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Finanzas

¿Terminó la era del “superpeso”? Cae 5.46% en un mes

28-09-2023, 3:21:28 PM Por:
© Especial

Está por ligar su segundo periodo mensual de pérdidas; sin embargo, todavía guarda una apreciación de 9.33%.

El peso mexicano vive una etapa de ajuste frente al dólar, la era de la extrema apreciación, al parecer, ya terminó y desde el mes de agosto ha reportado movimientos que indican que está en otra etapa.

El desempeño del peso en los días recientes es incluso más evidente, profundizando su depreciación desde los niveles mínimos que había alcanzado en el año, que no eran vistos en mucho tiempo.

Lo relevante además del ajuste cambiario, es sin duda la causa o causas de estos ajustes; hay que decirlo, la depreciación de la moneda mexicana tiene que ver casi totalmente con factores externos.

Así, como en el movimiento de apreciación la divisa mexicana estaba influenciada en gran medida por el contexto externo y de manera muy particular por las tasas de interés, justamente es el mismo factor el que hoy lo está afectando.

Seguramente la causa de la depreciación del peso será reconocida por las autoridades respectivas, que no a su vez no admitían, al menos públicamente, que esta misma causa era la apreciaba al peso de manera constante.

Sin embargo, podría ser que exista también un factor interno que podría estar presionando el desempeño de la divisa mexicana.

Dos meses de caída

Si bien la moneda mexicana todavía guarda una importante apreciación en el balance del año, los meses de agosto y septiembre no han sido los mejores. En este periodo se rompió la racha perfecta que llevaba el peso ante el dólar durante el año.

Al cierre del 27 de septiembre, la divisa mexicana registra una depreciación de 5.46 por ciento en 30 días, y durante septiembre su caída es de 3.71 por ciento, en agosto la moneda mexicana tuvo una depreciación de 1.85 por ciento frente al dólar, en ese momento se trató de su primera caída mensual en el año, y en septiembre está a punto de ligar el segundo mes negativo en lo que va del año.

Sin embargo, la moneda mexicana mantiene una apreciación de 9.33 por ciento en el curso de 2023, aunque ya por debajo de la apreciación máxima de 14.83 por ciento que llegó a registrar en el año, lo que la había colocado como la segunda divisa más sólida de los mercados globales, solamente por detrás del peso colombiano.

No es coincidencia que la caída de la divisa mexicana se presente a partir de que la Fed está bajo presión respecto al futuro de las tasas de interés.

La Fed sigue su ruta, pero el camino es incierto

En realidad, la Fed no ha modificado su ruta en el combate a la inflación. El banco central estadounidense logró en primera instancia controlar el repunte inflacionario, y posteriormente ha bajado la lectura de los precios generales en la economía.

El éxito es tan evidente que, incluso varias voces en la comunidad de analistas hablaban sobre la necesidad de que el banco central empezara a bajar sus tasas de interés en el último trimestre de este año, pero las expectativas se han ido modificando.

La Fed misma ha tratado de ser más realista, quizás aprendiendo la lección que le dejó el haber negado el repunte inflacionario registrado a principios de 2022 y que derivó en el caos que hemos vivido estos meses.

La Fed ha dicho que las tasas de interés podrían permanecer en niveles altos más tiempo de lo esperado, y ha dejado la puerta abierta para nuevas alzas de tasas en caso necesario.

Esta incertidumbre se traduce en volatilidad para los mercados y en ajustes de los portafolios de inversión, el fenómeno de “vuelo a la calidad” se profundiza, afectando a otros activos desde donde salen inversiones para buscar un refugio más seguro, especialmente el dólar estadounidense.

El camino de la Fed es incierto. Por un lado, el éxito en el control de la inflación puede ser considerado como un activo de la Fed para los mercados, pero hay presiones que la Fed conoce muy bien, como el alto empleo, el aumento de los sueldos, el impulso económico, y otros factores que son abono para la inflación, esa que quiere regresar a su objetivo de 2 por ciento anual.

Ante ello, para los analistas y para los mercados en general, es claro que la Fed tiene de frente un camino incierto, que podría complicarle la tarea de controlar la inflación, volviéndose un problema crónico. La Fed todavía no ha terminado la tarea, sus directivos lo saben y los mercados también.

México, incertidumbre en el panorama futuro

El factor externo, concretamente el desempeño de las tasas de interés, tiene mucho que ver con la caída del peso en las semanas recientes, pero también en el panorama nacional hay algunos nubarrones que los analistas y mercados en general parecen haber detectado, y que no se sabe si las autoridades financieras del país lo vayan a reconocer.

Este factor se trata del endeudamiento y la fragilidad en la que estará la siguiente administración, algo en lo que ha coincidido la mayoría de los analistas.

El déficit fiscal de 4.9 por ciento, y sobre todo el endeudamiento asumido para cumplir con programas sociales loables por su esencia, pero de los cuáles no se sabe bien de qué forma se financiarán, es motivo de preocupación para los mercados, no sería nada raro que la moneda mexicana esté reaccionando a las condiciones de fragilidad que se esperan en la economía cuando venga la siguiente administración

Por lo pronto, al parecer terminó la era del superpeso, tal como corresponde a una divisa sujeta a las fuerzas del mercado, hoy su desempeño indica que algo la está obligando a ajustarse, y parece que dicha causa está fuera de México, aunque también habría un aderezo local.

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