojes, incluidos los órganos reguladores y los resortes de equilibrio. Fiel a su herencia, los 1,200 relojes fabricados cada año se ensamblan y terminan a mano. Esta excelencia mecánica se refleja en estilos clásicos elegantes con un toque moderno.

URWERK

En 1997 se fundó Urwerk. El nombre fue elegido cuidadosamente para identificar la filosofía de la nueva marca.”Ur” se refiere a la antigua ciudad mesopotámica de Ur, en la que se utilizaron obeliscos gigantes, como los primeros objetos de medición del tiempo del mundo. “Werk” es la palabra alemana para trabajo, pero también es más que eso. Se refiere a actos de creación, evolución y excitación emocional.

Reservoir

Se inspira en los instrumentos de medición y conteo de días pasados. Estos relojes son innovadores para la forma radical en que se muestra el tiempo. Presentan un diseño único junto con las complicaciones de los relojes Swiss made y actúan como auténticas ventanas hacia un pasado dominado por una sensación emocionante. Este es el lujo de la intensidad: cuando todo es posible en la próxima hora.

Greubel Forsey

En 2004, Robert Greubel y Stephen Forsey decidieron replantear su propia compañía relojera: Greubel Forsey. Ubicada en La Chaux-de-Fonds, construyeron un edificio inteligente con talleres tan herméticos que es imposible que llegue a filtrarse hasta una partícula de polvo. Ponen especial cuidado en la calidad de los decorados. Cada reloj ofrece sofisticación mecánica y técnica a través de su principio: tecnología experimental relojera. Su tenacidad les ha valido el Gran Premio de Ginebra, el reconocimiento más importante en la industria, y un primer puesto en la Competencia Internacional de Cronometría.

Singer

Las ideas resultan de Rob Dickinson, el fundador de Singer Vehicle Design, y Marco Borraccino, un conocido diseñador de relojes. La fascinación por la mecánica los lleva al comienzo de una historia que reinventa el tiempo a través de relojes poderosos. A pesar de ser una marca nueva, ha logrado participar en el Grand Prix d’Horlogerie de Genève en la categoría de cronógrafos.

MB&F

En 1998, Maximilian Busser se convirtió en director de Harry Winston Rare Timepieces, donde perfeccionó su reputación como talentoso creador de relojes de lujo de vanguardia. En 2005, Busser renunció a Harry Winston y fundó su propia compañía de alta relojería. MB&F nació con una misión: unir a los relojeros modernos con mucho talento y crear piezas completamente únicas. Las “máquinas horológicas” siguieron poco después, comenzando con HM1. HM1 cuenta con un tourbillon y una reserva de marcha de siete días, y se ejecuta en cuatro barriles principales.

LAURENT FERRIER

“Como relojero de corazón y mente, cultivé un sueño largo y querido: dar una cara a mis propios valores. Era mucho más que una simple intención; era una auténtica aspiración para alguien como yo, que había pasado la mayor parte de su carrera en una carátula de esmalte Grand Feu. Como hijo y nieto de relojeros, siempre soñé con perpetuar la naturaleza excepcional de la relojería suiza. El respeto a la tradición no impide la innovación. Cada uno de nuestros desarrollos, desde la concepción hasta el montaje, se realiza en nuestros talleres de Ginebra” —Laurent Ferrier.

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