¿Será un ‘septiembre negro’ para los mercados? Estos factores lo determinarán
El noveno mes del año suele ser la puerta de entrada a la recta final del año, veremos qué tanta tolerancia al riesgo tienen en este momento los capitales.
Históricamente, septiembre es un mal mes para los mercados de renta variable. De hecho, entre los inversionistas y operadores se le conoce como “septiembre negro”.
Claro que no siempre es así, pero en efecto, septiembre destaca por ser un mes complicado.
El futuro nadie lo sabe, en este mes podrían suceder muchas cosas, pero tratándose de un contexto tan especial como el que viven la economía y los mercados, vale la pena consignar cuáles son los riesgos a los que se enfrentan.
Bancos centrales, la incertidumbre
Después de la reunión en Jackson Hole, ya no queda ninguna duda respecto al camino que seguirán los bancos centrales de las naciones más industrializadas para contener la inflación.
De hecho, tampoco hay demasiadas dudas en torno a la magnitud en la que pudieran incrementar las tasas de interés. También hay relativa seguridad respecto a que las instituciones monetarias centrales prefieren provocar una recesión antes que permitir que la inflación eche raíces en las economías.
En este mes la Fed, el banco central más influyente del mundo, tendrá reunión de política monetaria, a estas alturas la única duda es la magnitud en la que incrementará la tasa de interés, pero será un mínimo de 50 puntos base y un máximo de 100 puntos, todo dependerá de las cifras que se conozcan previamente.
Todo lo anterior no es buena noticia para los mercados de renta variable, nada del escenario definido es un factor de impulso para las bolsas de valores.
Por lo tanto, simplemente por el entorno inflacionario y la incertidumbre generada por las reuniones de los bancos centrales con casi seguros incrementos de tasas de interés, debe ser suficiente para cuando menos tener mercados volátiles, como de hecho sucedió en las sesiones de cierre de agosto y principio de septiembre, cuando los indicadores en Wall Street no pudieron mantener sus ganancias iniciales.
Reajuste de posiciones de mercado, otro factor
En septiembre, una vez que finalizan los periodos vacacionales en Occidente, los traders regresan a los mercados e inician procesos para “cuadrar” posiciones.
Es decir, los traders de renta fija y variable evalúan sus posiciones, qué tanto están cerca de sus objetivos o bien si ya los cumplieron. Por lo general, incrementan las operaciones en los mercados, pero muchas veces tienen posturas vendedoras, lo que significa que presionan a los mercados incluso en un contexto de estabilidad. La idea es evitar en la medida de lo posible los números rojos en más carteras y portafolios, rumbo al cierre de año, que parece lejano, pero no lo es.
En el caso particular de Estados Unidos, en esta ocasión desde el 5 de septiembre, que en ese país es el día de trabajo, hasta el día de Acción de Gracias, que ahora será el 24 de noviembre, los inversionistas, sobre todo los traders y/o administradores de portafolios, deberán balancear sus posiciones. No es algo nuevo, siempre inicia en septiembre y eso explica en parte los malos resultados que históricamente se entregan en este mes.
2022 no es cualquier año
Además de los dos puntos anteriores, no podemos olvidar que este 2022 no es un año cualquiera.
Tenemos todavía una guerra que no se sabe cuándo terminará ni cuáles serán sus saldos financieros y en otros aspectos.
También está la crisis en el sector energético, una parte se deriva de la guerra, pero otra ya estaba presente, con variables como la inestabilidad del mercado petrolero, la transición energética y los costos de producción y transporte afectados desde el inicio de la pandemia.
La inflación es otro factor, los bancos centrales ya pusieron sus cartas sobre la mesa, pero eso no significa que de manera automática cederá el crecimiento generalizado de precios.
China y su bajo crecimiento, su intolerancia absoluta al Covid (este jueves una Ciudad de 21 millones de habitantes fue puesta en cuarentena), que afecta las cadenas logísticas y el comercio en general.
Rusia, con la posibilidad de alguna reacción al bloqueo de que es objeto por su invasión a Ucrania; más varios conflictos geopolíticos y una posible recesión que pudiera ser de magnitud mayor la esperada, son algunos factores más.
Este 2022 definitivamente no es un año cualquiera, septiembre es la puerta de entrada a la recta final anual, y suele reflejar presiones, veremos qué tanta tolerancia al riesgo tienen los capitales en este momento.
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